𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐡𝐢𝐬𝐭𝐥𝐞𝐬. [✓]

Paint.

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-- Tengo mucho sueño -- miré a Sasha entrar al apartamento y subir las escaleras mientras bostezaba con pereza.

Hoy había sido un día totalmente atareado y estresante.

-- Wow, tu abuela sí que sabe de decoración -- Aidan miraba alrededor del apartamento.

-- Pues, supongo que te daré las gracias por ellas -- reí levemente y dejé mis cosas en el sofá.

Había decidido quedarnos en casa para dejar a mi abuela reposar en paz. Aidan nos había ayudado con nuestras.

Él veía el gran cuadro colgado en la pared principal, se notaba que le prestaba hasta la más mínima atención.

-- Esto es hermoso -- dijo encantado.

-- Lo pintó mi mamá -- sonreí viéndolo. Este tenía una casa en medio de un valle con césped verde, flores de varios colores, se veía un río delante de la casa. Esa pintura me transmitía paz.

-- ¿Tu mamá pintaba? -- sentí su mirada.

-- No, pero mi abuelo le enseñó lo poco que sabía -- la miré con más atención, se podían ver unas notas musicales muy poco visibles marcadas en el cielo, y en unas de las esquinas estaba la firma de ella para alguien. Ese contenía mi nombre -- Dijo que se inspiró en mí -- sonreí.

-- Pues si la vemos bien, sí transmite mucha paz. Creo que esto es lo que te representa muy bien -- me volteé a verlo aún con su mirada en mí -- Un hogar, en un valle, el hermoso sonido de él río chocar contra las piedras. Eso es hermoso -- volvió a ver el cuadro, pero esta vez frunció el ceño.

-- ¿Qué pasa? ¿Tiene algo? -- lo miré con más atención.

-- ¿Qué son esas notas musicales? -- las señaló en el cielo de la pintura.

-- Mi mamá siempre me silbaba con una linda melodía para poder dormir, imagino que las puso en el cielo porque siempre estaría conmigo mientras dormía -- expliqué con una sonrisa nostálgica -- Esos sí que me daban muchas paz -- reí levemente.

Al parecer Aidan comenzó a entender algo, o es lo que supuse por su rostro iluminado.

-- ¿Tú eres la de los silbidos? -- me volteó a ver.

-- ¿Eh?

-- Cuando me mudé, siempre escuchaba unos silbidos en la tarde o en la mañana. Esos fueron mi melodía favorita sin duda -- sonrió -- ¿Fuiste tú?

Sonreí recordando aquellas veces que mi madre me silbaba cuando tenía la edad de Sasha, ella siempre me dormía con la melodía que me podía otorgar la mayor paz que sentía. Su linda sonrisa con dientes blancos.

Recordaba las múltiples de veces que ambas fuimos a un valle, yo lo llamaba el valle de los sueños, lo llamaba de esa forma porque era tan espectacular que no podía ser realidad. Parecía como si estuviera en un sueño. Corríamos por el césped verde entre las flores de varios colores, sus risas siempre se oían por el hermoso valle.

Había tenido la mejor experiencia que mi madre me había podido dar.

-- Me alegro que se haya vuelto tu melodía favorita -- sonreí viendo sus lindo ojos verdes con una sonrisa en su rostro -- Ojos verdes...