André
El peso que cargaba entre mis brazos era inexplicable. Y aumentó al ver sus ojos cerrados, seguiendo inconsciente.
El miedo que me invadió fue grande al verla tener un ataque. El llamar el nombre de su hermana a gritos hizo que un escalofrío pasara entre mis dedos.
Habían pasado casi 8 años o tal vez más desde que había visto la viva imagen de Alecca en Victoria.
Con tan solo verla, el dolor y los recuerdos vinieron. Su sonrisa, su risa, sus ojos, sus lágrimas. Todo de ella volvió como un dulce respiro.
Uno hermoso y doloroso.
En medio de la calle la cargué y llevé hacia la clínica. No esperé a escuchar a Malú, ni siquiera logré salir del ciclo que estaba por entrar. No quería enfrentarla. Tenía vergüenza.
Prometí cuidar a Victoria y no lo hice. La abandoné cuando pensé que estaría bien.
Al dejarla en emergencias hablé con algunos colegas míos de confianza. La dejé en sus manos mientras que miraba su historial. El cual, para mi sorpresa, era confuso.
Partes blancas o sin información justificadas al ingerir medicamentos, tranquilizantes, sedantes, ciprofloxacino, analgésicos como naproxenos.¿Por qué una niña estaba tomando todo esto?
Quise llevar a cabo sus tratamientos. Tenía la capacidad de hacerlo, y más si conocía a su psiquiatra, Luz.
Podía hacerlo, pero no tuve el permiso de su tutora legal.
-No comprendo a lo que se refiere.
La mujer en frente mío, la persona que amaba a Alecca me miraba con ese recelo y odio, uno del cual siempre llevé conmigo.
-Necesito su permiso para poder empezar sus tratamientos. Hay algunos que pueden traerle consecuencias severas - negó. Jugué con el anillo en mi mano izquierda.
-André, no es necesario que vuelvas a meterte en los problemas de esta familia - espetó levantandose del asiento.- Fue un gusto verte.
-Lucía, no puedes hacer esto. Te estoy pidiendo que me dejes ayudarla. Puede sanar con un mejor tratamiento. Victoria puede mejorar.
-He dicho que no, gracias - caminó hacia la puerta hasta detenerse. - De preferencia no vuelvas acercarte a ella o tendré que tomar cartas al asunto, lo cual no te beneficia y lo sabes.
-Piensa en tu sobrina. ¿En serio vas a hacer todo esto solo por mi? - la sonrisa amarga que creció en sus labios al verme me dejó sin palabras.
-André, sigue así y tendré que demandarte por acoso hacía una menor. ¿Es lo que deseas?
Apreté los puños al lado.
-Nunca he acosado a nadie. He respetado y amado a Alecca. Nunca le he alzado la mano.
Sentí el dolor crecer en todas partes. Una vez más estaba dejándome caer por ella. Por la mujer que siempre me quiso lejos de Alecca.
-Oh cielo, nadie va a creer eso. Puedo demandarte si deseo, después de todo tienes un largo historial.
Y sin más salió de mi oficina, cerrando la puerta tan fuerte como si deseara dejar en claro quién mandaba.
Cansado tomé asiento en el mueble al frente de mi escritorio.
Suspiré calmando el dolor en mi pecho.
♤
-¿Cual es tu sueño? - sonrió.
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Si las mentiras fueran las despedidas [Editanto]
Romance♧ Ella sufrió un accidente que le cambió la vida. ♤ Él ha tratado de protegerla. ♧ Ella ha tratado de sobrevivir por él. ◇ Él la ha amado en secreto. ♧ Ella lo ha amado apenas lo conoció. ♤ Él amó sus sonrisas y defectos a penas la encontró. Mentira...