El banquete.

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Lyon - (Samael... ¿Ella es mi madre?...)-

[Así es, aunque solo hay tres personas que son hijos de dioses en este grupo, el resto están repartidas entre los otros.]

Lyon - (Primero... ¿Hay más héroes?... Segundo ¿Por qué es tan alta?... O mejor dicho todos).-

[Su cuerpo está compuesto de maná puro, si dejan que salga deliberadamente podría matarlos y por eso lo contienen... Lo que los vuelve un globo.]

Lyon - ¿Eh?.-

Paris - ¿Pasa algo?.-

Lyon - No, nada... ¿Por qué no pasas?.-

Paris - Solo los héroes pueden pasar, nosotros no tenemos permitido hacerlo.-

Lyon - Bueno... Nos vemos...-

Paris - Hasta luego Lyon.-

Los dioses no se movían de donde estaban y nosotros tampoco nos movimos mucho que digamos, pero de un momento a otro mi... Madre... Comenzó a caminar directamente a mí... Mi corazón corría... Sentía que se me iba a salir del pecho...

Después de que estuvo frente a mí soltó una pequeña risa... No era un burla... No, se sentía más como un sentimiento de culpa en ella...

¿? - Primero, no creo que sea bueno estar parado allí como roca, ven a comer algo... Dicen que esta carne la hicieron los chefs del Rey... Pero si te cuento un secreto tu otra madre cocina mucho mejor.- Ella se acercó a mí y se agachó un poco y con un tono aliviado me dirigió esas palabras... Pero... Pasé de no tener una madre a tener dos...

¿? - Más precisamente son siete... En cambio yo fuí quien te dió a luz.-

Lyon - ¿Eh?...-

¿? - Somos una familia numerosa, ahora muévete ven a comer algo, estás muy delgado.-

Lyon - Okay...-

Ella y yo comimos una especie de pan relleno con algún dulce, pero pese a estar feliz por conocer a mi madre no sabía nada de ella, no sabía ni su nombre, ni cómo se veía... Y aún tengo más preguntas ¿Por qué me abandonó?... ¿Donde está mi padre?... ¿Por qué?...

¿? - Hijo se que tienes preguntas... Es bastante obvio, trataré de responder lo mejor que pueda.-

Lyon - B-Bueno... ¿Cuál es tu nombre?.-

¿? - Yo soy Claris y mi armadura se llama Elizabeth o al menos así se hace llamar.-

Lyon - ¿Y mi padre?.-

Claris - Bueno, el no está aquí porque probablemente mataría a todos esos niños de allí, lo cual sería un inconveniente ya que rompería el acuerdo de libertad que el firmó.-

Lyon - ¿Acuerdo de libertad?.-

Claris - Así es, por ese acuerdo tanto tú como otros cientos de bebés hijos de dioses fueron abandonados en ese mundo, nuestros cuerpos mortales murieron y por el acuerdo ya no teníamos derecho a intervenir y sacarlos de allí... Aunque tu padre logró hacer que los demás aceptaran un movimiento también trajo inconvenientes... Por ejemplo ningún Dios podría eliminar al hijo de otro, ese acuerdo vino debido a tí y otros dos jóvenes pero el mismo acuerdo dejaba en claro que ustedes se podrían matar entre ustedes si la situación llegaba a ese extremo.-

Lyon - ¿No crees que es mucha información?.-

Claris - No... No sabes la cantidad de información que estoy resumiendo y saltandome... Los contratos de los dioses tienen cientas de hojas...- Su voz sonaba pesada...

Así pasé el tiempo preguntándole a mi padre por el resto de mi familia... Pues resulta que debido a que los dioses tienen hijos cada mucho, nuestra generación es la más joven de todos los hijos de los dioses, pero aún así somos mortales.

Un Mundo CaóticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora