Un final feliz [Bl]

Capítulo 34

Tengo miedo, no sé si será mi instinto o si la voz de mi cabeza tenga habilidades especiales, pero siento que algo malo se aproxima y seguramente, será algo que me hará sufrir muchísimo.

Últimamente, mis días han sido perfectos, cada que despierto Chris está a mi lado y por alguna razón, ha estado invirtiendo todo su tiempo en hacerme feliz.

Me gusta pasar tiempo con él, siento que estoy dentro de un cuento de hadas donde en algún momento de la historia, obtendré mi final feliz, el problema es que, como en cada historia fantasiosa, debe existir un problema que consiga alterar la estabilidad del protagonista.

Por ahora, todo ha marchado bien, mis días han estado llenos de felicidad, pero una parte de mí me advierte que me mantenga alerta.

No todo es color de rosa, hay ocasiones en la vida donde las cosas se complican, pero aún no sé qué será aquello que atormentará mi felicidad.

Igualmente, no me importa demasiado, si Chris está conmigo, siento que soy capaz de comerme el mundo.

Hoy debo ir a la clínica para ver a mi abuelo, el médico a cargo de su salud me pidió estar presente para ver los resultados que le permitirán salir del hospital.

Aún no se sabe si podrá regresar a casa, pero supongo que, si todo sale bien, pronto mi abuelo podrá seguir con su vida lejos del hospital.

Hoy me levanté temprano, salí a correr un poco para mantener mi cuerpo en movimiento ahora que no trabajo ni tampoco estudio. Ya hice el papeleo correspondiente, ahora sólo me queda esperar para recibir aquel título universitario que llevaba esperando muchos años.

Estoy feliz por haber terminado, aunque en realidad la carrera que he elegido no era una de mis favoritas. No es algo que hice por vocación, por ende, a pesar de estar feliz, una parte de mí se sentía decepcionada.

Cuando llegué a casa luego de correr una hora, me duché tranquilamente mientras pensaba en qué preparar de desayuno.

Chris había salido temprano, estuvo conmigo cuándo desperté, pero ahora seguramente no lo veré hasta el mediodía o quizás más tarde.

Como no era un problema para mí, una vez salí de la ducha, me puse un short deportivo y opté por ordenar el departamento.

No somos muy desordenados, pero igualmente se puede ver un pequeño caos ocasionado por los días que han transcurrido y no hemos limpiado.

Opté por poner música, quise comenzar limpiando los espacios del primer nivel, mientras la aspiradora inteligente se paseaba por la habitación.

No solemos dejar loza sucia, así que limpiar la cocina fue bastante sencillo, lo más tardío fue quitar el polvo de los muebles y barrer, sin embargo, no me tardé más de veinte minutos.

Luego seguí con el comedor y finalicé con el salón, donde moví los sofás para limpiar por debajo.

Todo lo dejé resplandeciente, me sentía orgulloso de lo limpio y brillante que se veía el blanco. Luego, cuando acabé de limpiar, puse la ropa que había lavado en la secadora para seguido subir a buscar las sábanas y toallas que deseaba lavar.

Me sentía con bastantes energías, adoro limpiar cuándo no hay nadie mandándome, además nadie estaba constantemente bajándome la música ni hablándome.

Esto era algo que me molestaba mucho cuando estaba en casa de mi abuelo. Siempre me bajaba el volumen de la música, o bien, algún vecino irrumpía en casa para convencerme de bajar la música.

Claro que, por culpa de todo lo que hasta ahora he hecho, me siento una ama de casas. No pude evitar reír frente al pensamiento de tomar aquel papel, de hecho, llegué a pensar en hijos y sin duda, no podía imaginar cómo sería tener aquella vida.

Mientras limpiaba el baño, pensaba en cómo sería Chris si tuviese un hijo, llegué incluso a imaginar a una versión pequeña de él, pero era raro.

No logro entender por qué estoy pensando en esto, aún no llevamos el tiempo suficiente como para imaginar una vida estable donde haya niños de por medio.

En fin, ya estaba terminando, me faltaba sólo ordenar la cama. Había pasado toda la mañana limpiando, pero me gustaba como se veía todo ordenado y perfectamente limpio.

En mi lista de música apareció una canción de aquellas movidas, como estaba solo no me negaba a bailar, así que demoré más de lo que debería.

No conocía la canción, pero gustaba el ritmo y era muy fácil bailar por lo contagiosa que era. Claro que, cuando acabó, un silbido llamó mi atención y pronto mis mejillas se sintieron calientes cuando vi a Chris apoyado en el marco de la puerta.

—¿Hace cuánto estás ahí? —pregunté mientras se reproducía "Perfect" aquella versión en español.

—Lo suficiente como para querer bailar contigo— dijo acercándose a mí.

—Es vergonzoso— dije mientras que él posicionaba sus manos en mis caderas.

—Venga...— dijo viéndome con una sonrisa en el rostro.

Acepté, me daba vergüenza, pero envolví mis brazos alrededor de su cuello mientras de fondo escuchaba aquella parte de:

[...Éramos niños buscando amor, sin saber sentirlo, pero ahora no renunciaré.

Bésame lento, amor Tengo tu corazón, el mío en tus manos ya está...]

Nos movíamos lento, casi como si bailáramos vals, además ambos nos mirábamos directamente a los ojos, como si, a través de la canción, fuéramos capaces de expresar nuestros sentimientos.

Era un momento lindo, Chris incluso repetía ciertas frases de la canción y llegó a susurrar sobre mis labios, aquella parte de:

[...Eres tan bella y tan perfecta, amor...]

Aunque él dijo [...Eres tan lindo y perfecto, amor...]

No sé por qué quería llorar, era un momento tan bonito que por alguna razón sentí ganas de llorar, sobre todo cuándo Chris dijo "Esta canción será oficialmente nuestra y la pondremos el día de nuestra boda"

—Te amo...— susurré sobre sus labios, viendo cómo formaba una hermosa sonrisa que destruí al momento de besarlo.

No sé qué nos depara en el futuro, pero quiero estar con Chris el resto de mi vida.

[...Elizabeth Carter...]

Huele a peligro...🎶