CAPÍTULO 24

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Adrián.

Las promesas falsas.

Me dio lo que quería y no pienso dejarlo en paz. Pero sigo sin entender ¿Por qué me entregaría a Dereck? Y no solo eso, me entregó a su nieto el cual no a dejado de llorar en nombre de su padre y madre, tuvimos que internar a Amelia debído a que apenas despertó del efecto de no se que le dieron y volvió a desmayarse y no reaccionaba con nada. Dereck está encerrado en los separos temporalmente, despertó hace mucho y está demasiado confundido el porqué terminó aquí, cada vez me convenzo más de que no es un plan que lo incluya a Dereck.

—Señor el niño no deja de llorar y tengo miedo de....

—¿Dónde está?— me guía a la habitación #5— Retírate— el niño sigue llorando desconsoladamente— Ven, no voy hacerte daño.

Quelo a mi papito y mi mamita— lo cargo.

—¿Quién es tu mamá?

—Lia— solo lo miro mientras se frota sus ojos.

Lo llevo a la habitación en donde se encuentra Amelia, está dormida y cuando el niño la ve intenta ir donde ella, no me imagino todo lo que debe estar sintiendo este niño rodeado de personas que no conoce y no confía.

—Tranquilo, está dormida— lo acerco más a ella y el acaricia el rostro de Lia.

—Papá— si no lo ve empezará a llorar otra vez, el niño está en perfecto estado, por seguridad pedí que lo revisaran y todo está en orden.

—Está bien, vamos— antes de irse le da un beso en la mejilla, salgo de la habitación junto con el niño y me lo encuentro a Erick con Alina.

—Papá, ¿Cómo está Amelia?

—Bien, sigue dormida yo tengo que salir a la central un momento. Llevaré al niño a que vea a Dereck.

—Yo voy contigo— se ofrece Alina— Amor cuida de Amelia, cualquier cosa llámame— asiente y se dan un beso corto.

—Adrián— viene Sebastián.

—Hola papá— abraza a Alina— ¿Estás bien?

—Si ¿Tú estás bien?— asiente— Adrián, Dereck quiere hablar contigo, está demasiado impaciente....

—Justo iba a ir.

Salgo de la clínica junto con Sebastián y Alina.

—Voy con Adrián, cuidaré del niño en el camino.

—Está bien, en una hora debemos ir a casa, tú madre quiere verte, últimamente solo pasas en la central.

—Se trataba de mi mejor amiga, es obvio que no podía descansar— Sebastián besa su frente.

—Bien, hora de irnos.

Le entrego el niño a Alina y subimos al auto, conduzco en dirección a la central, tengo que aclarar mis dudas y espero Dereck me las resuelva.

—¿Cómo te llamas?— Alina empieza una charla con el niño

—Massimo.

—Soy Alina.

—¿Tú eles amiga de mi mami?— ella me mira esperando a que le explique.

—Se refiere a Amelia.

—Oh, claro, soy su mejor amiga. Oye ¿Por qué le dices mamá?

—Es la novia de mi papá y la quelo mucho— su acento italiano es muy marcado y me sorprende que sepa hablar nuestro idioma a la perfección.

Cada quién elige su destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora