Los diarios de Keyban III

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A pesar de que estuvimos preocupados por su paradero todo el día, éste apareció nuevamente en casa por la noche, lo vi sentado en la isla de la cocina comienzo un gran trozo de pastel color caqui. Me sentí reconfortada al ver que su expresión no era tan rígida como los días anteriores. A veces Keyban daba la impresión de que atravesaba cuadros de ira o dolor y para cuidarnos se alejaba, era algo que de algún modo todos sospechábamos pero que nunca decíamos.

Esa noche después de la cena sin siquiera darme una ducha me tumbé sobre la cama a traducir las últimas hojas que me faltaba por leer. Ya me habían contado el final, pero mi corazón me seguía exigiendo leerlo por mí misma, era una necesidad casi intuitiva. Lo noté en hora de almuerzo, cuando estaba junto a Vitris comiendo pan y de pronto la imagen del libro vino a mi cabeza, y luego durante el viaje, y más tarde en la hora de la cena, a todo momento la misma imagen venía a mí.

#63. Mañana cumplo los veintitrés años, significa que los recuerdos han llegado a mí con bastantes horas de anticipación.

Esta vida se siente diferente, no sé si es poque tengo la esperanza y herramientas necesarias para comenzar ya.

No logro poner en marcha mi magia, pero de todos modos encontré una forma de traer a mí los elementos restantes, el pincel y la tinta de rayos del sol. Necesito encontrar un Gunny, un ser mitológico lleno de magia. Dicen que nadie ha visto uno en los últimos dos mil años, y a mí me consta que es verdad. De igual forma no planeo rendirme tan fácilmente, mañana mismo pondré en marcha mi primer y espero que exitoso viaje hacia las montañas.

#. Sin descuidar mi trabajo ni mis negocios cada día durante estos dos años he ido por las noches a las montañas. Solo en una oportunidad pude ver algunos de ellos, pero me temo que no era el único ambicioso. Había dos hombres en ese lugar y dispararon a sangre fría a dos especímenes, sospecho que eran los padres de un cachorro ya que salió corriendo. No pude ir detrás de él porque sería peligroso si descubrían que los había visto. Al parecer son muchos los interesados en que la magia no vuelva a este mundo por nada del mundo. No me rendiré.

#. Antes de ayer conocí a Vampkum. Mientras caminaba entre los árboles me encontré con el cachorro, estaba solo y asustado, cuando me vio intentó huir, pero una de sus patas traseras por error quedó atrapada por una rama punzante. En una de mis tantas vidas tuve un padre veterinario, había sido un buen hombre que me enseñó que la vida de los animales era tan importante como la mía, así que más allá de conseguir algunos de sus cabellos no tenía ninguna intención de lastimarlo.

Cuando estuvo quieto le arranqué uno de sus cabellos a pesar de no tener su consentimientos y lo puse entre mis manos haciendo un conjuro para darle una voz que reflejara su conciencia. En el momento en el que se dio cuenta de lo que hice me suplicó que no acabara con su vida, me costó mucho explicarle que no quería lastimarlo, que solo necesitaba un favor y a cambio le retribuiría dándole un hogar y una vida humana.

Él realmente desprecia a los humanos, y lo entiendo, el pequeño jamás podrá borrar de su mente a las personas que mataron a sus padres.

Al principio se negó, pero ayer volví al bosque a insistir, no sé qué le hizo cambiar de opinión, si su soledad o realmente quiere convertirse en humano para vengarse; pero eso no es importante ahora, así que solo lo traje conmigo. Tomé algunos de sus cabellos y uno de ellos lo usé para darle la posibilidad de cambiar su forma e imagen, ahora cualquier persona que lo vea pensará que es un niño de unos quince años, pelirrojo, pecoso, y agraciado.

Desertores del GehennaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora