I hope you are well.

94 20 6
                                    


A I D A N

Estaba en una de las mesas con mis padres, sus amigos y Romy brindando por el logro que habían tenido.

Estaban felices, se les podía notar, y claro, ¿por qué no? Como había dicho, ya es otro logro superado.

Yo brindé con ellos tratando de no sumergir mis pensamientos en ella y que sólo sea ella. Trato de concentrarme en lo que está pasando, pasandole a mis padres, pasándome a mí y simplemente poder sonreír mostrando mi clara felicidad y orgullo por ellos.

-- Aidan, ¿oíste lo que Fran te dijo? -- la voz de mi madre me sacó de mis pensamientos.

Capaz y sí estuve en esos pensamientos sin darme cuenta.

-- Ah, eh, no, lo siento. ¿Qué me iba a decir? -- me incliné un poco de la silla para escucharlo bien.

Él volvió hablar, aún así no lo entendí nada, simplemente asentí con una sonrisa por si me había dicho algo, y arrugué la nariz por si de una pregunta se tratase.

-- Aidan -- mi papá me llamó al lado mío -- ¿Y tu amiga?

-- Creo que no pudo venir, le he estado escribiendo pero siquiera lee los mensajes -- fruncí mis labios -- Por ahora creo que es mejor dejarlo así. Tal vez esté ocupada o le pasó algo.

-- ¿Y por qué no invitaste Joel? A él de seguro le hubieran gustado el rico pollo que hacemos aquí -- miró a su alrededor.

-- Imagino que a él también le pasó lo mismo, no lo sé. Después lo averiguaré -- sonreí levemente, él me dejó para ir hablar con sus amigos.

-- Ya te dije, te dejaron plantado -- Romy se burló.

Por más que quería negarlo, él tenía razón.

-- No veo que sea problema tuyo -- sonreí forzadamente, él rodó los ojos y una llamada interrumpiendo el momento me desconcentró.

Era nada más y nada menos que Isaac.

¿Y ahora qué querría?

-- Dime... No puedo ahorita, estoy ocupado... ¿Qué le pasó?... Bien, ya voy para allá, no tardo -- colgué.

-- ¿Todo bien?

-- No, le pasó algo a Joel, me tengo que ir -- me despidí de mis padres con una sonrisa y me fui de ahí a paso mientras que pedía un taxi, así para poder llegar más rápido.

En todo el camino pensaba en sí Joel estaba bien, o qué le habría pasado. No tenía ni la mayor idea del porqué no nos había dicho nada a nadie.

Al llegar al hospital, le pagué al taxista como siempre lo hacía y me adentré a este. Todos estaban e iban de un lado para otro con mucha prisa.

Buscaba a Isaac con la mirada, y en vez de encontrarme con él, me encontré con una señora que iba caminando con una bata de hospital por los pasillos de este.

-- Uy, disculpe, ¿está bien? -- le pregunté entre la multitud.

Parecía perdida, no sabía a donde ir.

𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐡𝐢𝐬𝐭𝐥𝐞𝐬. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora