JOSEPH QUINN Y TU | Just the two of Us

Pensamientos

Un par de horas han pasado y ya puedo sentir como todo nuestro grupo tiene un poco subidos los tragos a la cabeza. No hemos pasado desapercibidos como me hubiera gustado, Jamie y Joe se subieron a la tarima a bailar y se volvieron el foco de la noche. Nat y Charlie seguían bailando, mientras Maya, Joseph y yo estabamos en el sofá observando y tomando nuestro shot número sabrá Dios cual.

Joseph se levanta y me pregunta si quiero una cerveza. Asiento con la cabeza y el emprende camino. Maya me dice que le pida una a ella también y me levanto para seguirlo y pedirsela. Estoy tan solo unos pasos detrás de él y lo llamo pero no me escucha por el alto volúmen de la música. De repente se para y veo como saluda a una chica, yo me quedo helada y no avanzo más. La chica lo abraza y se sonrien mientras hablan. Doy unos pasos hacía atrás porque no se que más hacer, Joseph se pasa la mano por el pelo, parece algo nervioso. Miro a la chica, alta, morena y cabello negro, largo y sedoso, es hermosa. 

Me invade un sentimiento horrible en el pecho, doy otro paso hacía atrás por que quiero huir de ahí. No sé que me pasa, siento rabia y quiero largarme de esta fiesta de inmediato. Me volteó y camino lo más rápido posible hacia nuestro lugar. Maya que estaba concentrada en tomarle fotos a Nat y Charlie me ve y se acerca rapidamente.

-Amiga, ¿estás bien?- me pregunta con cara de preocupación.

-Si-respondo- ya me voy a ir, me siento algo mareada. 

-¿De que hablas?

Miro a mi amiga y en su cara puedo ver que sabe que algo anda mal conmigo. 

-Me voy maya- digo seriamente.

-Phil- me dirijo a uno de nuestros chicos de seguridad- Que alguien me lleve al hotel por favor.

Maya no pronuncia palabra, se acerca a Nat y le dice algo al oído, ella asiente y se despide de lejos moviendo su mano. 

-Ok entonces vámonos- dice Maya y se dirige hacía la salida sin dejarme protestar al respecto.

.....

Llegamos al hotel y Maya me deja saber que le aviso a los chicos que ya nos habiamos vuelto porque estabamos cansadas. Entramos a la habitación y yo solo me dejo caer en mi cama mirando al techo. 

-Me quieres decir que carajos?- dice Maya sentada desde su cama mirandome con expectativa.

Me levanto y la miro de frente, no le puedo mentir. Y aunque se que va a sonar más estúpido de lo que pienso igual le diré la verdad.

-Tuve un ataque de celos- digo con vergüenza.

-¿Con Joseph?- me pregunta y ahora se sienta a mi lado. 

-Si- me tapo la cara- Que tonta soy.

-Bueno, espera, rebobina y cuentame.

-Bien- suspiro- Cuando el fue por las cervezas yo fui detrás a decirle que por favor te consiguiera una a ti también. Estaba unos pasos detrás de él y de repente paro y se acerco a una chica, una hermosa chica por supuesto. Se saludaron, rieron y se abrazaron.

Me abalanzo sobre mis almohadas porque ahora que las palabras salen de mi boca suenan aún más tontas de lo que esperaba.

Mi amiga me mira pensativa y dice:

-Ok, entonces esto confirma que definitivamente sientes algo por Joseph.

Dios.

-Mmmmm, supongo, esta tarde fue tan dulce, inclusive en la disco. Pero supongo que él solo me ve como una compañera de trabajo. Después de todo se puso a coquetear en el mismo lugar en que estaba yo.

-En eso tienes razón-dice Maya- Todos nos percatamos de que estaba siendo muy atento contigo, y de hecho, Joe me pregunto si es que había pasado algo en el tiempo que estuvieron por ahí en la playa.

Vuelvo a mirar a mi amiga algo sorprendida.

-Joe te pregunto eso?

-Si- me responde- Lo noté algo preocupado a decir verdad.

-Joe siempre se preocupa por mis líos amorosos- digo suspirando- Desde ese último desastre es muy prevenido de que no me vayan a lastimar.

-Lo sé- dice Maya- Y no es el único (T/N), todos nos preocupamos, no queremos verte sufrir de nuevo. 

Abrazo a mi amiga y nos quedamos en silencio. Después de un momento puedo sentir como se durmió. Me levanto suavemente y voy al baño a ponerme el pijama y desmaquillarme. Me cuesta creer que apenas llevamos un día de vacaciones y ya han sucedido tantas cosas.

A la mañana siguiente

La brisa alborota mi cabello mientras troto por el borde de la playa. No pasé una buena noche con tantos pensamientos en mi mente. Me levante muy temprano y decidí que quería quemar algunas calorías. Me detengo frente a la entrada que da hacía el hotel y tomo aire. Ya son las 9 de la mañana y mi cuerpo me esta pidiendo la comida más importante del día. Me seco el sudor con una toalla y entro al restaurante buffet para tomar mi desayuno. Puedo ver que Charlie y Nat ya están sentados en una mesa y me acerco para sentarme con ellos. 

-Hola cielo- me dice Charlie- Todo bien anoche?

Le sonrío y respondo:

-Si, tan solo estaba algo cansada.

Nat empieza a contarme que los de seguridad tuvieron que sacar a Joe y Jamie cargados de Coco Bongo y yo me muero de la risa. Me imagino que no los veré hasta por la tarde con la resaca  que deben tener. 

Me río un poco de todo lo que me cuentan mientras devoro un plato de cereal. 

-Buenos días- escucho su voz y lo siento a mi lado.

Joseph se sienta con un plato de fruta en sus manos y nos pregunta si descansamos.

Nat y Charlie lo saludan y responden mientras yo tan solo asiento con la cabeza.

-Bien- dice Nat- Nos vemos en la playa en una hora, ya quiero algo de sol en mi piel.

Se levanta junto a charlie y se despiden.

Yo sigo concentrada en mi cereal y no presto demasiada atención a la presencia de Joseph a mi lado.

-Fuiste a correr?- me pregunta.

-Si- respondo secamente.

-¿Te sentiste mal anoche?- vuelve a hacer otra pregunta.

-Solo cansada- respondo de nuevo y me levanto- Y ahora algo sudada, nos vemos después en la playa.

Lo dejo solo en la mesa sin decir una palabra más. Siento rabia y no lo puedo siquiera culpar. Anoche llegue a la conclusión de que no tengo derecho de reclamar nada por que eso somos, nada.

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