CAPÍTULO 6

253 8 7
                                    

Dereck.

Lo prohibido.

Pasan 10 minutos en los cuales no a llegado, la mandé a llamar porque escuché a Matteo decir que Amelia quería regresar a casa y no puede irse de aquí sin antes despedirse de mi, si se va tendré 10 días sin verla y eso es demasiado para mí que se me hizo vicio verla a cada nada. Así que si ella no viene a mi, yo iré donde ella. Salgo de ahí dirigiéndome a su habitación, al llegar toco la puerta pero nadie contesta, vuelvo a tocar y no hay respuesta, la puerta está sin seguro así que la abro.

Una maleta hay sobre la cama pero ella no está por ninguna parte o eso pienso hasta que escucho ruidos en el baño, abro la puerta despacio y la veo observarse en el espejo.

—¿Por qué no haces lo que te piden?— se exalta por el susto.

—¿Que haces aquí?

—Responde mi pregunta.

—Porque no quiero— responde y entro al baño cerrando la puerta.

—No sabes todo lo que quiero hacerte para que dejes de ser tan desobediente— la acorralo contra la pared— Quiero cogerte hasta que grites de placer.

—Basta.

—Necesito cogerte hasta que te vengas conmigo dentro de ti, quiero escucharte gemir mi nombre.

—Dereck, no...

—Sé que quieres— rozo nuestros labios— Sé que estas disgustada conmigo por lo que pasó pero créeme que así me coja a medio mundo, nadie saciará las ganas que tengo de follar contigo.

Sus respiraciones se agitan y esquiva mi mirada, acaricio su espalda y voy bajando pero me detiene.

—No, ya déjame en paz tu también— tocan la puerta y se vuelve pálida— ¿Quién?— pregunta con voz temblorosa.

—Soy Edward, linda.

—Carajo— murmura— Quédate aquí y no salgas.

Cierra la puerta del baño con seguro y se va, escucho como abre la puerta y los pasos de Edward igresar a la habitación.

—Linda, Matteo me contó sobre tu decisión...

—Ah... sí me voy, solo estoy esperando la llamada de mi padre.

—Lia, se que Maribel puede ser algo imprudente y molesta pero no dejes que arruine las vacaciones.

Si claro, esa mujer es más que imprudente y molesta, en realidad no sé como Amelia la a soportado durante tantos años y también Edward ¿Cómo se casó con esa mujer? Dios tal vez fue obligado para casarse con alguien así de loca y para colmo su hija le salió igual, solo estoy con ella para tener lazos con Amelia, necesito estar cerca de ella y cumplir con la promesa que le hice a mi padre y así demostrar que Thomas no es mejor que yo.

—Lo siento Edward pero si me quedo solo será para empeorar las cosas— suspira— Amo a Matteo y no quisiera que las cosas se fueran por mal camino por problemas como estos.

—Te entiendo, fue mi culpa por...

—No, claro que no.

—Tranquila, si quieres irte no voy a detenerte y le pedí a Matteo que tampoco lo haga, cuando regresemos a Londres hablaremos mejor sobre esto, ¿Estas de acuerdo?

—Okey.

—Buen viaje linda.

—Gracias.

Escucho el sonido de la puerta.

Cada quién elige su destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora