101

4 1 2
                                    

Esa misma noche para Paris hubo una sorpresa ya que su bebé estaba silencioso mientras jugaba solo en su cuna... Cuando vió a sus padres comenzó a hablar con sus padres.

- Uwaaah-

Leo estaba haciendo algo que muchos en este contienente verían como una sentencia de muerte... Estaba jugando jalando las orejas de Lyon estirando sus orejas lo más que podía con sus manitos.

- Huuuuuuuuu-

Dejó de jugar con sus orejas para comenzar a jugar jalando su pelo.

Paris estaba soltando una risita mientras veía a su bebé jugando con su padre sin preocupaciones.

Lyon - Hijo... Sé que no puedes entenderme... Pero ¿Podrías dejar de usar como gel de pelo tu baba?...-

Mientras el se quejaba su bebé no le prestaba atención y seguía peinando a su padre sin importarle la situación.

De un segundo a otros los ojos de Lyon pasaron de tener un iris circular a uno reptiliano... Mirando a su hijo a los ojos el niño pareció sorprendido al principio, luego se comenzó a reír como si le estuvieran haciendo cosquillas.

Lyon - No sabía que algo que le podía sacar un susto a casi cualquier otro solo te haría reír... Hijo ¿Seguro que no tienes un par de pequeñas nueces de acero?-

Paris al escuchar el comentario de Lyon le dió un golpe la parte posterior de la cabeza.

Paris - No hagas esa clase de comentarios.-

Mientras ambos charlaban antes de dormir Leo siguió jugando con el rostro de su padre hasta el cansancio... De un momento a otro simplemente se durmió... Por hoy habían decidido hacerle caso a su sirvienta principal y dejar a Leo en su propia habitación.

Por primera vez en bastante tiempo estaban solos y no pensaban perder el tiempo, antes lo hacían incluso en la sala sin importar la hora o lugar... Ahora con la cantidad de personas en la casa y Leo siempre vigilante no podían hacer mucho más que algunos toques discretos y besos subidos de tono que para Lyon eran un sacrificio total... Era como si le dieran solo una pequeña porción de un postre solo para quitárselo de las manos.

Esa misma noche las dos jóvenes sirvientas que estaban pasando por el pasillo llevando ropa a lavar escucharon los fuertes gemidos de su señora, por curiosidad pegaron sus oídos a la puerta solo para ser sorprendidas cuando la puerta comenzó a ser sacudida como si la estuvieran tratando de tumbar.

Lo que al principio parecía el espionaje de dos jóvenes, rápidamente escaló a más de diez jóvenes que imaginaban al imponente héroe sobre ellas... Al siguiente día hubo varias sirvientas que solicitaron uniformes de repuesto ya que misteriosamente todos estaban mojados de la cintura para abajo, nadie preguntó sobre la extraña situación... Pero para Aria que llegó a su casa y escuchó los chismes de las sirvientas fue otra cosa.

Ahora estaba sentada comiendo sobra las piernas de Lyon, para su asombro y comodidad sin una pizca de vergüenza sentía como algo crecía entre sus nalgas pero aún así no dijo nada, ya que si los chismes eran ciertos entonces ahora le tocaba a ella tener a Lyon para ella sola.

Lyon - Por cierto Aria, deseamos ir de vacaciones al país ese raro ¿Quieres ir?.-

Aria - Hmmm... ¿Eh? ¡Oh! Si, si.-

Aria sorprendida mientras se acomodaba para sentir mejor lo que acariciaba sus nalgas estaba algo avergonzada ya que su mente estaba en otro lugar muy lejano al comedor.

Lyon solo pudo suspirar, con eso dicho entoces partirían en su viaje a Gu De Jie en solo unas horas.

Cuando estaban preparando todo para su viaje apareció Haku de la nada.

Haku - ¿A donde van?.-

Lyon - No te importa.-

Haku - ¿Puedo ir?.-

Lyon - No.-

Haku tenía una mirada de pérdida... Entonces Aria que no estaba enterada de nada preguntó por ella, para el asombro de Lyon, Aria le pidió que la dejara acompañarlos... Desde ese momento Haku consideró a Aria su mejor amiga.

Cuando salieron de su casa entraron en el mismo carruaje que habían usado Aria y Paris para acompañar a Lyon en la guerra... Solo que ahora no estaban siendo jalados por caballos de seis patas, si no un grupo de cuatro imponentes hipogrifos.

Los hipogrifos estaban con los ojos vendados y Lyon estaba confundido, no sabía por qué usarían bestias indómitas para jalar su carruaje, era bien conocido que los hipogrifos y grifos eran criaturas inteligentes que junto con los Kobolds, servían a los dragones pero aunque reconocieran a una persona como digna solo la verían un poco por encima de los demás, jamás los verían como alguien por encima de ellos, siempre pensaron que encima de ellos solo estaban los dragones.

Lyon - ¿Por qué hipogrifos?.-

Grettel salió desde dentro del carruaje y saludó, para la buena vista de todos los hombres en la zona salió con un traje ajustado que dejaban a la vista sus curvas y cuerpo sin grasa.

Grettel - Bueno, mi esposo los cría uno de los jardines de su majestad solo saqué a unos jóvenes para que vieran un poco de mundo.-

Los hipogrifos medían aproximadamente tres metros de altura con dos o tres de envergadura... No eran pequeños par nada.

Lyon - ¿Que tan grande es el jardín?...-

Grettel - Diez de ancho y diez de largo...-

Tragué saliva imaginando lo grande que era, si bien puedo recorrer esas distancias en muy poco tiempo, eso no significa que sean pequeñas...

Sin preguntar más simplemente nos subimos al carruajes y en menos de diez minutos partimos, para mí asombro los hipogrifos corrían bastante rápido con una gran resistencia... ¿Por qué viajamos en carruaje y no los cargo en mi espalda?... Sencillo, podría causar un gran caos si paso por encima de alguna ciudad o pueblo y no voy para llamar la atención, voy de vacaciones familiares.

Un Mundo CaóticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora