Salvadores bajo ordenes.

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Aria – Lyon... ¿podrías decirme el motivo por el que estoy siendo olvidada?... Es jodidamente difícil mover una silla de ruedas en la tierra. -

Lyon – Jeje perdón ya voy. -

Mientras reía me acerqué a Aria y la cargué como a una princesa... Aunque técnicamente lo es.

Lyon – Conozco un método para hacer que vuelvas a usar tus piernas... Aunque podría dejarte en peor estado por unas horas. -

Aria - ¿¡Y cual es!?. -

Paris – Cochino. -

Cuando Aria entendió mis intenciones por las palabras de Paris ella comenzó a golpearme como si fuera una pera de boxeo.

Lyon – Vaya no me avisaron que me lloverían golpes hoy. -

En algún lugar al suroeste...

-¡Todos corran, los monstruos vienen!.-

En una pequeña ciudad había una gran alteración por las criaturas que se acercaban, hace relativamente poco estas criaturas habían invadido la capital y la habían devastado junto a otras varias ciudades por suerte solo quedaban algunas y las demás se habían concentrado dentro de las murallas de la capital.

Cuando los monstruos estaban por llegar a la ciudad fueron recibidos por flechas que venían desde las murallas, pero antes que contratacar o algo seguían corriendo como si huyeran de algo.

Después de que los monstruos pasaron a estar a menos de cien metros vinos de lo que huían... Un grupo de personas no muy grande.

Había caballeros con pesadas armaduras y grandes espadas, por lo mismo había lanceros y arqueros detrás de ellos... pero sobre todo resaltaban los magos... Un mago debería tener un cuerpo débil o frágil pero estos tipos no perderían en músculos contras los caballeros que venían delante de ellos.

Todos cargaban como locos contra los monstruos los cuales con un poco de esfuerzo de estos los monstruos caían bajo ellos...

Cuando quedaban solo diez metros para llegar a la muralla el ultimo cayó y todos los caballeros con armaduras se arrodillaron y un pequeño rezo se escuchaba claramente en la parte superior de la muralla...

-Gracias a Claris por permitirnos esta lucha a los exiliados y desleales.-

Cuando estaba pensado en las cosas que escuchaba envié a un pal de caballeros a invitar a tan valientes soldados por proteger nuestra ciudad.

Mensajero - ¡Esperen un momento por favor!.-

Caballero 1 - ¿Qué quieres?.-

Mensajero -¿Podrían aceptar nuestra invitación por salvar nuestra ciudad?.-

Caballero 1 -Hmmmmm... No, el héroe nos espera así que no podemos quedarnos aquí.-

Mensajero - ¿Q-que?.-

Caballero 1 - Si, el héroe nos espera además las señoritas se podrían molestar... creo que ellas dan mas miedo que el héroe...-

Caballero 2 - Sip dan mucho más miedo que el héroe... el es como un oso amable... pero ellas son como un par de leonas.-

Otro caballero respondió mientras la sangre se escurría de su rostro.

Mensajero - ¿Entonces podrían llamar al héroe?...-

Caballero 1 – Es un rotundo no... El está loco por volver con sus dos niñas... Incluso escuché un rumor que decía que dos personas de rango C las están cuidando... Mejor desiste.-

Un Mundo CaóticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora