Sol negro y sombras de sangre.

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(Joder que gran título me cago en su puta madre, para luego escribir un mojón como una casa.)

En las puertas de la antigua capital un ejercito estaba entrando como hormigas, acaban todo lo que se encontraron a su paso... Edificios fueron derribados únicamente para hacer espacio.

En el frente al unos cientos de metros dentro del nido del enemigo un hombre con una armadura negra y nueve personas detrás de él.

Cuando su camino fue interrumpido por una criatura que parecía estar secándose, de lo que parecía su gran boca salía una sola palabra...

Aguaaaaaaa...

(Estos son Los Profundos, concebidos por HP Lovecraft, háganse a la idea de que está seco por falta de bueno

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(Estos son Los Profundos, concebidos por HP Lovecraft, háganse a la idea de que está seco por falta de bueno... Agua.)

Cuando vió al grupo cerca de el se abalanzó sobre ellos, pero rápidamente fue interceptado por un puño que entró por su costilla y batió todos sus órganos... No fue una muerte rápida... Fue dolorosa, su corazón aún latía pero el shock del dolor estaba por encima de lo que podía superar y murió de un paro cardiaco.

El grupo de nueve personas miraban asombrados al hombre de la armadura negra... Pero este solo siguió avanzando.

Come... Come... Come...

Solo esa palabra rondaba por su cabeza desde el primer momento que tuvo una de esas criaturas cerca... Un hambre insaciable llenaba su mente... Un deseo de devorar incansable.

Por el olor de la sangre muchas más criaturas de todo tipo se acercaron al cadáver.

El hombre de la armadura parecía desaparecer de un lugar a otro, donde sus puños caían aparecía una criatura muerta.

Su hambre solo incrementaba cada vez más... Para el estas criaturas se veían como simples trozos de carne que podían moverse.

Grrroooooooooooowww.

Lyon - Váyanse de aquí y llevense ese cadáver.-

Sus palabras sonaron como dos voces una rugía mientras la otra hablaba con sensatez y calma.

El grupo de nueve personas rápidamente se llevó el cadáver de la criatura que señaló, parecía un gran escorpión dorado.

Cuando pudieron salieron corriendo y a menos de cien metros comenzaron a escuchar rugidos de criaturas que exhalaban su último aliento en medio del sufrimiento.

Casi podían escuchar la carne siendo machacada sin remedio, dejando solo una sombra de sangre.

De repente un pilar de luz que parecía estar en llamar se alzó en el cielo y lo que parecía un estrella en llamas comenzó a soltar ascuas blancas como la luna sobre toda la ciudad donde sus llamas caían purificaban.

La sangre fue borrada, los pecados fueron perdonados y lo horrores de otro mundo ardían en la llama que los culpaba de sus crímenes.

La Rosa que una vez fue una ciudad hermosa ahora estaba siendo bañada en llamas divinas de color blanco.

No destruían, no emitían calor... Eran las llamas de un juicio divino del que no se podía escapar, ardían donde el pecado existía.

El gran sol blanco podía verse incluso desde otros países y sembró el terror en los corazones de los impuros y para los puros fue la luz de la esperanza así se mantuvo el gran sol blanco durante siete horas hasta que los monstruos terminaron de arder su llama no se apagó... Cuando las llamas terminaron de arder muchas luces de todo tipo de colores aparecieron de todas direcciones algunas más grandes que otras.

Y fueron absorbidas por el gran sol blanco que rápidamente cambió su color a un negro absoluto.

Lyon - ¿No que eran inmunes a la magia putas?.-

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