V

698 102 23
                                    

-Yuuji, ¿hay algo que no puedas comer? - le preguntó Satoru al pelirosa en caso de que fuera alérgico a algo o que algo no le gustara.

-Nop, puedo comer de todo, no tengo preferencias-le respondió con una sonrisa.

-Bien, Megumi, ¿Tú quieres algo en especial?

-No, lo que sea está bien.- la verdad no le importaba mucho, pero estaba algo nervioso por donde dormiría Yuuji.

-Sho tu que quieres?- Sato le preguntó a su amiga porque era bastante indeciso y le costaba mucho decidir cuando se trataba de comer.

-Café- ni si quiera lo volteó a ver.

-Deberías de dejar de tomar tanto café, es malo para tus riñones; aparte, luego te pega feo la ansiedad y dices que te da cosita.

-Cállate Toru, me gusta sentir como me tiembla todo por dentro, es como si me fuera a morir.

Yuuji no se esperó eso, Megumi ya estaba acostumbrado y por lo tanto le dio algo de penita que los viera así.

-Ignóralos, por favor, son raros.-le susurró el pelinegro al pelirosa.

-No pasa nada, yo creo que son bastante vividos.-le susurró de vuelta.

Después de que Shoko y Satoru dejaron de pelearse, quedaron con sus cabellos despeinados y parecía que Satoru tenía un moretón en el pómulo.

-En fin, quieren hamburguesas, crepas, enchiladas o dumplings, más o menos como que?

-Yo quiero una hamburguesa por favor- Shoko iba añadiéndolo al carrito de uber eats.

-Sho, a mi pídeme unos dumplings de cerdo y una papas a la francesa con carne, por fa.

-No se te sube el colesterol?-aún así lo agregó.

-¿De que hablas? Si yo estoy joven y fuerte, algo de grasa no me va a hacer nada.

-Tienes 37, estás soltero, ya estás más pa allá que pa cá.

-Déjame en paz, voy por el futón para Yuuji.

Satoru se sentía humillado, le recordó a cuando Suguru lo dejo y le dijo:

-Veremos si puedes pagar esto, como ya estás viejo seguro y te mueres antes de que se liquide.

Traumático. 

Incluso pensó que se lo dijo porque tal vez ya se le estaba cayendo el cabello, cuando lo habló con Shoko ella le pegó y le dijo que se le caía por el estrés.

Quería llorar, extrañaba mucho a Suguru, era el amor de su vida. Casi lloraba.

Cuando Satoru llegó al cuarto abrió la puertita de arriba del ropero y sacó un futón mediano y lo tiró al piso porque era pesado, también sacó una sábana, una almohada y una cobija, no hacía tanto frío pero seguía lloviendo, entonces puede que en la noche se enfriaran de más y no quería que su hermanito se enfermara ni mucho menos su compañero, no es su hijo ni nada, pero tampoco quería causarles problemas a su tutor o que este se enojara con él, porque el tuvo la confianza de dejar al chico a su encargo sin haberse visto antes y sin haber hablado y que este se le haya enfermado en su casa. No no no, que miedo.

Después de pensar un rato Satoru enrolló todo dentro del futón y lo llevó al cuarto de Megumi para ponerlo a lado de su cama. Cerró la puerta al salir y fue hacía la sala otra vez. Agarró su teléfono y salió por la puerta hacia el jardín. Y llamó el número antes registrado.

Un tono.

Dos tonos.

Tres tonos.

Pensó en dejar la llamada perdida y esperar a que le regresaran la llamada, pero al cuarto tono le contestaron.

-Bueno?- a Gojo casi se le para el corazón al escuchar esa voz tan masculina, tan rasposa pero suave, tan fluida y tan confiada.

-Buenas noches, habló con el señor Nanami?- se sentía nervioso, se preguntaba por cuantos años sería mayor que él.

-Sí, con quien hablo?

-Ah mi nombre es Gojo Satoru, soy el hermano mayor de Fushiguro Megumi, compañero del joven Itadori, no se si le haya comentado sobre que lo iba a llamar o algo.

-Ah claro, Yuuji me mencionó hace rato, ¿Qué sucede? ¿Yuuji se encuentra bien?

-Sí, Itadori está bien, nada más le llamaba para que supiera que los chicos se quedaron trabajando toda la tarde, me parece que que ya terminaron su trabajo y ya le dimos de comer Itadori y que ya vamos a cenar, solo para que sepa que el chico está bien.

-Le agradezco que se haya tomado la molestia de avisarme señor Gojo, es muy amable de su parte, desde haber dejado que mi hijo se quedara en su hogar, hasta por haberlo cuidado.

-Ah, no pasa nada no se preocupe por ello, bueno se está haciendo tarde, me tengo que retirar, que descanse.

-Muchas gracias, descanse igualmente.

Gojo colgó la llamada con la cara sonrojada y las manos algo sudorosas, no conocía al hombre, no sabía como se veía, si tenía pareja, si estaba casado o algo así, pero como le gustaría escuchar audios de su voz para dormir. Se limpió las manos y se golpeó la cara antes de agarrar la manija de la puerta y volver a entrar, se mojo un poco por el agua que rebotaba del piso hacia él pero no le dio mucha importancia.

-¿Qué pasó con la comida?-la forma en la que recuperó la compostura fue aterradora, se veía tan confiado como si no hubiera tenido un gay panic momentos atrás.

-Creo que atropellaron a nuestro repartidor.- le dijo Shoko mientras seguía observando el mapita de la app.

-¿Por?

-Estaba saliendo del estacionamiento del restaurante y ahí donde se deben de incorporar a la avenida se paró de repente, no se movió un buen rato y cambiaron al repartidor.

-Pero si viene la comida?- lo importante

-Seh, ya viene, dice que el repartidor llega como en unos 10 minutos más.

-Vale- Satoru movió su mirada hacia el chico pelirosa- Itadori, ya hablé con tu tutor, para que no te preocupes.

-Muchas gracias señor Gojo.- le sonrió desde el sillón y este le devolvió la sonrisa.

-De todas formas ya dejé un futón son cobija y almohada en el cuarto de Megumi para cuando gusten irse a dormir.

-Claro que sí, muchas gracias.

Después de todo ya nada más veían sus teléfonos mientras esperaban su comida. Al cabo de unos minutos Shoko se levantó del sillón con su teléfono y su cartera y se dirigió a la puerta de la casa.

Un "gracias" y un "quédate el cambio" se escucharon de lejos y lo próximo que vieron fue como la mujer regresaba al sillón con dos bolsas bastantes grandes.

Shoko dejó las bolsas en la mesa de centro y se volvió a sentar.

-Ahora si ya ponle play a la película Sato.


---------------------------------------------------

Lo del conductor de uber me pasó cuando yo y mi mamá pedimos del cassava roots.

Amor a solo un taco [Nanago]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora