Hector Doyle

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Pedido por halsey168
Espero y te guste, también lamento la tardanza, me estoy tardando con esto como pueden ver, pero es por que ya entre a al universidad, tons sorry, veré veré puedo ponerme al corriente.

Todo el cielo estaba nublado, demasiado a su parecer, eran las 11 de la mañana y parecía que un diluvio se aproximaba, T/N corría por las calles, no quería que llegara la lluvia y ella quedara empapada por su lentitud.

Se abría paso entre el tumulto de gente que se formaba, era sábado, y tal parece que a nadie le importaba tomar un resfriado, dio una vuelta en una callejuela solitaria planeando acortar el paso, hasta que escucho algo.

- Agh... - se escuchó un quejido proveniente de unos metros más adelante, ¿necesitaban ayuda? No tiene idea pero la daría si fuera el caso.

Se acerco a paso decidido logrando ver una corta cabellera roja, al enfocar su vista lo vio, un hombre sangrante sentado a un lado de un bote de basura, eso le preocupo.

- ¿Estas bien? - su pregunta salio como un tenue susurro, susurro que lo alerto, sus miradas conectaron y T/N se golpeaba mentalmente, era obvio que no estaba bien ¿una persona sangrante estaría bien? - necesitas ayuda - más que una pregunta fue una afirmación.

Dio cortos pasos hacia su dirección, Doyle no sabía quién era ella, pero no le parecía alguien hostil, estaba perdiendo mucha sangre así que la idea de que le ayudara no parecía mal.

- ¿llamo a una ambulancia?

- No - su voz salió grave, y supo que la asustó por el leve salto que dio - tampoco policías.

Y sin más la chica solo asintió, no preguntaría eso podría ser malo, así que simplemente lo ayudo a pararse y lo llevo a donde se dirijia en un instante, su hogar.

Al llegar Hector observo todo con detenimiento, vivía sola, eso era bueno, el leve dolor que sentía al momento de que la aguja entrara en su piel lo mantenía despierto, observaba su rostro, era delicado, se sentía muy cálido estar cerca de ella, una vez terminó y estando ya descansado e incluso comido, se levantó y se fue, no sin antes darle un gracias, camino por las calles con la idea de regresar si estuviera herido otra vez.

El leve toque de la puerta hizo que ella se acercara corriendo, ya sabía quien era.

- Doyle - habían pasado meses desde aquello, y aun así el siempre regresaba como un gato, un gato herido - entra.

No lo iba a negar, empezaba a sentir algo por el, algo por ese condenado a muerte, cuando se entero de ese dato casi le da un infarto, su hermano y su padre la matarían por ayudarlo, pero que más da, ahora había surgido un nuevo sentimiento que creyó nunca sentir, amor, si, se enamoro del pelirrojo y algo que ella no sabia era que ese lindo sentimiento, era mutuo.

Una herida en el pecho de Hector fue lo que vio, suspiro no le gustaba verlo así, agarro lo necesario y se sentó en su regazo, costumbre que había adquirido con el tiempo, le encantaba la cercanía que tenían en ese momento, acabo con lo suyo y sin querer apartarse de su lado se mantuvo un momento más, quería decirle lo que sentía, ¿era un buen momento? Sus rostros cerca, sus pechos juntos y sus corazones latiendo a un mismo ritmo, parecía un bien momento.

-Hector - los ojos del hombre la miraron fijamente, miraban sus labios tan carnosos y apetitosos, deseaba que lo que saliera de ellos fuera una confección para luego besarla, en su mente sonaba bien - Te amo.

Esa fue la señal para atraer la cada vez más a ella, pegandola con fuerza mientras la extrañaba en un fuerte abrazo, sus labios tomaron los de ella con posesión, mentiría si dijera que no lo deseo desde el primer momento, la amaba, se dio cuenta de ello hace un tiempo, el beso se volvía cada vez más candente, no tardo mucho en que las prendas desaparecieran de sus cuerpos y se convirtieran en uno.






EXTRA-----------------------

- Hija hemos venido de visita - se oyó desde la entrada de la casa.

- T/N hermanita, ¿Donde estaAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!! - Su fuerte grito fue capaz de despertar a la pareja que se encontraba desnuda en el sillón.

- Katsumi puedo explicarlo.

- DOYLE QUE NO DEBES DE ESTAR EN OTRO MALDITO PAIS, ¿TE ACOSTASTE CON MI HERMANA POR VENGANZA?

- No sabia que era tu hermana, pero no me arrepiento.

- ¡VOY A MATARTE! - se lanzó sobre el sujetandolo del cuello.

Una mano le tendió una sabana a la chica, Doppo veía la escena con una sonrisa terrorífica.

- Hablaremos de esto más tarde jovencita y créeme que regresaras a casa con nosotros, no más libertad.

Estaba jodida.

Baki one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora