Víbora II

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-- ¡Jose Miguel! - Se escuchó una voz afuera, una que ambos conocían muy bien. - ¿Estás ahí? Quisiera hablar contigo.

Valentina lo miró molesta. Él se encogió de hombros y le hizo señas de que se quedara callada.

-- Jose Miguel... - Volvió a llamar la mujer.

Él negó con la cabeza y siguió haciéndole señas a la castaña, quien estaba debajo de él, le indicó con el dedo que hiciera silencio. Ella se movió e intentó incorporarse para parar la situación, solamente con haber escuchado a su prima ahí, ya se le había amargado el momento.

-- ¡Quédate quieta!.. - Le susurró a regañadientes. -- No quiero que nos escuche. Deja que se canse y se vaya.

-- Eres un descarado Jose Miguel, teniendo a Ivana allá afuera llamándote, y aún así piensas en hacer algo conmigo. - Dijo ella igualmente susurrando. - Pues fíjate que no, ya no quiero..

-- Bonita.. - Él empezó a besarla por el cuello, mientras nuevamente se dejaba caer sobre ella con delicadeza. -- Olvidemos que está ahí..

-- No.. qué vergüenza, ¿Qué te pasa? - Preguntó con el rostro rojo por la pena, de sólo imaginar a su prima al otro lado de la puerta, y ellos ahí, se le subían los colores. El hombre incorporó ligeramente para poder tener un mejor acceso a ella, quién lo observaba extrañada, más que cualquier cosa. Tomó su boca y aprovechó para llevar sus manos traviesas a los pechos de ella.  -- Deja de hacer eso..

Jose Miguel volvió a besarla.

Y de nuevo el toque en la puerta, sólo que más insistente.

-- ¿Jose Miguel? - Exclamó Ivana al escuchar algunos ruidos dentro. -- Si simplemente no quieres salir, dímelo, ignorarme es algo muy poco caballeroso de tu parte.

-- No le hagas caso.. - Susurró a Valentina. Le dio una pequeña sonrisa y luego volvió a besarla, al mismo tiempo que bajaba sus manos hasta su cintura, y su boca a sus pechos. Hasta terminar deshaciendo todo el lencero. -- Te amo.

Ella le regresó la sonrisa, y lo miró con el rostro ruborizado. Gimiendo bajito cada tanto, y suspirando cada que le robaba el aliento en un beso.

-- No soy mucho de esto.. - Susurró cerca de su oído, mientras que con delicadeza le quitaba la fusta a ella de la mano. - ¿Me permites?

Valentina abrió los ojos sorprendida, incluso un tanto asustada, pero luego asintió y se mordió el labio inferior.

Al parecer hasta aquel punto ambos habían olvidado a Ivana.

-- Quiero jugar como tú. - Dijo con voz suave, incorporándose y viendo como los ojos de ella lo miraban brillantes, a la expectativa. -- Hay que ser justos, ¿No es así bonita? Ahora me toca a mí..

Acarició sus labios finos con suavidad y ternura mientras se pasaba la lengua por los suyos, humectándolos. Luego bajó a su cuello y se volvió a encimar sobre ella, besándola con pasión avasallante, y rodeando su cuello fino con la mano.

-- ¡Jose Miguel, abre! - Exclamó Ivana Ivana.

El susodicho miró a su amante pidiendo su aprobación. Ella desvanecida de excitación asintió besándolo, y dándole más acceso a su cuello.

No iba a negar que estaba un poco asustada, y su corazón estaba latiendo más rápido. Pero la adrenalina y el deseo que estrujaba su cuerpo no le dejaba tener cordura en ese momento.

El fuete cayó sobre uno de sus muslos y el ardor fue superior a cualquier cosa, no pudo callar ni contener un grito, que por supuesto había sido lo suficientemente fuerte para que su prima escuchara.

Lucero y Fernando [Relatos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora