Lucero y Fernando [Relatos]

Mi refugio y libertad

"Nuestras almas se encontraron, y se amaron..."

*

Por favor, no quiero gente ofendida, ni quejona. Esto es puro LC como les decía, que conste que les avisé. Además es ficción, no se azoten.

Pocas veces solía conducir, siempre viajaba y se manejaba con su chófer, pero esta vez todo había sido tan rápido, instantáneo, y efímero, que su primera reacción fue agarrar su carro y conducir a toda velocidad. Lloraba como una novia tirada en la iglesia, podía jurar que llevaba los ojos arrasados en lágrimas y él maquillaje regado, y que en esos momentos parecía una ebria sin control al volante, pero por lo menos la novia en la iglesia ya no se casaría con una persona que no le convenía y lo superaría rápido.

Pero ella ya hace mucho se había embarcado en aquel viaje, y ahora se daba cuenta de que había naufragado.

Después de tantos años, sentía que no había reversa.

Nadie podía imaginarse lo mucho que estaba sufriendo últimamente, lo mal que la vida la estaba tratando. Y es que ella siempre solía mostrarle al público y a la prensa su mejor cara, quería mostrarles que era feliz, que su vida era perfecta, quería ser una motivación para sus fans. Pero hoy más que nunca sentía morirse.

Si, el amor sí podía lastimar de esa manera.

Cuando su esposo hace apenas unos minutos le echaba en cara que ya no la quería, que el amor sí había muerto, muy contrario a como decía la canción de él, que sólo le guardaba un cariño y ese ya no tenía interés romántico, que si seguían juntos era para guardar las apariencias. Quería gritar de dolor, porque el amor que ella sentía por él aún quemaba como brasa dentro de su pecho.

A veces pensaba que él se había enamorado de otra persona..

Tal vez podía parecer una exagerada, una dramática, que lo que le pasaba no era nada grave ni del otro mundo. Pero nadie se casaba para después divorciarse, nadie y menos ella, se imaginaba que él amor se pudiera acabar.

Y es que se había casado tan ilusionada, era una joven que aún creía en los cuentos de hadas.

Había estado luchando por mantener la llama viva, pero él simplemente ya ni siquiera la veía. No como su esposa, no como su compañera, mucho menos como su mujer.

La famosa estrelló el auto contra otro coche, y fue cuando se dio cuenta que había estado conduciendo como una total desquiciada. Ella no solía ser así. Pero nadie podía controlar sus emociones cuando se salían se control, ni siquiera la persona más calmada.

El golpe fue duro, pero ella aún seguía consiente y la verdad tampoco fue mucho el daño.

- Dios mío.. - Dijo viendo el desastre que había ocasionado, su carro estaba bastante dañado, y además había golpeado fuertemente a otro auto. Lo peor, el daño más fuerte se lo había ocasionado al otro.

Y por lo visto era una camioneta de lujo.

No se preocupaba mucho por los costos que tendría que correr ahora, sino porque la otra persona estuviera bien. Y que no hubiera un escándalo.

Vio con la mirada borrosa como se acercaban algunas personas, y policías de tránsito, también vio a un hombre salir de la camioneta, pero no supo identificarlo bien, la cabeza le dolía mucho. Justo en ese momento, sintió correr un líquido caliente por su frente, y preocupada se pasó la mano por la cabeza.

Suspiró asustada viéndose la mano empapada de sangre.

Pronto las lágrimas con rímel se mezclaron com la sangre que no paraba de brotar de su cabeza. Estaba muy asustada porque nunca había tenido un accidente así.