𝑒𝑛𝑎𝑚𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑐𝑎𝑠𝑢𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑

CAP. 38

Yi Jeong me invitó a sentarme y se sentó a mi lado, dando inicio a nuestra conversación.

Yi Jeong: quería contarte sobre Ga eul

Malak: ¿Le pasó algo?

Yi Jeong: ¡No! Ella está bien, no es nada de que preocuparse. Ayer la llevé a un salón de belleza e hice que la arreglaran... Te seré sincero, quedó muy bonita. Luego la llevé a un club, donde al parecer vio a su ex novio... Creo que él se arrepintió de haber dejado ir a semejante belleza

No dije nada en todo lo que él llevaba contándome, así que se detuvo.

Yi Jeong: ¿Sucede algo?

Malak: no quiero que juegues con ella, Yi Jeong. Eres mi amigo pero ten en cuenta que Ga eul también lo es, así que espero que no se te ocurra hacerle daño...

Yi Jeong: no jugaré con ella, dejaré que las cosas fluyan

Malak: eso espero, So Yi Jeong, no quiero decepciones... Bueno, ahora iré con Jun Pyo... ¿Sabes algo de lo que él me quiere decir?

Yi Jeong: ni idea

Le sacudí el cabello y fui en busca de Jun Pyo, al llegar lo vi sentado en el sofá leyendo.

Malak: llegué

Jun Pyo: ven, lo que te tengo que decir es importante, te tardaste mucho

Me tomó del brazo y me llevó a un lugar apartado, me soltó de las manos y me tomó por los hombros.

Malak: no vayas a hacer una tonteria, Gu -cerré mis ojos pensando que haría algo malo-

Jun Pyo: ¡La besé! ¡Malak, la besé!

Malak: ¿A quién besaste?

Jun Pyo: ¿A quién más? A Jan Di -me abrazó-

Me sentí feliz por él al verlo tan ilusionado, correspondí al abrazo y me alzó dando vueltas, Jun Pyo era feliz y era algo que también me alegraba.

Luego de lo que me dijeron, regresé al restaurante y encontré a Ga eul haciendo chocolates, tenía una mesa repleta de material para hacerlos y se veía concentrada, así que me acerqué a ella.

Jan Di: sí, muchas gracias -tomó la orden de unos clientes- jefe, una sopa de calabaza

Malak: ¿Qué haces, Ga eul?

Jan Di: ¿Qué es todo esto?

Ga eul: es el día de San Valentin y quiero hacer algo especial para alguien que conozco

Malak: ¡Uy! -la codeé- ¿Quién es el afortunado?

Jan Di: sí. ¿Para quién?

Jefe: ¿Es para mí?

Ga eul: no, para alguien que me ayudó. Y tú, Jan Di, ¿no le vas a regalar chocolates a Jun Pyo?

La entregó una bolsa de chocolates y ella a regañadientes aceptó.

Ga eul: Mal, tú deberías tener a alguien especial, toma, creo que le gustarán

Tomé la bolsa de chocolates y le agradecí. Salí del restaurante encontrándome con una señora mayor.

Malak: buenas tardes -hice una reverencia-

Señora: buenas tardes, señorita, disculpe... ¿Los platillos de aquí son buenos?

Malak: por supuesto que lo son, he venido muchas veces y ayudo aquí, así que puedo decirle que la comida de este lugar es muy rica. La dejo, señora, nos vemos luego

Hice una última reverencia y subí a mi camioneta, tomé camino hacia mi casa y me dispuse a sacar el material que Ga eul me había dado.

Comencé a preparar los chocolates con formas tiernas y luego fui a comprar otro regalo, quise regalarle una chamarra, así como le gustan a él.