She said she would come.

183 28 7
                                    


A I D A N

Después de comprar comida con papá, llegar al apartamento y verlo más limpio de lo ya lo dejé, comer con mamá y papá y hablar sobre cosas que me han pasado y cómo me he sentido en este nuevo ambiente, era hora de que ellos se vayan.

-- Recuerda apagar la estufa. -- mi mamá advirtió para después darme un beso en la mejilla.

-- Si, la apagaré. -- rodé los ojos con fastidio. En estos últimos 10 minutos que ha tardado en despedirse de mí me ha dicho que no deje encendido algo que pueda ser peligroso y no dejar el apartamento tan desordenado.

-- ¡Lauren, ya nos tenemos que ir! -- habló mi papá quién estaba en el auto. Yo le di una seña de agradecimiento.

-- Bien, si, tiene razón. Nos vemos después Aidan, te quiero. -- me dió un último beso en la mejilla y se subió al auto. Papá arrancó el auto y este se dejó de ver al salir por los portones del vecindario.

En ese preciso momento mi teléfono sonó con puras vibraciones, lo saqué de mi bolsillo delantero y ví puros mensajes de Sophia, algo que me preocupó. Abrí su chat, y al parecer se notaba desesperada.

“Aidan ¿dónde estás?” -- era lo que decía el primer mensaje, y yo le respondí en que ubicación estaba.

“Tú y yo tenemos que hablar de algo importante, te espero en mi apartamento.” -- fue lo sé mostró en el primer mensaje, y yo extrañado hice lo que dijo, ir al edificio 20.

En el camino pasé al frente del edificio 5, eran aproximadamente las 16:56 y todavía no se había escuchado esa melodía. Tal vez la persona que la entonaba con sus silbidos se cansó o tal vez tenía otra cosa qué hacer. Aunque la melodía era muy bonita.

“Sin duda se lo preguntaré a Sophia.”

Ya ignorando todas las dudas, llegué al edificio de Sophia, la puerta de este estaba abierta así que sin más entré y subí por el elevador al piso 5, al estar en ese me dirigí a su apartamento “20-56.” Iba a tocar el timbre, pero ella abre primero la puerta con las llaves en mano como si ya supiera que estaría ahí. Imagino que fue la sombra.

-- Hola. -- saludó con la mirada baja. -- Entra. -- se hizo un lado permitiéndome el paso a su hogar, entré y oí de cerró la puerta detrás de mí.

Yo confundido la voltee a ver. -- ¿Que pasa? Te veías muy desesperada en los mensaje, ¿pasó algo malo? -- levanté las cejas.

-- Siéntate por favor, esto es serio. -- su seriedad hizo que una leve preocupación entrara en mí. Yo sin quejarme me senté en el sofá que ella tenía en la sala, ella se sentó a mi lado.

Cuando la voltee a ver ella ya me miraba, en su mirada se notaba que estaba con miedo pero a la vez decisión de hacer alguna cosa, así que habló.

-- Seré directa. -- yo asentí dando a entender que siguiera hablando. -- Yo... Yo no... -- sus palabras se entrecortaban de igual manera que su voz.

-- Hey, tranquila, está bien solo...

-- Perdón por todo lo que te hecho, Aidan, en serio lo siento. -- y soltó el llanto. Ya sé lo que venía esto. -- Eres un gran chico, eres apuesto, amable, caballeroso, cariño, gracioso y todo lo que sea perfecto, pero... -- tragó en seco. -- No creo que esto pueda funcionar más.

𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐡𝐢𝐬𝐭𝐥𝐞𝐬. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora