CAPÍTULO 21

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Amelia.

¿Los futuros papás?

Ha pasado una semana más, me encariñe mucho con Massimo, es un niño precioso y tierno, también me doy cuenta de lo mucho que Dereck lo ama, jamás me lo imaginé como padre, en Londres su actitud era de un hombre que le huye al compromiso y todo lo que tenga que ver con eso. Miro a Dereck imita mi gesto serio haciéndome sonreír.

—¿Por qué tan seria belleza?— se acerca a mi— ¿Te sientes mal?

—Hemos dejado pasar el tema del retraso— acaricia mi mejilla— ¿Qué haremos?

—Pediré varias pruebas de embarazo, si sale positiva es tu decisión, ya te lo dije.

—No es fácil, para ti es fácil dejarme la decisión a mi pero no te das cuenta que me pones entre la espada y la pared al tener que tomar esta decisión sola...

—No la tomas sola, yo acepto lo que tu quieras mi amor— sujeta mi rostro— Si estás embarazada ¿Te gustaría tener un hijo mío?

¿Me gustaría? Claro que sí, me encantaría, pero tengo miedo. No sé si esto va a funcionar y tengo miedo a salir lastimada.

—Respóndeme por favor, ¿Tendrías al bebé?— asiento— Entonces si estás embarazada tenemos al niño y seremos los mejores padres— me abrazo a mi misma— Pero no te veo convencida.

—Tengo miedo, me encantaría ser mamá y en especial si el padre de mi hijo eres tú, pero no se si lo que tenemos va a funcionar...

—Haremos que funcione, te lo dije muchas veces, por ti arriesgo todo Amelia, lo dejo todo por estar contigo, no tengas miedo de que esto no pueda funcionar porque lo hará.

—No lo sé...

—Odio tus inseguridades, conmigo no Amelia, olvida todo, conmigo no tienes que ser así, estoy locamente enamorado de ti y nadie cambiará eso, no hay mujer que se compare a ti, y no habrá mujer que vuelva a captar mi atención, solo tú, tú eres y serás mi razón de vivir, mi razón de despertar cada día con una sonrisa, la mujer que le da luz a mis días.

Sus ojos se ven más hermosos con el sol, toma mi mano y entrelaza nuestros dedos, me acerco a él y descanso mi cabeza en su pecho.

—Papá— Massimo viene corriendo y me aparto para que pueda abrazarlo.

—Hola preciosa.

—Hola Ángel— me ayuda a ponerme de pie.

—¿Todo bien? Te veo algo decaída.

—Estoy bien, quiero pedirle un favor— asiente— Podrías... ahm... Dios, no se como decirlo.

—Quiero que compres varias pruebas de embarazo— dice Dereck levantándose del césped con Massimo en sus brazos.

—Dereck..

—¿Qué? No es algo del otro mundo joder— lo miro mal y le quito a Massimo de sus brazos.

—No te expreses así frente al niño— se ríe de mi.

—El lado materno saliendo a la luz— me besa y medio lo golpeo cuando intenta intensificar el beso.

—No ves que tengo a Massimo en los brazos.

—No entiende lo que hacemos.

—Sí, claro— medio lo empujo.

—¿Hablan en serio? Amelia ¿estás embarazada?

—No, bueno no sé...

Tengo hambe.

Cada quién elige su destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora