Un final feliz [Bl]

Capítulo 13: Ramera

...Narra Jack...

Hoy he recibido una llamada del establecimiento de mis hijos, algo que suele ocurrir en ciertas ocasiones por lo revoltoso que puede llegar a ser Chris, por ello, cuando oí al director simplemente asumí que Chris estaba en problemas y le aseguré que iría de inmediato.

Obviamente, le avisé a Noah, esto era algo que debíamos hacer juntos, por ello lo pasé a recoger al trabajo con tal de llegar juntos al establecimiento.

Lo increíble es que, cuando entré en la oficina del director, vi a mi pequeña completamente callada frente al director y a un muchacho quien tenía la nariz rota.

Lilith mantenía la mirada en sus manos, las cuales mantenía posadas sobre sus piernas, que movía con nerviosismo, dejándome ver que en cuanto nos escuchó, se alarmó un poco temerosa por lo que podía pasar.

Conozco a mi hija, sé perfectamente la clase de comportamientos que tiene, por ello me acerqué escuchando como el padre del chico, no dejaba de gritarle con enfado.

—¿Qué ocurrió? —preguntó Noah posando sus manos sobre los hombros de nuestra hija, dándole cierta confianza con esta acción.

—¿Qué ocurrió? ¿No es obvio? —preguntó de forma altanera la madre del chico con la nariz rota— tu hija le rompió la nariz a mi hijo, más les vale pagar por las lesiones causadas.

—En mi establecimiento, no puedo permitir esta clase de comportamientos, no importa quienes sean sus padres, es inaceptable que una señorita golpee a un joven— decía el director.

—¿Qué se podría esperar de la hija de unos criminales? —comentó el padre del chico.

Yo no quise decir nada, más bien miré al padre del chico con completa seriedad notando cuan enfadado estaba, sin embargo, había algo que no comprendía y sin duda me mantenía muy curioso.

Mi hija es una chica tranquila, evita por completo la violencia, aunque puede llegar a usarla en ocasiones cuando alguien colma su paciencia, lo que me lleva a preguntar, ¿por qué lo golpeó? ¿Qué hizo ese chico para colmar la paciencia de mi hija?

No tenía sentido, Lilith no es agresiva, es una muchacha dulce que odió cada minuto que pasó en aquella casa de entrenamiento, incluso lloraba porque no deseaba golpear a nadie, aun cuando aquellas personas estaban entrenadas para pelear y un golpe inofensivo no los lastimaría de muerte.

Ella, durante el entrenamiento que recibimos todos los Daniels, tuvo que aprender a defenderse a pesar de que nos decía "Puedo resolver las cosas hablando" y hasta me discutía cuando yo le decía "No puedes dialogar con un secuestrador"

En este caso, nadie la planeaba secuestrar, nadie parecía portar un arma y al tratarse de un adolescente, supuse que había dicho o hecho algo estúpido, pues dentro aquella depresiva oficina de paredes marrones, nadie se había molestado en preguntar la razón por la que mi hija golpeó a ese sujeto.

—Esto es inaguantable, les aseguro que los demandaré— dijo la madre del chico.

—Hazlo— dije despreocupado, posicionándome frente a Lilith, apoyando una de mis rodillas en el suelo en busca de encontrar la mirada de mi hija, quien no deseaba mirarme, casi como si pensara que yo me decepcionaría de ella—hija, ¿Qué ocurrió? —le preguntó con suavidad, casi con ternura a medida que Noah le acariciaba el cabello.

Lilith me miró a los ojos, mientras que yo la miraba de regreso tratando de darle el apoyo que necesitaba, además Noah la estaba acariciando con ternura, haciéndole ver que pase lo que pase, tendría nuestro apoyo.

Ella obviamente lo entendió, por ende, comenzó a narrar los hechos.

Todo comenzó durante la mañana cuando ella fue a la biblioteca en busca de un libro que necesitaba para estudiar, Sam e Isabel estaban en una de las mesas de la biblioteca haciendo una tarea que les dieron durante su primera clase, por ende, no se dieron cuenta de que el chico al que Lilith golpeó, le dio una nalgueada antes de marcharse con sus amigos.