Amor a solo un taco [Nanago]

VIII

Yuuji se separó lo más rápido que pudo del cuerpo del otro cuando lo vió despertar, le daba pena, porque a parte de que nunca habían hablado, este pensó que quien los puso en esa posición fue él por como suele moverse al dormir.

-Buenos días Itadori-le dijo el pelinegro con los ojos dormidos y la cara aguada.

-Buenos días Fushiguro-le dijo de vuelta-crees que pueda pasar a tu baño?

-Claro, es saliendo dos puertas a la derecha-le respondió con un bostezo.

-Gracias-le respondió con otra sonrisa.

Megumi casi se desmaya ¿Cómo podía ser tan lindo?

Megumi se paró y se estiro, fue a revisar su teléfono para avisarle a Satoru que en un rato más bajaba, Satoru le respondió con un "Bien, ¿sabes como a que hora van a pasar por Yuuji?, para estar al pendiente"

"No, ahorita le pregunto"- le escribió de regreso.

La verdad es que Gojo preguntaba porque esperaba encontrarse con el hombre cuya voz hizo sus piernas flaquear la noche anterior, pero eran detalles sin importancia.

Cuando Megumi apagó su celular escucho uno sonar, prendió el suyo pensando que ese era, pero unos minutos después vio que era el celular de Yuuji, parece que le estaban llamando. Lo dejó sonando porque no quería invadir la privacidad del otro, entonces mejor esperó a que el otro a que llegara para avisarle.

Megumi andaba revisando su instagram y escuchó que tocaron la puerta.

-Pasen-Yuuji entro por la puerta.

-Oye tu teléfono anduvo sonando pero no quise interrumpirte, ni revisarlo.- le informo en contrario todavía sentado en el futón.

-¿Sonó mucho tiempo?

-Pues, sonó como un rato después de que te fuiste hasta que llegaste.

-Perdón la molestia, gracias, ya lo reviso.-

-Sí, no hay problema.

Se quedaron en silencio, Megumi volteó a ver detras suyo cuando escucho ruidos de friccón, ahí fue cuando vió el torso al desnudo de Yuuji, se notaba que se le estaba dificultando sacarse la playera que le habían prestado de pijama por el tamaño de sus hombros.

Se estaba sonrojando, para tener 17 años su cuerpo estaba bien marcado, lo cual le hizo preguntarse si tomaba ballet o si hacia algún deporte o simplemente ejercicio. Megumi se volteó a ver a la puerta para seguir viendo su teléfono.

-¿Como a que hora llegan por ti?

-En un rato más, me levante bastante temprano para mandarle la ubicación a mi papá porque queda algo lejos de mi casa- le respondió mientras se volvía a poner su sudadera que traía el dia anterior.-Te molesta si tomo un vaso se agua?

-Nono para nada, bajando las escaleras en esa puerta de ahí, es la cocina, luego luego entrando derechito en esa gabineta están los vasos, y a lado está el garrafon.- le dijo mientras le mostraba desde su cuarto como llegar.

-Gracias Fushiguro.

-No es nada- cuando lo vio bajar las escales se metió a su cuarto para ponerse su uniforme del puesto. Ya listo se dispuso a bajar y vió a Yuuji sentado en el sillón literalmente haciendo nada, tenía la cabeza echada hacia atrás y por un momento pensó que se había quedado dormido, pero logró ver de reojo como movía su pie de arriba hacia abajo, no lo quiso molestar entonces iba a salir, pero el sonido de una campana le arrebato su oportunidad y vió como el chico levantó su cabeza y prendio su teléfono, fue ahí cuando se paro y finalmente se percató de la presencia del otro.

-Ya llegaron por mi, muchas gracias por dejarme dormir aquí, por la comida y la ropa, aunque sigo insistiendo en que me dejes llevarme la pijama para lavarla.

-Ya te dije que no, no seas necio, no me afecta en nada otra pijama sucia.

-Bueno, ya me voy, gracias por todo, te veo el lunes- se despidio con un abrazo y el otro casi se cae de rodillas, nunca pensó que esto le pasaría.

-Te acompaño a la puerta- le dijo Megumi aprovechando que el también iba a salir. Cuando abrió la puerta divido al otro lado de la calle un auto negro y dentro de este había un rubio observando a los lados.

-Ese es mi papá, nos vemos Megumi- ambos agitaron la mano y Yuuji se alejó, el pelinegro pudo ver como el otro chico tocaba la ventana con su puño y vió como le abrieron la puerta, el hombre de adentro se inclinó hacia adelante antes de que el pelirosa cerrará la puerta.

-Gracias por todo, dale las gracias a tu hermano también.

-Claro que si, muchas gracias a usted por darle permiso a Itadori de venir.

Entre los dos se despidieron de Megumi y Yuuji finalmente cerró la puerta para que Nanami pudiera avanzar, cuando Fushiguro perdió el auto de vista, volteó hacia atrás y cerro la puerta de la casa con llave para ir al puesto.
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En el auto

-¿Cómo les fue con su proyecto?-le preguntó el rubio sin despegar la vista del camino.

-Bien pa, lo acabamos en un solo día, de información ya teníamos algo de las clases entonces no fue buscar mucho y nos pudimos poner a trabajar rápido.

-Que bueno, ¿a dónde decías que querias ir a desayunar?

-Es aquí en la calle de atrás.

-Está bien.

Nanami le dio vuelta a la calle y conducio en sentido contrario de donde venía, después de darle la vuelta a una esquina logro divisar el puesto a lo lejos y buscó estacionamiento cerca, cuando se estacionó apagó el auto y puso el freno de mano y se dispuso a salir mientras esperaba a que Yuuji saliera también, con este fuera cerró con llave su coche y puso la alarma, se ajustó su corbata y camino detrás de su hijo. A lado del puesto pudo ver un letrero que decía "Unlimited Meat", ahí diviso a varias personas sentadas comiendo por el frío que hacia, vió a una mujer de cabello castaño atado repartiendo consome y al joven de antes lo vió en una mesa más alejada cortando cebolla y cilantro mientras lloraba.

Yuuji vió unos asientos libres enfrente de donde se cortaba la carne y guió a Nanami hasta ahí, este se dejo llevar, se sentaron y ahí fue cuando el hombre que se veía que estaba sacando más carne de un contenedor se volteó, sin verlos todavía dictó aquella frase que dice cada que alguien llega al puesto.

"Bienvenidos a Ulimited Meat, macisa o barbacoa para su prueba?"

Padre e hijo respondieron barbacoa y Satoru hizo los tacos, ahi fue cuando el peliblanco finalmente levantó la mirada al reconocer la voz del telefono, sus miradas chocaron.

Gojo vió al verdadero amor de su vida.

Nanami vió un idiota.

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Pido perdón si las interacciones entre Yuuji y Megumi están chotas, no lo tenía contemplado hasta ahora.