JOSEPH QUINN Y TU | Just the two of Us

Lugares Mágicos

Nos despertamos muy temprano y emprendimos camino. Hoy es un día especial, vamos a visitar uno de los lugares más icónicos de la región. Estamos todos en la van algo somnolientos, Joseph y yo escuchamos música compartiendo un par de audífonos y contemplamos el paisaje que pasa por nuestra ventana. Llevamos ya como 2 horas y media de viaje y el conductor nos informa que pronto llegaremos a nuestro destino. 

-Estoy emocionada- le digo a Joseph.

-A ser verdad- me responde- yo también. 

Le sonrío y le dejo un tierno beso en la mejilla.

-¡Llegamos!- nos informa el conductor.

Todos bajamos y un guía nos espera con una sonrisa enorme. 

-Bienvenidos a Chichén Itzá- dice y empieza a guiarnos hacía la pirámide.

Todos lo seguimos emocionados y mientras escuchamos la historia de este lugar tan especial. Ahora si me siento como en otro mundo, la pirámide se alza frente a nuestros ojos y es majestuosa. Siempre he sido muy fan de estos lugares, lugares que cuentan historias que van muchisimos años atrás y que son parte de la cultura de cada país.

Obviamente todos empezamos a tomarnos mil fotos juntos y el guía nos ofrece unas bebidas de agua de horchata, la bebida más deliciosa que he probado en la vida. 

Joseph me toma de la mano y le pide a Jamie que nos tome una foto juntos. Nos ubicamos con la pirámide a nuestra espalda. Yo sonrío y Joseph me da un beso en la mejilla. Jamie grita que tomará varias así que Joseph me levanta en sus brazos, yo lo rodeo con las piernas y nos damos un tierno beso. 

-Eso es todo tortolitos- dice Jamie y nos separamos riendo. 

..........

Pasamos un día muy especial, recorrimos todo el lugar, probamos comida deliciosa y al final del día estamos rendidos. De nuevo la van nos lleva a nuestro hotel pero ahora no se escucha ni un susurro. La mayoría se encuentran dormidos, incluyendo a Joseph que posa su cabeza en mi hombro sumido en sus sueños. 

Llegamos de nuevo al hotel y todos corremos a descansar. Joseph me detiene y me dice:

-Te gustaría que descansaramos juntos en mi habitación?

Yo sonrío y me sonrojo pensando en todo lo que hicimos el día anterior.

-Claro- respondo- Solo a descansar.

Él me devuelve la sonrisa y me da un beso en la coronilla de la cabeza.

-Por supuesto- dice mientras nos encaminamos a su habitación- Además, no creo que Jamie disfrutaría de un show así.

Lo empujo con mi hombro por su comentario y él me toma en sus brazos mientras corre. Me baja cuando estamos frente a su puerta.

-Eres un tonto- le digo con voz agitada después de que me sacudiera hasta el alma mientras me cargaba. 

-Un tonto por ti- me responde mientras abre la puerta. 

Su habitación es igual a la mía y entro mirando un poco del desorden que hay por ahí.

-Ven aquí- me dice mientras se avienta en una de las camas. 

Lo sigo y me acuesto a su lado, por ahora no hay rastro de Jamie por ningún lado. Joseph me abraza y me acerca a él. Poso mi cabeza en su pecho y los dos suspiramos al tiempo. Estamos muy cansados después del paseo de hoy. Siento como su respiración se hace más profunda y se que se ha quedado dormido. Me relajo y me dejo llevar también. No ha pasado ni un minuto y también caigo en un sueño profundo. 

......................

Siento una presión profunda en el pecho, no veo nada, siento como el aire se agota. No puedo respirar. Me estoy muriendo. ¡Ayuda!

Me levanto agitada y gotas de sudor bajan por mi frente. Todo esta oscuro y siento un escalofrío que me recorre todo el cuerpo. ¿Dónde estoy?

-¿T/N?- escucho la voz de Joseph a mi lado y me devuelve a la realidad- ¿Estas bien?

Sus manos agarran mi rostro y me mira, mi respiración aún va un poco rápido y no pronuncio palabra. Él pasa su mano por mi frente y se da cuenta que estoy sudando frío. 

-Por favor dime algo

-Estoy bien- digo en un susurro- Creo que tuve una pesadilla. 

Joseph suelta el aire que no me había dado cuenta estaba conteniendo y me abraza.

-Me asustaste- dice- ¿Segura que estas bien?

Asiento y me recuesto de nuevo en la cama. Él me mira aún con preocupación y tomo su mano acercándolo para que quede encima de mi.

-Lo siento por asustarte- le digo y no espero respuesta si no que pego sus labios a los mios.

Joseph se pierde en nuestro dulce beso y siento como posa su mano en mi cintura. Lo beso con un poco más de intensidad y siento como nuestros cuerpos se estremecen al mismo tiempo. Él se aparta de mi y con su cabeza señala a Jamie que esta profundo en la cama de al lado. Yo sonrío y le doy un suave beso. Nos acomodamos de nuevo abrazados en su cama y me duermo nuevamente arrullada por su suave caricia en mi brazo. 

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