Baki one shots

Kaoru Hanayama

Pedido por Vane_Coronado  me tarde, pero espero y te guste, cambie un par de cosas XD espero y no te moleste.

Aun recuerda la primera vez que lo vio, se encontraba postrado en una cama, T/N había sido la encargada de atenderlo en su estadía en el hospital en el que trabajaba, como enfermera no debía de oponerse, aun y cuando el paciente fuera un líder Yakuza, su deber y principios se lo prohibían, pero, a medida que entablava una relación con el, se dio cuenta de su forma menos áspera al dirigirse a ella, era incluso más amigable, y hasta cierto punto, le gustaba, pero todos esos pensamientos se borraban de su mente al recordar quien era él, no debía de acercarse, y sin más, Kaoru fue dado de alta, para ya nunca verlo, o al menos eso creía.

El recuerdo de quien hace unas semanas fue su enfermera divagaba constantemente en su mente, en ese tiempo que estuvo internado, se dio cuenta de que esa chica de cabello (C/P) le había atraído de sobremanera, se paro de donde se encontraba y así se dirijio hacia la ventana de su despacho, extrañaba su tacto, su voz, su todo.

Suspiro con pesadez, hacia ya dos semanas que se había dado de alta, y en esas dos semanas no había sido capaz de intentar tan siquiera cortejarla, tenía que hacer algo, ¿Pero que? Y como una idea descabellada la idea de un secuestro apareció en su mente cual bocanada de aire después de minutos sin respirar, llevo su mano derecha hacia su rostro, pensando una y otra vez en las ventajas y desventajas de esa idea, pero sus impulsos fueron mayores, ella tenía que ser suya.

El sonido de la puerta abriéndose la saco que un sueño al que fue enviada a la fuerza, su cuerpo temblaba, y el frío crecía, ¿que estaba pasando?

Aun recuerda que iba saliendo del turno nocturno que le había tocado, el frío le calaba los huesos y una leve gripe se hacía notar en su sistema caminaba con rapides hacia su auto, tenía miedo, una compañera de su trabajo le dijo que sus archivos habían desaparecido, y que lo más probable es que fueran por ella, T/N sabia quien eran, Kaoru Hanayama, supo que era él desde el momento en que le contaron tales cosas, corrió hasta llegar a su auto y sin más, arranco hacia su apartamento, tenia que irse, llamar la atención de un Yakuza era peligroso.

Al llegar, corrió hasta su habitación dispuesta a armar sus maletas, tenía ganas de desaparecer, irse un par de meses y regresar cuando lo creyera conveniente, si, eso era lo mejor.

- ¿Vas a algún lado? - una voz profunda sonó a sus espaldas, y sin más, la chica voltea con rapidez, la figura prominente de un hombre en la entrada de su habitación fue lo que vio, era demasiado tarde - Sabes, si vas a un lado -pronunció mientras la ayudaba metiendo su ropa en la maleta - vas a mi casa, después de todo ese es tu nuevo hogar - y sin más todo se volvió borroso.

Y así es como llegamos a esas cuatro paredes oscuras en las que es encontraba, las luces se prendieron dejándola a la vista de una habitación muy bien amueblada y de su gusto.

- Esta es tu nueva habitación, espero y te guste - se acerco a donde ella estaba mientras la tomaba del rostro y la besaba - se que te enamoradas de mi tanto como lo estoy yo de ti, te tratare como a una reina, pero hasta que eso pase no saldrás de aquí.

Los días pasaban y con ello el sentimiento de odio y desprecio que se habia generado en su ser iban en disminución, las muestras de afecto que Kaoru le generaba era en cierto sentido dulces.

Sabia que no debía de estar sintiendo eso pero, no podía sacárselo de su cabeza, su voz, su actitud, todo de él era perfecto a su imagen, que más da si seguía en cautiverio.

La puerta fue nuevamente abierta por Kaoru, y sin más, T/N salto a sus brazos mientras lo besaba con pasión.

- Te amo Kaoru - dijo mientras lo volvía a besar, no tardo mucho tiempo en que el hombre pusiera sus amplias manos en la delicada cintura de la mujer.

- Yo también te amo.

EXTRA--------------------

- ¿Y como se conocieron? - pregunto Katsumi con intriga.

- Fui su enfermera - suspiro con añoransa, mientras recordaba el pasado.

- ¿Y como fue que te enamoro? - esta vez la voz de Katou se hizo presente mientras tomaba.

- Me secuestro.

Y sin más los dos hombres que hasta hace un momento bebían un vaso de cerveza lo escupieron mientras se atragantaban con el líquido amargo, no se esperaban tal respuesta.