El sábado siempre era un día duro para Steve, normalmente no tenía dificultad para levantarse pero los sábados no podía mover su cuerpo, con solo pensar en servir helado todo el día a niños gritones soltaba un quejido adormilado.
Aquel día fue caluroso, más de lo normal, y agradeció por su estúpido aunque fresco uniforme.
Como era ya de costumbre Munson apareció, distinto, llevaba el pelo recogido.
-¿Cambio de look? -Preguntó con una sonrisa sirviendo el helado de menta en una tarrina.
-Desgraciadamente, hace calor.
-¿Desgraciadamente?
-No me gusta como me veo con el pelo recogido. -Steve le pasó el helado por el mostrador y le miró analizándolo unos segundos.
-Te queda bien.
-¿Tú crees? -Levantó una ceja e intentó verse en el reflejo del mostrador.
-Sí, se te ve mejor la cara. -Acercó su mano para retirar el flequillo de Munson de su cara.
-¿Te gusta mi cara? -Dio una sonrisa de superioridad, Steve parecía demasiado concentrado en peinar al metalero como para responder, solo dio media sonrisa.
-¿Tan interesado estás en si me gusta tu cara? Creía que no eras tan superficial. -Eddie se encogió de hombros cuando Harrington retiró su mano.
-Me gusta que me alaguen, como a todos. -Steve bufó. -Si no lo he dejado claro quiero que me alagues. -Volvió a bufar incluso más alto intentando aguantar la risa.
-¿En serio?
-¡Claro! Eres el rey Steve Harrington, un alago tuyo es mejor que 100 besos de animadoras. -Habló en tono sobreactuado provocando que el otro agarrara su estómago de las carcajadas.
-Está bien, eres divertido, más amable de lo que pareces, atractivo y... un mentiroso. -Se puso serio.
-¿Un mentiroso?
-Aja, un mentiroso. -Eddie dobló la cabeza extrañado. -Creo que acabé con ese Ent de forma increíble. -Munson pasó saliva y su postura relajada pasó a recta e inmóvil.
-No sé de que hablas. -Dio un gran paso hacia atrás, Steve se estiró sobre el mostrador y agarró el cuello de la camiseta de tirantes del otro.
-Oh, si que lo sabes rata sucia. -Eddie levantó las manos.
-¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡No me mates de una forma terrible como a ese Ent! -Gritó echándose hacia atrás, confiaba demasiado en la tela de su ropa, o en el agarre de Harrington, ¿pero como no? Si agarraba el volante del coche como un jodido animal.
-Así que dime, ¿soy el mejor? -Se apoyó en el mostrador, Munson suspiró y cruzó los brazos.
-Solo fue un poco impresionante, no significa que seas el mejor.
-¿Un poco? La llamada que me hicieron los chicos después decía lo contrario. -Eddie se puso rojo de vergüenza y cubrió su cara, la sonrisa de Steve se amplió.
-Está bien, no me esperaba que fueras bueno y todavía no he conocido a nadie que ganara la primera partida, ¡pero!
-¿Pero? -Sus hombros cayeron.
-Si, pero, tendrás que jugar más para demostrarme que eres el mejor. -Se apoyó en el mostrador casi completamente, estando con sus zapatos desgastados únicamente rozando el suelo.
-¿Y que pasa si soy el mejor? ¿Que me darás? -Se acercó al chico con superioridad.
-Oh Harrington. -Rió rasposamente. -Lo que quieras. -Levantó las cejas para que viese que lo decía en serio.
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Sabor menta
FanfictionAU moderno. Steve Harrington trabaja en una heladería en el centro comercial junto a una chica, Robin. La cual es amiga desde años de Jonathan. Will y Steve hacen un trato, un extraño trato.