Capítulo 42

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Se supone que esto no tenía que marchar así, venía con la intención de convencerlo de que no fuera a mi boda, pero ahora estoy sobre sus piernas mientras permanece desnudo.

Es una buena vista, tiene un cuerpo espectacular, sin embargo, esto no estaba en mis planes.

Chris pregunta insistentemente a qué he venido, sólo que cuándo lo miro a los ojos mis preguntas cambian, pero no me atrevo a decirlas en voz alta por el miedo a revivir el pasado.

¿Por qué quieres estar en mi boda si nosotros ya no somos cercanos? ¿Por qué me miras como si me amarás, cuándo claramente recuerdo que para ti era un juego? ¿Por qué me besas si sabes que no seré capaz de rechazar tus labios? ¿Por qué siento que intentas impedir mi boda, si para ti lo nuestro nunca tuvo importancia? ¿A qué estás jugando ahora? ¿Por qué cada que te veo, mi corazón se acelera si creí superarte?

No puedo decirle esto, me da miedo oír la respuesta y decepcionarme cuándo diga que sólo es un juego.

Me sentí triste al pensar en esto, pero opté por contenerme y mirándolo a los ojos planeaba convencerlo de no asistir, sin embargo, justo cuándo planeaba hacerlo, su móvil comenzó a sonar.

Él obviamente respondió, no le importaba que yo pudiera escuchar, al principio me sentí curioso tras oír la voz de una mujer, sin embargo, luego comprendí que era una trabajadora de la agencia en la que antiguamente trabajaba.

—Sí, ya vi el vídeo— habló mirándome a los ojos.

Aún no hemos conseguido dar con Matthias— oí que decía.

—Estás de suerte, él está justo frente a mí— le dijo con una sonrisa, mientras yo lo miraba con cierto enfado.

No quería hablar con ella, pero Chris puso la llamada en altavoz obligándome a escucharla.

Será sólo un vídeo para impulsar nuevamente las ganancias— me decía luego de explicarme por qué me estaban buscando.

—No puedo, ya lo he dejado y pronto me casaré— le dije creyendo que con eso dejaría de insistir.

La recompensa por el vídeo es de 10 millones, sin duda necesitarás ese dinero para los gastos de la boda, incluso quizás para el vestido de la novia— me decía, mientras que por mi mente pasaba una idea increíble.

—10 millones...—murmuré mirando a Chris con diversión— ¿cuánto vale el vestido que pidió mi prometida?

—No te diré— me dijo entendiendo mis intenciones.

Si soy yo quién paga el vestido, entonces podré convencer de un modo u otro a mi prometida para no invitarlo.

Él lo sabía perfectamente, por ello intentó finalizar con la llamada, pero le quité el teléfono de las manos para aceptar la propuesta.

¡Estupendo! —dijo ella— haré el contrato y me pondré en contacto con ustedes.

—Ok, anota mi número— dije antes de comenzar a dictarlo, aprovechando que Chris no tenía donde anotar y, por ende, no podría recordarlo.

O eso pensé hasta que luego de finalizar la llamada, él me quitó su móvil para anotar dígito por dígito haciéndome ver que su memoria sin duda era mejor que la mía.

—¡Lo tengo! —dijo con alegría, escuchando mi teléfono sonar en la mesita de centro.

—Te durará poco, lo cambiaré cuándo la grabación termine— le aseguré con una sonrisa burlona— además, si consigo pagar el vestido, no podrás ir— le aseguré.

Un final feliz [Bl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora