Kalus prácticamente me botó a patadas...
Cuando salí al gran pasillo caminé por algunos minutos hasta llegar a un área que tenía varias puertas con algo de distancia entre ellas.
Eran las habitaciones de los agentes de información.
Por otro lado me gustaría ver la herrería y el taller, tengo algunas cosas que hacer.
Me acerqué a un ara alejada que tenía tubos de distintos metales desprendiendo calor, toda esta área tenía ventilación en techo que absorbía el aire frío y por la parte baja pequeñas rendijas soltaban aire frío.
Estos tipos pueden hacer magia con algunas piedras de energía y un poco de metal.
Cuando entré en un gran área que tenía tres puertas de distintos tamaños cada una, una zona de producción entró en mi vista... Cientos de personas forjando toda clase de cosas en pequeñas parcelas de diez metros.
Los herreros tienen su propia pirámide social, los aprendices y novatos tienen espacios pequeños, lo que tienen una destreza decente aunque son menos tienen un espacio un poco más grande con mejores herramientas y más libertad al trabajar... En cambio los que tienen talento y destreza más que suficiente como para ser reconocidas por cualquiera son algunos pocos con mucho espacio, herramientas de la mejor calidad y un gran séquito de ayudantes... Y su libertad creativa... Bueno, solo atienden pedidos de vez en cuando...
Yo sin embargo no voy con ninguno de ellos, simplemente pasé por alto a todos ellos y en una esquina alejado de todos una mujer de gran cuerpo estaba martillando un trozo de metal con una mirada totalmente concentrada en sus acciones.
Como estaba de espaldas solo la pude reconocer por su pelo rojo como el metal caliente.
A verla de frente su piel morena y sucia solo me daba la imagen de un trabajador, pero su gran pecho y rostro perfilado me daban una imagen totalmente diferente.
Lyon - Iris ¿Tienes lo que te pedí?.-
Ella solo paró su martillar durante un segundo y volvió su mirada hacia mi y luego a la mesa.
En la mesa había un protector de brazo de color blanco y un par de anillos rojos.
Lyon - Gracias.-
Con una suave mirada me expresó todo lo que podría haber dicho.
Después de eso salí y fuí directo al taller para encontrarme con el jefe de artesanos.
El brazalete que debe ser colocado un poco por encima de la muñeca tiene una pequeña ranura en la parte superior.
(Háganse a la idea, pero con un pequeño hueco en la parte superior.)
Cuando por fin encontré a un hombre bajito y de ojos apagados el solo me dió una pequeña pieza de cristal para después irse como si nada.
La pequeña pieza de cristal encaja perfectamente en la ranura del brazalete, al ponerme el brazalete simplemente pensé que se veía bien... Aunque no sea por motivos estéticos.
El brazalete y el cristal tienen un pequeño truco para poder mantener en su interior el cristal de almacenamiento que tengo... Es más práctico que tener una roca del tamaño de un puño en la mano...
Con todo lo que tenía por hacer aquí dentro listo simplemente salí y fuí en dirección a mi casa.
Cuando llegué a mi casa el sol estaba en el horizonte apunto de desaparecer.
Con un pequeño suspiro entré en casa y fuí directo a la cocina.
En la cocina Paris estaba luchando con las verduras y carne...
Lyon - Mejor déjamelo a mi y aprende del maestro.-
Con un resoplido ella clavó el cuchillo en la tabla de cortar y se sentó con una copa de vino en la mano.
Yo por mi parte tomé el cuchillo y corté la carne y verduras en pequeñas piezas cuadradas para comenzar a cocinarlas en un sartén y juntarlas con arroz...
(Es un plato real y aunque no recuerdo cómo mierda se llama, se que existe y también se como se prepara... Y lleva más ingredientes que los mencionados.)
Después de terminar de cocinar para cuatro personas las dos niñas aparecieron de la nada y comieron rápidamente.
Paris en cambio parecía estar más pensativa mientras comía.
Realmente me gusta este ambiente de familia...
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Un Mundo Caótico
FantasyYo soy un estudiante en la escuela estatal de una de las provincias más pequeña de mi país... Toda mi vida sería normal de no ser porque soy un huérfano que está apunto de perder su apoyo económico del estado... Pero un día todo cambió. Fuí llevado...