II

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Después de que ambos entraran en el auto y se pusieran en marcha, realmente no pasó nada en especial, nadie hablaba y solo sonaba la música de la radio como sonido de fondo, Megumi se estaba incomodando un poco, le gustaba Yuuji, pero la verdad es que nunca había hablado con él a lo largo de todo el curso, sacó su teléfono y reviso sus mensajes y vió una respuesta al mensaje que le había escrito a Tsumiki, en el venían las anécdotas semanales de la chica, contando como fue a un pub con una amigas del curso, como la trataban sus hosts y una que otra cosa de la escuela, pero que de ahí en fuera estaba bien, Fushiguro se alegró por esto, le relajaba de una manera, saber que su hermana se encontraba bien y feliz. Guardó su teléfono y suspiro, como si todo el cansancio de estas últimas semanas se hubiera acumulado formando una gran roca y le cayera encima, y como no estar cansado, el semestre casi terminaba y por consiguiente la carga de trabajo era más abrumadora, lo cual le parecía algo injusto, todo el año nunca hacen nada pero en la fase final los tratan como burros y eso lo hacía enojar, al menos Satoru se mostraba un poco más compasivo y lo dejaba dormir una hora más los fines de semana antes de que fuera a ayudarlo a trabajar, y le dividió un poco la carga de responsabilidades en el puesto al contratar a una ayudante, se llamaba Shoko y Megumi no sabe de donde la sacó ni donde la conoció, pero ahí estaba, su hermano nunca se esmeró en buscar a alguien, y nunca la había conocido, ni ha escuchado de ella, por lo que una conocida no podía ser, simplemente se la encontró un día dentro de su casa cuando ya se había preparado para ayudarle al peliblanco, la chica estaba saliendo del baño de su casa secando sus manos en el delantal para amarrarse su cabello y ponerse unos guantes de plástico, ella lo vio, el la vio y ella se dio la vuelta para murmurar un buenos días y salir por la puerta, de alguna forma agradecía el apoyo de la señorita, le preocupaba un poco de Satoru estuviera solo mientras el estaba en la escuela, pero se notaba de a lejos que ambos se llevaban bien y que disfrutaban hablar el uno con el otro, había veces donde Shoko llegaba entre semana a hacer pijamadas con Satoru cuando este llegaba tarde a la casa, se veía mucho más tranquilo que cuando Suguru se fue, nunca entendió bien la relación de estos dos, parecía que se querían mucho y a pesar de que siempre decían que eran mejores amigos, Megumi siempre pensó que estaban saliendo o que eran pareja; sus recuerdos se detuvieron cuando escuchó el sonido de la radio más fuerte.

-Parece hoy lloverá algo fuerte- susurró Ijichi para si mismo y Megumi prestó más atención al reportaje, parece que había un huracán quien sabe en donde, y como estaban algo cerca de la zona, las lluvias iban a estar algo agresivas estos días.

El ojiazul volteó a ver a su acompañante de asiento, este se veía algo preocupado por la lluvia pero no le dio tanta importancia y siguió viendo la ventana, Megumi copió su acción y volteo a ver el cielo, su lado de la ventana se veía brillante, el del otro chico se veía algo opaco.

Después de unos 15 minutos más llegaron finalmente a su casa y Megumi sugirió bajarse para que Ijichi pudiera estacionar el auto con más calma, Itadori asintió y tomó su mochila para descender del auto sin antes dar la gracias al hombre de traje por haberlo llevado, cuando bajó cerró la puerta y el auto se fue. De ahí caminaron un poco más y llegaron a la puerta del hogar, Megumi le abrió la puerta, le dio unas pantunflas a su invitado para que se cambiara y estuviera más cómodo y le dijo que si podía esperar en la sala.

-Voy a ir a avisar que ya llegué espérame aquí, ahorita vengo y ya nos ponemos a trabajar.- salió antes de que el otro pudiera decir algo, entonces al final solo se sentó en el sillón y abrazó su mochila.

Yuuji recorrió la habitación con sus ojos. Era una sala amplia y sencilla, tenía una mesa de madera en el centro y otro sillón a lado de donde Yuuji estaba sentado, aparte de un gran televisor con un mecanismo para moverlo de lado para que se pudiera ver desde otros ángulos, no tenía muchas cosas pero tampoco se veía vacía, era acogedora, el tipo de lugar donde te gustaría recostarte en el suelo para leer un libro o tomar café.

Se paro del sillón y fue en ese momento donde fue conciente de la alfombra debajo de sus pies, el piso era de madera, pero la alfombra cubría toda el área del la sala de estar, era suave, linda y color vino. A pesar de la textura, se podía sentir aún debajo de su calzado, y la sensación le agradaba.

Después de que el pelirosa volvió a tomar asiento, sacó su celular de su sudadera para revisar si tenía algún mensaje o notificación. Tenía un mensaje de Nobara preguntando si estaba bien y uno de Nanami preguntando si ya había llegado a la casa del chico, de alguna forma, apreciaba que se preocuparan por él, le hacía sentir cálido en su pecho, y esa sensación de verdad le agradaba bastante.

Ni bien guardó su teléfono, el otro chico venía entrando por la puerta nuevamente, venía con unas pantuflitas de conejos y eso le pareció lindo.

-Ven, vamos al estudio para que podamos trabajar con más comodidad.

Se dejó guiar.
Luego de subir bastantes escaleras llegaron a una puerta y el peliazul sacó una llavesita de su bolsa del pantalón y abrió la puerta, dejó que el pelirosa entrara primero y después entró el, el estudio era grande, tenía dos libreros del tamaño de la pared llenos de libros de todo tipo, en medio habia un escritorio lo suficientemente grande como para que 6 personas, bien acomodadas, pudieran entrar en el, había dos sillas y una caja llena de plumas y otra de plumones, esto le parecio elegante a Yuuji.

-Toma asiento, por favor- dijo Megumi
-Claro, gracias- respondió, luego de que Yuuji tomó asiento, dejó su mochila a un lado de la silla y sacó el cuaderno de la materia y otro más pequeño que parecia una genda, donde había escrito todos los detalles del proyecto.

Fushiguro hizo su silla atrás y sacó una laptop de un cajón y la encendió dispuesto a comezar.

Amor a solo un taco [Nanago]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora