Sabor menta

CAPÍTULO 1

Dustin llevaba diciéndoselo mucho tiempo, aquella chica con la que trabajaba era genial, ¿había hablado con ella alguna vez? No, pero le había pasado las llaves de la tienda cuando tocaba el cambio de turno.

-¿Te gusta? -Preguntó Henderson apoyado en el mostrador.

-No lo sé, solo sé que es muy guay, me gustaría conocerla más. -Contestó haciendo el helado de chocolate que es joven le pidió.

-Así que es tu crush. -Suspiró. -Habla con ella, no te puedes llevar todo el verano sin dirigirle la palabra.

-Lo intenté el otro día cuando me tocaba turno de tarde, le dije "¿se ha acabado el helado de fresa?"

-¿Y que te respondió?

-Nada, solo asintió y me miró como si fuera lo más obvio del mundo. -Le entregó el helado y apoyó la cabeza en el mostrador.

-Tal vez es la ropa.

-Imposible, ya he ligado 4 veces con esto puesto. -Puso cara de asco mientras señalaba el gorro de Scoops Ahoy.

Antes de que Dustin respondiera burlándose la alarma del teléfono de Steve sonó, al fin se podía deshacer de esa ropa.

-Antea de que te vayas, necesitamos que nos dejes pasar a la zona del cine. -Sonrió el menor con sus recientes dientes.

-¿Nos? -Henderson señaló al grupo de adolescentes que observaban desde lejos. -Solo me quieres para eso, te cuento mis problemas y tú solo me utilizas. -El joven rió.

-¡Noooo! -Agarró el antebrazo de Steve y lo movió de un lado a otro. -Sabes que eres mi mejor amigo, pero me encantaría ir al cine gratis con mis amigos. -Sonrió inocentemente.

-¿Ah si? Pues busca a otro. -Comenzó a recoger y quitarse el delantal. -Ahora vete, Robin estará a punto de llegar. -Le hizo un gesto con la mano para que se retirase.

Harrington estaba decidido, hablaría con ella, se cambio de ropa, arregló su pelo y esperó delante del mostrador a que apareciera.

Tenía un diálogo mental en su cabeza que acabaría en invitarla a cenar el fin de semana, tristemente se quedó sin palabras cuando la vio acercarse seguida por el grupo de chicos.

-Ya le he dicho a Dustin que no os dejare pasar otra vez. -Dijo entre dientes manteniendo su sonrisa para la chica.

-Tu no, pero Robin si. -Aclaró Sinclair con una sonrisa de superioridad.

Steve miró a la chica y esta levantó una ceja desinteresada.

-¿Los conoces? -Preguntó dudoso.

-Aja. -La primera vez que la escuchó hablar y le dejó en evidencia.

-Es amiga de mi hermano. -Sonrió Will. -Y mia. -La chica revolvió el pelo del chico.

Como siempre Robin extendió la mano y recibió las llaves por parte de un avergonzado Harrington, mientras todos entraban por la puerta de personal Dustin se dio la vuelta para enseñarle el dedo de en medio a su amigo.

Steve mordió su lengua y furioso mostró sus dos dedos. Aquello había sido vergonzoso, revolvió su pelo intentando olvidar lo sucedido, pero su cabeza siempre estaba en movimiento, una desgracia o una bendición.

Will, esa era la clave, conocía a Robin y si le pedía algo como aquello, que le podría costar el trabajo a la chica, era por la confianza que tenían.

Si quería acercarse a la chica ya tenía como.

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Al día siguiente por pura casualidad vio a joven Byers por el centro comercial, parecía desorientado y estaba solo, extraño.