𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐡𝐢𝐬𝐭𝐥𝐞𝐬. [✓]

A confused and tired day.

_______.

Estaba por fin llegando a mi casa, y con tan solo abrir la puerta, una mona vino hacia mí como carnada, haciéndome que caiga al suelo.

-- ¡Regresaste greñuda! -- soltó de la emoción.

-- Si si, ya llegué, pero ahora déjame entrar al apartamento siquiera, Sasha. -- reí.

Pude escuchar un “Ups” de parte, se levantó y yo hice la misma acción, yo un poco cansada y ella un poco emocionada entramos al apartamento, en donde pude ver a Jayla con su típica pijama que siempre deja en mi casa por si su madre no la deja entrar a la suya.

-- Sasha y yo tenemos que hablar de algo contigo. Seriamente. -- recalcó la última palabra.

Probablemente ya sabía a lo que se refería, todos estos días Sasha me ha dicho de un chico que es el nuevo vecino, y siendo sincera no me interesa.

-- Si es por lo mismo que me ha dicho Sasha en todo el día, entonces no. Lo siento mucho pero yo tengo hambre. -- solté mi bolso en el sofá y fui a la cocina siendo seguida por Jayla y Sasha.

-- ______, esto es en serio, hoy lo vi y adivina qué dijo. -- habló Jayla emocionada. Yo sólo levanté las cejas en muestra de desinterés. -- ¡Él ya te conoce!

¿Qué? Eso era imposible, ni siquiera sé cómo es él como para que él me conozca a mí.

-- ¿Es un acosador o algo? -- fui al refrigerador por una manzana.

-- ¡Claro que no! Sólo que la abuela le mostró una foto tuya y Jayla hoy en el día, y pude escuchar un “es linda.” -- dijo Sasha haciendo comillas con sus manos.

-- Y es súper guapo ______, tiene ojos verdes, cabello marrón y es muy caballeroso. Mientras que tú estabas limpiado el set con Luis, él se quedó con Sasha. -- hizo una sonrisa pícara.

-- ¿Y qué? -- bebí agua. -- Sólo le agradecería por quedarse con mi hermana, no por otra cosa. -- hablé seco y me dirigí a mi habitación subiendo las escaleras.

-- ¡Es en serio ______! -- habló Sasha.

Yo sin ánimos de nada me acosté en mi cama, mientras que sentía los pasos de Jayla y Sasha viendo a esta. Sentía los murmullos que se decían una a la otra. Al llegar a mi habitación cerraron la puerta y se acomodaron mejor en mi cama.

Suspiré. -- ¿Seguirán? -- hablé fastidiada.

-- ¿Cómo es que se llamaba Sash? ¿Adrián? Aida...

-- Aidan Gallagher, vive en el edificio 8 y terminó hoy con su novia. -- más concreta no puede ser. -- ¡Por favor, _______! ¡Sólo conocelo una vez!

-- Sigo sin entender porqué hacen esto, las dos saben perfectamente que no estoy concentrada en una relación ahorita mismo. -- hablé molesta.

-- Bien, si así lo prefieres está bien. -- habló Jayla con simplesa y se fue de mi habitación con Sasha cerrando la puerta.

-¿Por qué te engañas?- fue lo que dijo mi conciencia, yo solamente negué con mi cabeza mientras cerraba con fuerza mis ojos dejando ese pensamiento. El pensamiento de no poder estar con alguien por miedo, de no poder estar con alguien por miedo hacer las cosas mal.

Pero una leve curiosidad entró en mí ante el chico de ojos verdes que tanto hablaban mi hermana y mi mejor amiga. ¿Y sí realmente es como ella lo dicen? ¿Que pasa si aunque sea me abro a alguien de verdad y con confianza? Eso es lo que tenía miedo, miedo a arruinarlo todo mi culpa.

(...)

A I D A N

Estaba en la cocina mientras servía unas cuantas cervezas para Joel y para mí, quién estaba sentado en el sofá de mi sala mientras veía atentamente su teléfono.

-- ¿Quién es? -- pregunté mientras le entregaba una cerveza a él y me sentaba al lado.

-- Isaac, quiere que vayamos mañana todos juntos a la playa y pasemos la noche allá con sus amigos en el hotel de su padre. ¿Vendrás? -- apagó su teléfono y me volteó a ver. -- Además, habrán chicas. -- hizo una risita pícara.

Hablando de chicas...

-- Joel. -- llamé su atención. -- ¿Alguna vez sentiste que te ha gustado alguien sin conocerla? -- pregunté ya un poco ido. Él me volteó a ver confundido. -- Hoy Sophia me termino pero... Creo que, estoy sintiendo algo por alguien más. -- sonreí. Era obvio que estaba más que ebrio.

-- ¿De qué hablas? -- preguntó serio.

-- No lo sé, en todo el día de hoy fue extraño, no me sentía feliz ni tampoco triste, menos el momento que pasé con Peluchín y me habla sobre su linda hermana. -- caí mi cabeza al espaldar del sofá mientras sonreía.

-- ¿Peluchín? Aidan dame eso. -- me quitó la séptima cerveza que me había tomado en toda la noche. -- Ya estás ebrio, y mañana tienes más cosas qué hacer. -- se iba a levantar pero lo interrumpí.

-- ¿Pero alguna vez te ha gustado de una persona que ni siquiera conoces? ¿O que tu ex novia te terminara pero no sabes cómo sentirte al respecto? Porque es justo lo que me está pasando y ni siquiera sé qué hacer. -- suspiré.

-- Descansa Aidan, yo dormiré en tu cama si no te molesta. -- me dió dos palmadas en mi hombro, apagó la luz y se fue a mi habitación subiendo las escaleras de mi apartamento.

Yo estaba completamente ido, no sabía lo que sentía y eso era algo extraño y molesto. Me he sentido muy feliz con mi apartamento y el gran logro que he tenido gracias a este pero, siento que falta algo, algo que ni siquiera yo sé que es.

En el día de hoy Sophia me había terminado y yo también lo hice con ella, me siento mal, triste, feliz, frustrado con respecto a eso, a ella, pero por otra parte hay alguien más, y esa alguien más ni siquiera me conoce. Estoy demasiado confundido ante todo lo había pasado el día de hoy. ¿Cómo es es que en toda la mañana y resto de la tarde había estado super feliz con las quejas de mamá y las ocurrencias de papá, como de repente todo dió un giro de 180 grados y de repente se convierte el día más confuso y perdido de mi vida?

Recordaba las palabras que había tenido con papá en el día, sobre mi ex relación son Sophia y cómo me sentía, “si no estás cómodo en una relación, mejor terminala, créeme, no van a terminar bien en un futuro no muy lejano”, fueron sus palabras las cuales estaban en mi cabeza y los momentos con Sophia, todo lo que sentía por ella, pero también mi interés se perdía, todo ese interés se perdía poco a poco.

-¿Que es lo que tenía qué hacer?- -¿Qué hago ahora?- - ¿Que debería hacer?-. Y preguntas como esas estaban rodando por mi cabeza a las 12 de la madrugada, mientras que poco a poco iba cerrando mis ojos, cayendo en un profundo sueño.