CAP. 39

608 52 4
                                    

MALAK.

Al día siguiente fui a la casa de Jan Di, ellos habían decidido vender productos en la calle y los quise ayudar, así que ayudé a subir las cosas en la camioneta del papá de Jan Di y fuimos a vender.

Estuvimos ensayando cómo íbamos a promocionar los productos que vendían, yo me ofrecí a vender pan de arroz junto a Jan Di.

Todo iba tranquilo hasta que nos llamaron a ella y a mí para que les venderamos pan, nos acercamos al auto dándonos cuenta de que era el secretario de la madre de Jun Pyo, además de que ellos también iban adentro del auto, noté que Jan Di se puso triste al verlo.

X: señorita, un café -le hablaba a Jan Di-

Malak: no te preocupes, todo estará bien -me volteé para atender al joven- aquí tiene

Recibí la paga y fui con la señora Gong Joo para tomar más pan y seguir vendiendo, al ir caminando me topé con Jun Pyo, el cual dejó un beso en mi frente y se fue con Jan Di. Seguí vendiendo y alcé la mirada, viéndolos hundidos en un cálido beso, mucha azúcar para mis ojos. Fui con sus padres los cuales también los estaban observando.

Gong Joo: esa es mi hija

Malak: muy empalagosos -reí-

¿?: eso dices -me abrazó por los hombros-

Malak: ¿Woo Bin, qué haces aquí? -lo abracé- ya quería verte

Me llevó a un lugar un poco alejado para hablar conmigo.

Woo Bin: ¿Qué haces aquí, Mal?

Malak: le ayudo a Jan Di a vender para conseguir dinero, ya sabes que no la puedo dejar sola

Woo Bin: me enorgulleces, me quedaré contigo un rato y les ayudaré, tú descansa un poco

Regresamos y seguimos vendiendo, horas después, Woo Bin tuvo que irse por asuntos con su padre y yo me quedé hasta que cayó la noche y tuve que irme.

...

Estaba en el restaurante de avena con mis amigas, Jan Di estaba en una llamada de teléfono intentando buscar trabajo pero la rechazaron.

Malak: ¿Lo ves? Acepta mi propuesta de trabajo, Jan Di. No quisiste que te diera un solo peso, al menos acepta que te de trabajo en la empresa

Jan Di: Mal, ya me has ayudado mucho, más ayuda no puedo aceptar

Un rato después, seguimos tomando las órdenes de los clientes.

Jefe: ¡Sale una sopa de calabaza!

Jan Di llevó la comida hasta la mesa de un señor, el cual se nos quedaba viendo desde que llegó, y no de una forma muy buena... Parecía que nos desvestía con la mirada.

Jan Di: está demasiado caliente, déjela enfriar un poco antes de comerla -dijo amable-

Señor: es usted muy atenta -le sonrió-

Jan Di: por favor, venga más seguido, nuestros platillos son exquisitos

Señor: qué cara tan bonita tiene... ¿Está en la universidad?

Eso hizo que se desatara más mi incomodidad hacia él.

Jan Di: no, aún estoy en la preparatoria

Señor: ¡Ah!... Qué pésima noticia... ¿Y tú, jovencita? -me miró- te veo y me parece que ya eres mayor de edad -me sonrió-

Malak: lo soy -lo miré fijamente- ¿Por qué?

Señor: yo contrato estudiantes como modelos y me gustan mucho sus imágenes

𝑒𝑛𝑎𝑚𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑐𝑎𝑠𝑢𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora