Rodrigo
El ruido de las zapatillas golpeando el suelo inquietamente se repetía. El clima frío pero con una resolana casi inexistente ocasionó pequeños escalofríos en mi cuerpo.
Acomodé bien mi abrigo y volví a caminar en círculos, miré el suelo y luego el techo grisáceo.
-Rodrigo. - Mamá llamó mi atención. -Tranquilízate todo va a ir bien.
Asentí apretando la mandíbula.
Sabía que todo iría bien, incluso ni siquiera necesitaba dar este estúpido examen.
Lo veía insecesario si igual, ella, daría una presentación.Suspiré calmando los nervios en punta.
Victoria se había dedicado a repasar lo que estudió por las noches debido a sus nervios. Su examen en ese entonces era en dos semanas.
Tenía tiempo, pero aún así de vez en cuando se ponía nerviosa jugando con sus dedos y arrugando la nariz cuando olvidaba un dato.
Siendo hoy el día del examen tan esperado para corresponder su año y decidir sus fechas para el próximo del siguiente grado, había pasado toda la noche anterior abrazándola y obligándola a dormir, la cual se negaba porque necesitaba repasar.
Parecía una, con la mesa y los libros.
Casi no descansaba, tanto Luz como yo buscábamos momentos para distraerla.
Lo bueno es que no se negaba a ninguna salida conmigo o con mi mamá. En una visité junto a ella a sus padres. Presenté mis saludos y unas flores azules. Ella sonreía sin dejar de mirar las lápidas.Miré el reloj cerca de mi muñeca.
Habían pasado más de 30 minutos desde que entró a uno de los salones de clase del instituto. Al comienzo tembló en tan solo pisar el escalón de la entrada, le dije que podíamos hallar una solución para que sea en otro lugar pero se negó. En vez de ello, respiró y entró agarrada de mi mano. Apenas presentó los papeles para su transferencia y justificación para el examen no dejó de mirar los lados y suspirar, como si quisiera recordar todo y a la vez no.
Unos 5 minutos antes de iniciar me sonrió nerviosa, la abracé y le deseé suerte.
Ahora yo me encontraba afuera de la oficina de la dirección mientras mamá esperaba las indicaciones para cuando terminara Victoria.
-¿Luz Gómez? - preguntó una de las tantas profesoras, con una sonrisa hacia mamá.
-Si, soy yo. - Se levantó de su asiento.
-Puede pasar, la alumna ya concluyó el examen.
Asintió, antes de entrar a la oficina del director me dió una ojeada de las cuales decían: Tranquilo.
Sonreí para tratar de relajar los nervios, aunque ella lo notó.
-Abrázala de mi parte. - La escuché decir mientras yo miraba el pasillo por si Victoria aparecía.
Las manos me hormigueaban, sentía esas ganas enormes de correr a buscarla y acabar con toda esta mierda.
Paciencia no era una virtud mía.
Los minutos siguieron, mi vista se mantuvo en el pasadizo esperando ver su figura que no apareció.
Con el corazón en la garganta la busqué en el salón que se le asignó.
Al llegar encontré la puerta entre abierta. Una sonrisa de felicidad llego a mis labios.
Ojeé por si había alguien y encontré a Victoria sentada en una de las tantas carpetas ubicadas delante del escritorio.
Sin embargo, lo que me detuvo fue la mirada perdida hacia la pizarra que daba, como si fuera el vacío.
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Si las mentiras fueran las despedidas [Editanto]
Romans♧ Ella sufrió un accidente que le cambió la vida. ♤ Él ha tratado de protegerla. ♧ Ella ha tratado de sobrevivir por él. ◇ Él la ha amado en secreto. ♧ Ella lo ha amado apenas lo conoció. ♤ Él amó sus sonrisas y defectos a penas la encontró. Mentira...