Harrington estaba ansioso por su "cita" con Robin, deseaba que fuese medio día para cerrar e irse al lago con ella, al fin podría avanzar más su relación, pasar de compañeros de a trabajo a amigos, o tal vez algo más.
-Munson. -Saludó feliz colocando su habitual helado de menta en el mostrador, estaba perfectamente colocado por su continua felicidad, Eddie miró el helado con el ceño levemente fruncido.
-Está perfecto, ¿lo hiciste especialmente para mi? -Rió.
-Claro que si, todo por ti mi niño bueno. -Guiñó un ojo, el metalero aguantó la sonrisa y comenzó a comer su helado.
-¿Tienes ganas de tu cita? -Steve deseaba que hablara de ello.
-Dios, lo estoy deseando, dudo que llegue a mucho, tal vez nos besemos. -Eddie tosió un par de veces. -¿Estás bien? -Con preocupación retiró su pelo de la cara para colocarlo detrás de su oreja, Munson pensó que Steve era cruel con él y se preguntó que se sentiría mejor, si propinarle un puñetazo en la cara o tener sus labios sobre los suyos.
-Sabor menta. -Sonrió mostrando los dientes. -Aveces es como si me lavara los dientes. -Harrington bufó.
-Por eso deberías comer el de vainilla. -Recordó el agradable olor de Eddie, pensó en la comodidad que sintió al dormir junto a él y aquel olor inundando su cabeza, meneó la cabeza ante la idea.
-¡Ya lo hice! Pero no me gusta la vainilla.
-¿Como puedes decir eso? Si tú hueles a vainilla. -Ed levantó la cabeza rápidamente, Steve entreabrió los labios y giró el anillo sobre su dedo una y otra vez buscando sus palabras.
-¿Me has olido Harrington? -Se burló cubriendo su sonrisa con el pelo rizado, el contrario apretó sus manos buscando algo que le justificara.
-He dormido en la misma cama que tú, era eso o respirar la suciedad de tu habitación. -Si, eso sonó convincente, se felicitó mentalmente aflojando sus manos.
-Es mi champú, me gusta oler bien. -Siguió comiendo indiferente. -A ti no te gusta el helado de menta pero te lavas los dientes y hueles a limpio. -Steve levantó una ceja. -La misma lógica, era eso o respirar la suciedad de mi habitación, ¿no?
Harrington aguantó su sonrisa, los dos sabían que aquello era mentira, que aquella noche habían disfrutado del contacto y olor del otro, pero decidieron no hablar de ello, era mejor tener una excusa que ambos usaran.
-Claro, ¿y que haces cuando yo no estoy?
-Morirme entre mi mugre. -Dio unas carcajadas y Steve revolvió su pelo.
-Por eso me necesitas.
-Sí, te necesito a mi lado por las noches. -Habló en tono divertido, Eddie se felicitó por su habilidad de decir verdades y que la gente no le creyera.
-Solo 20 años más, aguanta. -Steve continuó con la broma.
-Lo sé. -Alejó la tarrina terminada y mostró el dedo anular con el anillo de papel. -Estoy ansioso. -Caminó hacia la salida de espaldas mostrando sus dedos de en medio, Harrington imitó el gesto aguantando la sonrisa.
Estar con Eddie era divertido, o simplemente Munson era divertido y él adoraba estar a su lado, esperó que estar con Robin fuese por lo menos la mitad de genial.
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Steve estaba nervioso, ya había estado nervioso muchas veces, lo mencionó anteriormente y desde hace una semana y poco se había vuelto un sentimiento habitual mayormente por Munson, esta vez deseaba tener esa cita con Robin.
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Sabor menta
FanfictionAU moderno. Steve Harrington trabaja en una heladería en el centro comercial junto a una chica, Robin. La cual es amiga desde años de Jonathan. Will y Steve hacen un trato, un extraño trato.