𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐡𝐢𝐬𝐭𝐥𝐞𝐬. [✓]

I shall...

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Día siguiente, estaba en la habitación de mi abuela mientras Sasha me esperaba para comer en la cafetería. Ella seguís dormida, pero no me preocupé al oír sus latidos en el electrocardiograma.

Mientras la dejábamos al cuidado en una enfermera, Sasha y yo nos dirigimos a la cafetería. Tanto ella como yo teníamos demasiada hambre.

Mientras comía y me mencionaba todo lo que había hecho en la escuela, yo estaba tratando de prestarle atención, pero mi mente estaba bloqueada sólo pensando en una sola cosa.

“¿Cómo estará?”

“¿Qué pasará?”

“¿Qué haré?”

“¿Estará bien?”

“¿Estaremos bien?”

-- ¡Ey! -- Sasha me asustó haciéndome reaccionar -- ¿Todo bien? Te fuiste de la tierra por un minuto -- me miró confundida.

-- No te preocupes, sólo eran pensamientos de la clase de fotografía, no sé cómo habrá reaccionado Luis, y eso es de lo que temo -- sonreí amistosamente y empecé a comer rápido.

-- Si no te controlas te vas a ahogar -- rió -- Tranquila, no creo que Luis sea tan estricto como para bajarte calificación por cuidar a tu abuela -- comió -- Por cierto, ¿ya sabes qué tiene? -- me tensé.

-- No, pero pronto nos lo dirán, de eso estoy segura -- sonreí medianamente y comencé a comer un poco más calmada.

Tenía muchas cosas en la cabeza, no sabía con qué lidiar primero, pero era claro, lo primero que tenía que hacer era calmarme y tratar de llevar todo con calma. Era lo principal.

Estaba tan sumergida en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta que alguien se había sentado con nosotras.

-- ¡_____! ¡_____! -- reaccioné al ver manos pasando por delante de mi cara -- ¿Todo bien? -- asentí sin mirar la persona.

-- Está así desde hace unos minutos, es extraño -- escuché susurrar a Sasha, yo la miré fijamente.

-- _____, ¿está todo bien? -- voltee a ver a Aidan con una sonrisa de oreja a oreja.

No lo sé.

-- Por supuesto, sólo que, estoy pensando en cómo estará mi abuela, ella me preocupa mucho y también su estado. Pero a partir de ahí, todo está bien -- le sonreí amablemente, él hizo lo mismo -- ¿Y tú? ¿Cómo sigue tu amigo?

-- Mejor, al parecer está aquí por unos golpes -- lo miré confundido -- Hoy me tocó cuidarlo, ahorita está durmiendo mentiras que yo decidí comer, las vi desde lejos y aquí estoy -- explicó con una sonrisa.

Sus profundos ojos verdes me miraban con ese brillo reflejados. Eso ojos verdes...

Esos lindos ojos verdes.

-- Me alegro que esté en un buen progreso -- sonreí y volví a comer otra cucharada.

Nos la pasamos los tres entre risas, chistes, anécdotas vergonzosas y chistosas, ya había caído las dos de la tarde, le tocaba el medicamento a mi abuela, ya nos teníamos que ir.