En el campo de batalla no había otra cosa más que un caos, ninguna de las personas que habían caído del cielo era débiles.
Todos eran asombroso de su propia forma sin embargo cada uno de ellos era más asombroso entre más lo mirabas.
La mujer con cola de zorro creaba pilares llameantes que incineraban a varios soldados al mismo tiempo, eso hizo que todos se alejaran para atacar a distancia, sin embargo cada flecha que parecía haber dado en el blanco se incineraban antes de tocar su preciosa piel.
Ella caminaba con glamour sin prestar atención a cualquiera fuera de un rango de veinte metros, como si realmente no le importaran los demás.
Algunos vieron esto como una bendición sin embargo otros como una perdición.
El gran Wyvern que había descendido de los cielos emocionó a los soldados ya que este había perdido su ventaja que era estar en los cielos... Pero esto fue una falsa esperanza, un humano sería apenas del tamaño de uno de sus colmillos, eso dejando de lado sus escamas que eran por mucho más duras que el acero.
Muchos se acercaron buscando la gloria solo para ser aplastados por la caminata de Wyvern... No murieron con gloria... Murieron como una hormiga pisada por un humano el cual la mató sin intención alguna... Simplemente porque no estaba mirando al piso.
Este Wyvern que caminaba lentamente dejando un rastro de cadáveres simplemente eliminaba a las personas que el zorro no eliminaba como si de mosquitos se tratara.
En otro lugar una mujer con una katana estaba moviéndose como un rayo entre las líneas enemigas dejando cientos de muertos, esto se repetía una y otra vez, ella iba y venía del frente de batalla en segundos dejando bajas por donde pasaba como si de la muerte misma se tratara.
Su piel blanco pálido no tenía una sola herida, y aunque su ropa estaba bañada en sangre de sus enemigos su piel no tenía una sola mancha de suciedad o sangre.
Grettel demostraba su dominio con la espada aún teniendo únicamente un arma rudimentaria hecha por mortales, aunque ella estaba acostumbrada a la calidad alta de las espada de los dioses eso no le impidió ser totalmente dominante.
En otro lugar al mismo tiempo... una mujer de pelo dorado y piel pálida como si jamás viera el sol, movía su espada a un ritmo lento en el frenético sitio donde estaba, donde sacudía su espada docenas de personas morían... De ella no se podía ver nada más que su cuello y su pelo, sin embargo eso causaba un terror mayor, su casco no tenía una apertura para los ojos y solo había una apertura en la parte de atrás para dejar su cola de caballo libre, el cuerpo de su armadura parecía estar perfectamente hecho, cada movimiento se lograba con extrema flexibilidad y sin dejar aperturas en la misma... La única apertura era aque su armadura no contaba con un cuello... Pero esto no daba aliento a nadie, después de todo morirían antes de acercarse a ella.
Por su parte Lyon estaba creando un caos mayor, usaba combos de magia y esgrima para fulminar líneas enteras de soldados, todos los soldados que contra el no había esperanza al acercarse y mucho menos al irse, muchos de su ataques causaron que las nubes se dividieran y la tierra se quebrara como reacción... No había salvación.
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Un Mundo Caótico
FantasyYo soy un estudiante en la escuela estatal de una de las provincias más pequeña de mi país... Toda mi vida sería normal de no ser porque soy un huérfano que está apunto de perder su apoyo económico del estado... Pero un día todo cambió. Fuí llevado...