Debe ser tan lamentable como patético que esta haya sido la forma en la que terminé dentro de este interrogatorio, arrestada, prisionera y juzgada por traicionar a la corona y mi reino entero. A mi imperfecta, pero amada Victoria. Acusada por ser creadora de una rebeldía que derrocaría a todo fuerte que se interpusiera a mi regencia.
La prueba, yace en que ayudé a liberar a Pablo, Ana y Agustín (presuntos rebeldes) de las garras de una muerte segura. Bueno, tal vez de eso sí que era culpable, pues les salvaría las veces que fueran necesarias, aunque no lo soy de la verdadera razón por la que me encuentro aquí y esa es el asesinato de mi familia.
Una futura sentencia a muerte es lo que me espera al amanecer, aunque para ser sincera dudo que aquello se lleve a cabo, pues yazco completamente segura de que los rebeldes lo conseguirán primero. Mucho antes de que mi sentencia a muerte sea escrita. De eso apuesto mi vida.
Idiota.
Retiro mis manos del rostro sintiéndome furiosa, frustrada, pero sobre todo idiota, contemplando que terminé traicionada por los dos hombres en los que yo más confiaba.
"Y creí que la mentirosa era yo"
Hay que estar cerca de los enemigos, pero aún más de los amigos. Leí las palabras del libro de Dan ese día que le encontré, pero al parecer nunca lo comprendí. No del todo al menos. No era que yo haya sido la más sincera con ellos, pero lealtad conmigo la tenían.
Si me detengo analizarlos, pueda que a simple vista sus vidas se miren completamente distintas. Uno, un seguidor con los ojos más grises y profundos que he visto en toda mi vida entera, de cabello castaño y piel olivácea, testigo de los rayos del sol a los que había servido añadida a aquella complexión de amplios hombros y musculosos brazos, resultado del duro entrenamiento que un soldado real llevaría, sin embargo, todo ello no le sería suficiente, ya que podría ser vencido rápidamente por mi segundo traidor.
Un fuerte qué, aunque su complexión fuera delgada a través de ese uniforme que le revestía aparentando ser inofensivo, sin duda era capaz, inteligente y ágil cuando del arte del combate se trataba. Aquel par de secretos ocultos en esa discreta sonrisa y rostro de cejas pobladas y negras como su quebrado cabello contrastando con su blanca piel, producto de los escasos rayos del sol que habitan en Santiago podía ser mortíferos de proponérselo.
En conclusión; fuera fuerte o seguidor, ambos lastimaban de la misma forma. Traicionaban por igual. Ninguno dejaba de ser un simple humano capaz de contener dentro de él tanta maldad como bondad. Ambos juraron salvarme. Ambos juraron sentir amor por mí y ambos, mintieron.
Todos mientes y ellos no fueron la excepción.
Y aun con mi sentimiento de prospera rabia por sus actos siento lástima por aquel par de chicos, siendo que en cuanto a Rolan corresponde, entiendo que él solo fue un peón en este juego y el cual su misión dentro del plan ya se había llevado a cabo. Ahora, es un hombre peligroso por tal habilidad poseía y por lo tanto, no les será conveniente conservarlo con vida y en cuanto le encuentren en la prisión donde el soldado le dejó le acabaran o pueda que quizá escape encantando a quién pueda.
Y sí vuelvo a Damián. Comprendo que él es el General de Victoria. El hombre que está a cargo de esta nación ahora que yo permanezco aquí, lo que significa que es un obstáculo para que los rebeldes tomen en su totalidad el palacio y realicen su golpe de estado deseado.
Sus muertes deberían siquiera consolarme, pero no lo hace, porque una gran parte mía desea que al menos sus decesos sean veloces, ya que algo me dice que la mía no lo será, aunque de alguna forma u otra conseguí brevemente poder volver a ver a mi hermano, tocar su rostro. Lo cual fue lo más maravilloso que me ha pasado en meses. Puede que hayan sido tan solo segundos, considerando que después de ello intentó clavarme una daga en el pecho, pero poco importa, porque él vive. No sé cómo, pero lo está.
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I. EN LOS OJOS DE LA REINA ♕
Fantasy👑"Todos mienten, y nadie es la excepción"👑 Fantasía/Romance/Aventura La tercera era humana llegó al mundo y con él, un imperio que condena al resto que no son como ellos (seres dotados de una extraordinaria fuerza y mirada carmesí). Sin embargo...