Un Mundo Caótico

Sucesos

Aria al igual que muchos otros fue herida, una esquirla de armadura le hizo un gran corte en la mejilla que sin duda dejaría cicatriz en su delicado e inmaculado rostro y varios huesos del sujeto habían dejado algunas otras heridas en su cuerpo.

Ella estaba por volver a su hogar cuando decidieron celebrar una reunión de los líderes de esta batalla, aunque a ella no le suelen gustar estas cosas tuvo que ir ya que era la única representante real de su gremio.

La fiesta se celebraba en una ciudad cercana en la casa del señor de la ciudad, ella estaba siendo seguida por un gran grupo de caballeros de armaduras oscuras y Rafael que llevaba su única mano sobre el estoque en su cintura.

Cuando entró en el salón tuvo que dejar a su séquito afuera por mera cortesía, aunque preferiría que la acompañaran ya que con Lyon y su pequeño grupo de amigos que son héroes podría evitar a la gente ya que nadie molestaría y si tuviera su séquito sería lo mismo, pero esta vez estaba sola... Ella desde hace algún tiempo no tenía vestidos ya que para una mujer como ella era poco práctico tener vestidos, normalmente iba con ropa que el mismo Lyon había diseñado y esta le gustaba, sin embargo para estas cosas debería usar vestido, lo cual no tenía ya que no había venido preparada para una fiesta.

Apenas entró llamó la atención debido a que aunque al lado de Lyon se viera pequeña, no era una mujer pequeña, dejaba en ridículo a muchos hombres en tamaño y cuerpo, su cuerpo era el de una guerrera y su mirada era afilada como un cuchillo... Lo primero que la gente vería en ella era que su ropa no era nada parecida a la ropa que se solía usar en estos eventos, ya que iba con una sudadera que tenía un dibujo lindo de un slime en el pecho, en la parte inferior unos leggins que remarcaban sus curvas y una zapatillas deportivas... Su gusto por la ropa era bastante diferente al de Paris que solía vestir shorts y camisas que le robaba a Lyon.

Después de un par de minutos tenía un gran grupo de mujeres rodeándola la mayoría eran jóvenes solteras que querían conocer a Lyon con la esperanza de ganarse un lugar en su corazón... Sin embargo lo que las jóvenes no sabían es que en la mente de Aria ella las veía a todas como inútiles que no destacaban en nada aparte de ser bonitas y tener cuerpos seductores, lo que ella sabía que eso no era todo lo que le importaba a Lyon además en lo profundo de su mente estaban los pensamientos sobre Lyon en la cama que fácilmente dejaba exhaustas a dos mujeres al mismo tiempo, lo que hacía que inconscientemente pensara que si encontraba a alguien decente, lo llevaría a casa ya que no quería que Lyon las dejara con dolores todos los días... Quizás ahora estaba más calmado con Leo pero si seguían a este paso perdería la coordinación entre su piernas en poco tiempo.

Entre las mujeres habían algunos que otros hombres, algunos con motivos políticos esperando poner a Lyon de su lado, otro venían con propuestas económicas que no llevaban a ningún lado y algunos otro que parecían legitamente pensar que podrían seducir a Aria para extorsionarla.

Aria apenas vio que pasó suficiente tiempo se fue dejando a todos como si nada.

Apenas salió vio a Rafael que le sonrió y ella comenzó a patear el suelo y refunfuñar cosas que si otros escucharan salir de sus labios se impactarían.

Aria - Malditos nobles de mierda se creen que quiero estar aquí con sus oleres a perfumer que huelen a culo, quiero estar en mi casa malditos desgraciados si quisiera estar con ustedes lo vendría a visitar, dejen de joderme¿Acaso no saben que las cartas existen? Si quieren hablar escriban una carta que educadamente será leída e ignorada en casa malditos hijos de puta.-

Rafael - Te recuerdo que eres una princesa y técnicamente también eres una noble.-

Aria miró con fuego en sus ojos a Rafael y el simplemente soltó un comentario ahora era objetivo de su odio.

Aria - Y tu también principito de mierda te crees muy listo, jodete maldito manco, que coño me haces venir a estas mierdas, si tanto quieres ponerle los cuernos a Sara entonces asiste a esas mierdas de eventos.-

En este punto el séquito de gentenque la seguía para cuidarla estaba aguantando la carcajada mientras miraban al pobre Rafael que había intentado apaciguar a Aria.