CAPÍTULO 17

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Harrington no había dormido tan bien desde hace meses, respiró profundamente y su espalda se sentía más ligera desde que habló con su madre, pensó que seguramente era el haberse abierto von su madre, pero luego recordó que acabó durmiéndose a las 3 am por la cantidad de cosas que deseaba contarle a su madre sobre Munson.

La señora acabó tan agotada de aquella charla que sacó dos conclusiones, bueno, más bien una conclusión y una idea.

La primera era que su hijo estaba enamorado, demasiado para ser justos, sentía en brillo en sus ojos y muchas veces era incapaz de expresar como le hacía sentir Eddie con palabras y acababa haciendo extraños gestos con las extremidades.

La segunda, la idea, era que necesitaba como el comer que ambos chicos acabaran juntos de una forma u otra. Mejor dicho que Munson correspondiera los sentimientos de su hijo, llegó a un punto que pensó en que su Stevie moriría si perdía al contrario.

Steve por otro lado disfrutó su mañana y deseó que llegara la tarde para trabajar, lo cual era extraño, pero se sentía libre de expresar sus sentimientos por Munson una vez habló con su madre sobre ello, ahora se sentía más correcto que nunca.

-¿Y esa sonrisa? -Se burló Robin pasándole las llaves.

-La de siempre supongo. -Bajó la cabeza.

-No, no. -Rió acercándose. -Esa sonrisa es de alguien MUY MUY feliz. -Se cruzó de brazos. -¿Que pasa? ¿Acaso has follado?

-Que va, ya me gustaría. -Bufó entre dientes, pasó de largo para intentar entrar en la sala de empleados.

-Entonces dime que es. -La chica se apoyó en el mostrador, Steve paró su paso y pensó antes de pasar tras la puerta. -Sé guardar secretos, soy muy buena. -Alzó las cejas, el chico suspiró y se acercó a ella con cuidado.

-De acuerdo. -Buckley sonrió. -Me gusta alguien. -Dio unas carcajadas al decirlo. -Mucho.

-¿Desde hace cuanto lo sabes más o menos? -Levantó una ceja intrigada.

-Eh. -Pensó bien. -No lo sé, unos días supongo, no más de una semana. -Robin apretó los labios y asintió levemente.

-Genial. -Habló en tono alargado. -¿Y quien es esa persona afortunada? -La sonrisa de Harrington aumentó al escucharle usar "persona".

-Eddie Munson. -Dijo con la barbilla alta y una sonrisa que mostraba sus dientes, la chica mantuvo su expresión normal y asintió.

-Guay.

-¿Guay? ¿Solo vas a decir eso?

-¿Que coño quieres que diga?

-¡Y yo que sé! Pero esperaba algo más de emoción. -Buckley suspiró.

-Harrington, no te lo tomes a mal, pero se te notaba, mucho, demasiado.

-¿Como? ¿Que quieres decir con eso?

-¿Estás tonto o que? Hace una semana te pregunté por mensaje si querías cambiar los turnos y me dijiste que ni de coña, que así veías a Munson y te divertías con él.

Steve no se lo podía creer, ¿era tan obvio? ¿A caso incluso Edward lo sabía y se estaba burlando de él? ¿Y si lo estaba incomodando? ¿Por eso le llamó "marica" el otro día? Todos los pensamientos le hicieron girar el anillo sobre su dedo.

-Incluso ahora estás girando ese feo anillo que te regaló.

-No es feo. -Lo miró. -Joder es horrible. -Rió, sin importarle mucho lo llevó a sus labios y le dio un pequeño beso.

-Cuando quedamos hablabas de él todo el rato, "Eddie es genial", "Eddie es divertido", "¿Tocas en la banda? Eddie toca la guitarra." -Imitó incluso sus gestos, gestos que Robin había memorizado por sus años en el instituto rodeada de idiotas populares.

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