El sol alumbraba el jardín de una casa. Alguien se encontraba sentada en él. Su cabello negro, largo y lacio resaltaba entre toda la vegetación.
-¿Qué haces ahí, pequeña? - me sonrió, una cálida y hermosa sonrisa que apretó mi pecho.
Inmediatamente corrí hacia ella, quedando en su regazo. Ojos azules, demasiados bellos me observaron.
-Que linda eres - besó mi cachete.
-Tu eres hermosa - sonreí mostrando la hilera de dientes pequeños.
-¿Así? - acarició mi cabello. - Tú eres mi lindo ángel de ojos azules.
Reí y apoyé mi cabeza en su pecho.
-Victoria - miré hacia arriba a su mentón. Esta vez el ambiente ya no era tan cálido. El tono de su voz era fuerte y a su vez delicado. - Pase lo que pase, nunca sientas culpa por lo que eres.
Arrugué el ceño, confundida.
-No comprendo.
Me alejé de ella, para ver su rostro. Esta vez, a pesar de estar arrodillada como ella, podía sentirme más alta. Mi cabello con los pequeños mechones irregulares aparecieron cayendo encima de mi rostro.
Mis manos pequeñas ahora eran como las de una adulta. Mi propio cuerpo tenía marcas pequeñas alrededor de mis brazos.
No entendía que estaba sucediendo hasta que por momentos los recuerdos vinieron. Apenas volví a mirarla, me alejé.
Con el miedo, la culpa de poder verla a los ojos, lo evité.
Me levanté del césped pero su mano me detuvo.
-¿Cuánto... tiempo ha pasado? - pregunté aún sin verla.
Jaló de su agarre y me obligó a verla, sosteniendo mi rostro. Volví a tomar asiento en el césped.
-Mucho, pequeña. De seguro unos 5 o 6 años. No lo sé. - arrugó la nariz. - ¿Cuantos crees tú que han pasado?
Sonreí triste queriendo bajar la cabeza aunque no lo logré debido a su agarre.
-Una eternidad - susurré. - Ha pasado una eternidad para mi.
Su mano abandono mi mentón, volvió acariciar mi cabello quedandose quieta al examinarlo.
-¿Por qué te escondes?
Sentí las lágrimas caer sobre mis mejillas.
-No te voy a juzgar, Vic - musitó delicadamente. Su sonrisa ahora era triste.
Ella lo sabía pero deseaba que lo dijera. Respiré e inhale rezando tener la fuerzas suficientes. La observé y hablé.
-Cada vez que Lucía me veía... -trague en seco - me lanzaba cosas, porque... d-decía que me veía igual a ti. Yo... no recordaba sus rostros o cómo eran, s-solo no quería seguir sintiendo ésta culpa a cada momento en verme al espejo.- Toqué mis brazos y rostro con el temblor entre mis dedos. - Así que decidí cambiarlo, aunque no funcionó. Pero preferí dejarlo. No me veía capaz de verme de ese modo. No, no quería seguir sintiéndome... sucia.
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Si las mentiras fueran las despedidas [Editanto]
Romance♧ Ella sufrió un accidente que le cambió la vida. ♤ Él ha tratado de protegerla. ♧ Ella ha tratado de sobrevivir por él. ◇ Él la ha amado en secreto. ♧ Ella lo ha amado apenas lo conoció. ♤ Él amó sus sonrisas y defectos a penas la encontró. Mentira...