Decisiones

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Me quede encerrada en mi habitación toda la tarde que ni siquiera baje a almorzar. Siento vergüenza y arrepentimiento. Maya subió un par de veces a revisar si estaba bien y tan solo me hice la que estaba durmiendo. No quería dar explicaciones a nadie por ahora, de hecho la única persona con la que quería hablar era con Joe pero me pase por su habitación hace unas horas y no estaba. También le había mandado un mensaje pero aún no había obtenido respuesta. 

Siento como se abre la puerta y de nuevo cierro mis ojos.

-Así que era cierto- dice Joe y me volteo de inmediato.

Me mira y cruza sus brazos mientras hace cara de decepción. 

-Creí que eras Maya- le digo. 

-Lo sé- dice- Y ella también, no sé como eres tan buena actriz pero tan mala mentirosa. 

Se sienta en mi cama y pregunta:

-¿Qué pasa? Y ¿porque ni tu ni Joseph han salido de su habitación en toda la tarde?

-¿Él no ha salido de su habitación?- pregunto con sorpresa. 

-Pues, después de que salieras del agua y te fueras corriendo el fue tras de ti.- me comenta- Unos minutos después volvió y dijo que no se sentía bien. 

Me pongo una almohada en la cara y doy un grito de frustración. Cada vez se me hace más difícil esta situación.

-Me gusta Joseph- suelto de repente aún con la almohada en la cara.

-Evidentemente- contesta Joe después de un silencio. 

Me levantó rapidamente y lo miro sorprendida.

-¿De verdad es tan evidente?- pregunto.

-(T/N), te conozco- me dice- y lo pude ver desde la primera vez en que tu lo viste a él. 

No se porque he sido tan tonta. Debí contarle esto a mi mejor amigo hace tiempo, quizá no estaría en esta situación. 

-Y la verdad- continúa- por lo que he podido observar, a él también le gustas.

-Me puse celosa anoche porque lo vi con una chica- le digo a mi amigo- y hoy él me dijo que porque estaba huyendo de él... y trato de besarme.

Me aviento de nuevo en la cama y miro al techo. Joe se acuesta a mi lado y suspira. 

-Disfruta tu vida- me dice- Vive cada momento lo mejor que puedas. No te arrepientas de nada de lo que sientas.

Sonrío sin mirarlo y me doy cuenta que no solo tiene razón si no que eso era lo único que necesitaba escuchar.

-Gracias- le digo y lo abrazo de lado. 

-Ahora vístete- me dice mientras se levanta- Nos vamos a cenar en media hora y no voy a permitir que te quedes aquí como una marmota. ¡Estamos en Cancún por Dios!- grita esto último mientras sale de mi habitación.

........

Vamos todos en silencio en la van que nos lleva a "La Rosa Negra" uno de los mejores restaurantes en la ciudad. Se puede sentir cierta tensión en el aire y yo puedo sentir los ojos de Joseph clavados en mi espalda. 

Llegamos y nos acomodan rápidamente. Tomo una decisión rápida y me siento entre Joseph y Nat. Los meseros nos explican la especialidad de la casa y pedimos un poco de todo para compartir. 

Como era de esperarse Maya pide la mejor botella de tequila y empezamos con una ronda de shots muy fuertes. 

La tensión se disipa y todos nos reímos de las caídas de Joe en el set. Aunque no lo admita es bastante torpe y siempre tiene que cuidar dónde pisa. 

Nos han estado trayendo comida y tragos toda la noche. He cruzado un par de miradas con Joseph pero ni él ni yo nos hemos dirigido la palabra. Después de la cena pido cocteles para todos y nadie reniega. 

Estoy enfocada en mi piña colada y siento la mano de Joseph en mi espalda mientras se acerca a mi oído y me dice:

-¿Podemos hablar?

Lo miro y asiento, nos levantamos de la mesa sin disculparnos con nadie y nos vamos a un muelle que queda junto al restaurante. Nadie dice nada en el trayecto y tan solo miramos como re refleja la luna en el agua. 

-Lo lamento- dice Joseph de pronto y se para tras de mi. 

Lo miro y sonrío, vive la vida (T/N).

-Yo no- digo y me acerco hacía él. 

Estamos frente a frente y me mira un poco incrédulo. 

-¿No?- me pregunta.

-No-digo- Si me dieron celos- admito de una vez- Y la verdad lo único por lo que me arrepiento es por no haberte besado en el mar. 

Él se queda mudo y me mira sin decir nada. Me acerco un poco más a él y tomo su mano.

-Lamento haber huido de ti- digo y lo miro fijamente. 

-Me gustas (T/N)- me dice y yo no puedo contener una gran sonrisa- No se como actuar cuando estoy contigo- continúa- Pero lo único que quiero es estar contigo.

Los dos sonreímos como tontos y nos acercamos un poco más. Joseph pone su mano bajo mi mentón e inclina mi cabeza hacía arriba. Nuevamente puedo sentir su aliento sobre mis labios y no pierdo más el tiempo. Sello nuestras bocas y paso mis brazos por su cuello, él posa las suyas en mi cintura y nos perdemos en un beso mágico. 

Nos separamos con la respiración agitada y el posa su frente el la mía. Toma mi cara entre sus manos y ahora posa sus labios en mi frente.

-Me haces perder el aliento- me dice en un susurro. 

Yo lo miro y me pierdo en sus ojos. Dios había sido todo lo que me había imaginado. Nos abrazamos y él me levanta del suelo mientras me da muchos besos en toda la cara. Me río mientras me suelta y lo tomo de la mano.

-Vamos- le digo mientras lo guío de nuevo al restaurante- Nos deben estar esperando. 

Joseph me sigue y cuando llegamos todos siguen tal y como los dejamos solo que con unos tragos de más. Maya nos sirve unos shots de tequila y los dos nos bajamos el trago como si fuera agua. Nos perdemos en la conversación y Joseph no suelta mi mano en todo el tiempo que estamos allí. 

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JOSEPH QUINN Y TU | Just the two of UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora