JOSEPH QUINN Y TU | Just the two of Us

Remordimientos?

Siento una toalla mojada en mi cabeza y apenas y puedo abrir mis ojos, la luz es tenúe pero me lastima y los vuelvo a cerrar. Mi cabeza me esta martillando y siento como si una aplanadora me hubiera pasado por encima.

¿Dónde estoy?

Intento de nuevo muy lentamente y empiezo a visualizar mi alrededor. Estoy en una habitación conocida. Es la habitación de huespedes en la casa de Joe, ya he estado aquí un par de veces antes.

Trato de levantarme pero mi cabeza me da vueltas y vuelvo a caer. ¿En que estaba pensando? Que verguenza, aunque recuerdo todo lo que hable e hice cuando estaba consciente no me imagino lo que paso cuando me desmayé.

Me levanto muy despacio y busco la cocina. Me muero de sed y en verdad necesito una aspirina más que nada.

-Buenos días señorita tequila- dice Joe desde la barra de desayuno con un café en la mano. 

Lo ignoro y me lleno un vaso con agua helada. Me lo tomó de un sorbo y vuelvo a servir de nuevo.

-Por favor- digo- dime que tu me recogiste y me trajiste aquí.

Lo miró con expectativa y el apenas sonríe.

-La verdad...-dice una voz tras de mi- Joe solo me mostró el camino.

Me volteo rogando que no sea verdad. Joseph está recostado en la puerta de la cocina con una pose de Dios griego y una media sonrisa que me provoca morirme.

Me tapo la cara con las manos y digo:

-Lo siento tanto...

Retiro mi mirada y me dirijo a la jarra de café para servirme una buena taza.

-No hay problema- dice entrando en la cocina y sentandose junto a Joe- Cuano quieras...-añade y yo me pongo como un tomate de la verguenza.

Me concentro en mi taza de café y nada más.

-Bueno- Joe rompe el silencio- A decir verdad, le mostre el camino a todos. No podían de la cruda y mi humilde hogar era lo más cercano y seguro para que todos pasarán la noche.

-Me quieres decir que todos están aquí?-pregunto incredula.

-Así es- dice Joe- Y ya va siendo hora que los demás se levanten. Llamo Ross y quiere vernos en el set para un almuerzo de despedida de temporada. 

-Bien- respondo mientras sigo con mi taza de café.

Joe se levanta de la mesa y se dirige a despertar al batallón.

-¿Café?-le pregunto a Joseph.

-Claro- responde con su mirada fija en su teléfono.

Le sirvo y como siempre estamos en un silencio que parece interminable. Algo que a decir verdad ya se ha vuelto costumbre entre nosotros.

Termino mi café, lavo la taza y suspiro.

-Bien, supongo que te veré luego- digo mientras salgo de la cocina.

Si me dio alguna respuesta no lo se. Queria salir lo más rápido de allí.

Una hora después

Ya en mi departamento me recuesto en mi cama y miro lo interesante que está mi techo. ¿Acaso habré dicho o hecho algo incomodo? No quiero ni decir que no vuelvo a beber porque sería una gran mentira, pero la verdad si me excedí un poco y Maya no me ayudó.

Me resigno y empiezo a alistarme para el almuerzo de hoy. Hace algo de calor en LA, asi que decido ir con una falda y una blusa simple. Me recojo el cabello y me maquillo sutilmente. 

Mi teléfono suena y el nombre de Nat se ilumina en la pantalla.

-¿Hola?- respondo en altavoz mientras termino con el rubor.

-Hola amiga, ¿que tal esa resaca?-dice riendo.

-Por favor dime que hice anoche-le ruego- lo último que recuerdo es mi desmayó en la mitad de la pista de baile.

Oigo una leve risa y me dice:

-Nada terrible-me tranquiliza-Cuando caiste Joseph te llevo a la mesa y todos llegamos de inmediato, Joe sugirío que pasaramos la noche en su casa y todos nos fuimos de una vez para allá. 

Respiro con tranquilidad de nuevo.

-Aunque debo admitir- continúa mi amiga- Que Joseph fue quien te llevo hasta la cama y te dejo allí.

Me sonrojo y sonrío por inercia.

-¿Ya vas para el set?- pregunto cambiando de tema.

-Si!- responde- Para eso te llamaba, ¿Quieres que pasemos por ti?

-Si porfavor- digo- gracias.

-Te veo en 10- me dice y colgamos.

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