Madre

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Reina - No pareces entender tu posición, podrías incluso ser el hijo de un Dios pero eso no te hace inmortal.-

La Reina tocó su muñeca donde una pulsera gruesa con cristales rojos comenzó a brillar con intensidad.

La mirada de Lyon se estrechó, antes de siquiera comprender la situación actual sintió grandes cantidades de energía atravesando el piso como un rayo hasta su ubicación desde abajo.

Lyon pisoteó fuertemente el suelo, tan fuerte que grietas que podrían tragar personas aparecieron de la nada, en conjunto con sus movimientos la su armadura apareció de la nada.

Con una distancia considerable de Lyon lo que podría haber sido un pollo con esteroides salió del suelo, pero para su desgracia era un dragón de rango alto, un dragón emplumado, se veía como Lyon en su forma de dragón pero más pequeño y plumas, en su cuerpo pulcro no estaban las líneas doradas que cubrían el cuerpo de Lyon, en su lugar la única similitud que guardaba con Lyon eran un par de ojos azules como el cielo mismo.

- Serena ¿Que deseas?.-

Reina - Haku por medio del contrato firmado con mi antepasado te pido que sometas con tu magia a aquél hombre.-

La Dragona llamada Haku miró a Lyon y sintió la sangre de los dragones corriendo por sus venas... A ella no importó mucho esto más allá de que su armadura y su espada le daban el aire a la gente de otro continente... Pero para ella eso no significaba nada.

Lyon - Es la primera vez que me encuentro con un dragón de alto rango... ¿Haku cierto?... Me gustaría saber cómo una dragona podría ser encadenada a un contrato.-

Haku - Un joven como tú no podría entender los entresijos de la vida.-

Lyon - Jaja ¿Su pulsera es el detonante del contrato?.-

La mirada de Haku se entrecerró al mirar a Lyon, pero sin dudar más movió su cuerpo de quince metros de altura ágilmente hasta quedar junto a Lyon, su cola fue usada como un látigo para golpear a Lyon y cuando su golpe estuvo por golpear a Lyon se detuvo en seco... Toda su cola había desaparecido.

Lyon - Sabes yo no puedo pelear con un dragón de alto rango, aún soy muy débil para eso... Pero nadie dijo que mi padre permitiría que alguien me intimidara jaja.-

Un manto dorado apareció sobre sus hombros y todas las personas incluso los que estaban lejos fueron forzados a ver en su dirección con una contradicción, sus cuerpos fueron forzados a arrodillarse y sus cabezas se sentían tan pesadas como una gran roca pero sentían que apartar la mirada sería una falta de respeto tan grande que sus vidas no podrían pagarlas.

La reina, los caballeros, los civiles, Haku, los animales... Todos tenían sus cuerpos en posición de reverencia pero sus ojos estaban totalmente enfocados en Lyon... Hasta que una imagen que jamás olvidarían apareció en aire, más allá que las nubes.

Cientos... Miles de figuras moviéndose desde el sol mismo hasta ellos... En solo unos segundos la figuras ya estaban sobre sus cabezas, en el cielo mismo un poco bajo las nubes cientos de dragones de todo tipo de colores estaban moviéndose y observando a la tierra con orgullo y benevolencia.

Entonces un gran dragón dorado que no tenía nada que envidiar al tamaño del castillo descendió de los cielos.

Sol - Hola soy Sol... Aunque irónico venimos por la llamada del príncipe desde el Sol... Esperamos algún día visite nuestra tierra de dragones...-

Lyon - No esperaba que algo como esto sucediera... Sol... Sol... ¡Aaah! Ya veo buen chiste, ¿Quién te dió ese nombre?.-

Sol - Igual que todos los dragones estelares recibí mi nombre de un príncipe... Aún recuerdo cuando el príncipe me crió.-

Lyon - ¿Uno de mis hermanos?... Bueno supongo que esta situación ya es lo suficientemente favorable para mí, espero algún día poder visitar su tierra.-

Sol - Lo recibiremos con gusto...-

De la misma manera en la que llegaron se fueron...

Mientras todos estaban en shock Lyon aprovechó para acercarse sigilosamente a la reina y con la daga que su padre le había dejado absorbió toda la energía acumulada en el brazalete hasta que simplemente se volvió trizas.

Lyon - Eso debería ser todo... Haku eres libre, eres la dragona más lista con la que me topé antes de esto así que espero no exista resentimiento... Mira incluso podría curar tu cola si me das tiempo.-

Haku - Tengo curiosidad... ¿Cuanto tardarías en recuperar mi cola?.-

Lyon - Algunas horas nada más.-

Haku - Permíteme acompañarte entonces, no quiero pasar algunos meses sin poder volar.-

Lyon - Entonces nos vamos... Ah y ya no intenten nada o me veré en la obligación de destruir un reino con comida apetecible... Quizás traiga a mi familia a comer.-

Con esas últimas palabras tanto a Haku como a Lyon la tierra los tragó para ser escupidos minutos después en la colina donde Lyon había estado antes.

Lyon - Tu cuerpo necesitará nutrientes para reponer la cola así que primero come... Y una pregunta ¿en tu forma humana tu cola representa alguna parte de cuerpo?.-

Haku - No me gustan los humanos.-

Lyon asintió comprensivamente a Haku y del aire sacó el cadáver de un búfalo... Solo que este búfalo perfectamente podría haber sido una especie en peligro de extinción, su pelaje era blanco y un mechón azul cruzaba todo su cuerpo de la cabeza a la cola.

Lyon hábilmente perforó un pequeño hueco en el costado y sopló, toda la peli del búfalo se desprendió perfectamente, con esto hecho simplemente abrió un corte a su costado y sacó las cosas no comestibles.

Lyon - Bien pon tu inexistente cola en mi dirección.-

Cuando Haku se dió la vuelta frente a Lyon quedó un muñón de músculos tan apretados que se abultaban fuera del corte e incluso el hueso podía verse... Le recordaba a Lyon a cuando un lagarto se desprendía de su cola.

Lyon se concentró y algunos minutos después la cola de Haku estaba como la una recién nacida, incluso le faltaba el plumaje y solo parecía un pollo sin plumas.

Lyon - Con el tiempo debería volver a la normalidad.-

Haku casi sin escuchar a Lyon devoró al búfalo.

Lyon sintiendo su trabajo terminado estaba por marcharse.

Haku - Ten crías conmigo.-

Lyon casi se cae, casi diario le llegaban invitaciones para tener una amante, concubina o esposa... Incluso algunas princesas estaban en la lista... Pero nadie jamás le dijo tan claramente algo similar, el impacto inicial fue tanto que incluso se atragantó un poco con su propia saliva.

Un Mundo CaóticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora