Tomorrow will be better than today.

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A I D A N

Al abrir aquella puerta, pude ver a Emily, Nancy y Linda en los pequeños sillones de la habitación, mi mirada fue directo a la camilla en donde estaba Joel con golpes reflejados en sus ojos, brazos y un cuello ortopédico. Él al verme sonrió pero más bien se vió como una mueca.

-- Hola amigo -- saludé ignorando a las demás.

-- No puede hablar por ahora -- interrumpió Nancy llegando a nuestra dirección.

-- ¿Por qué? ¿Qué le pasó? -- lo miré confundido.

Veía como poco a poco sus ojos se cerraban.

-- Ven conmigo -- la seguí fuera de la habitación.

-- No entiendo nada, ¿y donde están los demás? -- pregunté viendo hacia los pasillos.

-- Unos tipos lo golpearon de camino a mi casa a la tuya, Aidan -- habló de repente.

-- ¿Qué? ¿Por qué?

-- No lo sé, él no me dijo nada sobre si se metió en peleas o algo, no me dijo nada -- hizo una mueca de cansancio.

-- ¿Y él qué hacía en tu casa? -- la señalé.

-- Los... los demás están en la cafetería. En un rato nos iremos todos para que él pueda descansar y mañana lo visitaré... visitaremos -- dijo nerviosa y se volvió a a adentrar a la habitación.

Me quedé totalmente confundido y extrañado.

¿Joel y Nancy estarán saliendo?

(...)

________

Esperaba al lado de la camilla en donde estaba mi abuela. Ella se veía pálida y con unas grandes ojeras en sus ojos mientras dormía.

No me gustaba verla así, tan débil, cuando ella es una mujer fuerte que hace todo lo que pueda para estar feliz, ella y nosotras.

Sasha aún dormía en unos de los sillones de la habitación. Se veían cansadas.

Pero ahora era yo la que tenía que cuidarlas por ahora.

Esperaba a la doctora entrar por la puerta y decirme qué tenía mi abuela. Mientras más pasaban los minutos, más ansiedad me daba por saber de ella.

Para tratar de tranquilizarme decidí salir de la habitación, no sin antes darle un pequeño beso en la frente a mi abuela y a mí hermana. Quería salir y tomar una Coca-Cola para despertarme, ya hasta el trasero me dolía de estar tanto tiempo sentada.

Fui a la máquina que le indiqué anteriormente a Aidan, en estás pocas horas ya me sabía hasta los atajos del hospital.

Salió la Coca-Cola y unos snacks después de introducir el dinero. Y simplemente comía y bebía el número de las habitaciones.

Fui a la cafetería para sentarme, comer y pensar, siquiera quería revisar mi celular, sabía que miles de mensajes de Luis, Ethan o Jayla me estarían esperando a través de esa pantalla. Mejor prefiero perderme en mis pensamientos.

Veía desde lejos una pareja de viejitos en una mesa mientras comían, conversaban y reían. Ninguno de los dos tenían cabello pero sí tenían las batas del hospital. Sonreí medianamente al querer llegar así algún momento de mi vida.

𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐡𝐢𝐬𝐭𝐥𝐞𝐬. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora