CAPÍTULO 15

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A Steve le despertó el chirrido de una puerta, la puerta de la habitación de Eddie.

Cuando abrió los ojos se encontró con el largo pelo de Munson junto a él y no se lo pensó dos veces para comenzar a jugar con este entre sus dedos con una sonrisa, los rizos del chico eran divertidos.

Cuando levantó un poco la mirada visualizó al señor Munson frente a la cama, con una taza y levemente sorprendido, aquello hizo que Harrington diese un gran salto en el antiguo colchón, tal fue que despertó a Eddie, aunque el metalero solo se revolviera entre las sábanas.

-Steve para, intento dormir. -Pronunció entre bostezos y estampando su cara en su almohada.

El señor Munson suspiró fuertemente mirando al intruso, a Harrington no le salían las palabras, ¿como le iba a explicar a aquel señor que dos chicos en la cama en ropa interior no era nada sexual?... por lo menos en aquel momento. Steve comenzó a patear la pierna de Eddie bajó las sábanas.

-Joder Harrington. -Levantó la vista para mirar a Steve. -Ayer acabé agotado, déjame dormir. -Eddie no era de ayuda, la cara pálida de Steve le hizo levantarse.

Visualizó a su tío el cual le saludó con la mano, Munson simplemente bufó y volvió a estampar la cara contra su almohada.

-Hola tío. -Habló intentando volver a dormir. -Él es mi amigo Steve. -Le señaló desde su posición, Harrington levantó un poco la mano para saludar y el señor le respondió con una sonrisa y levantando su taza en modo de saludo.

-Es tarde. -Su voz era de un hombre agotado. -Levántate. -Se acercó a su lado del colchón, lo destapó sin cuidado y vertió el agua que tenía en la taza sobre su sobrino, Steve llevó sus manos a la boca para evitar reír.

-¡JODER! ¡Otra vez no! -Se levantó rápidamente de la cama, Harrington le imitó, las sábanas estaban completamente mojadas.

-¿Steve? -El señor llamó al chico. -Creo que Ed se ha meado en la cama, lo siento. -Señaló lo mojado y Harrington dio unas carcajadas observando el colchón.

-Me acabas de tirar agua. -Dijo el metalero entre dientes frotando sus brazos.

-Una taza, no un tsunami. -El señor Munson señaló la cama. -Te dije que hicieras cosas de provecho este verano. -Le advirtió con el dedo antes de salir del cuarto dando un portazo.

-¿Te measte en la cama? -Steve intentó controlar su sonrisa mientras preguntaba, se ganó un cojín en la cara.

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Harrington de duchó y vistió en la caravana Munson, Eddie le dijo que podía irse a trabajar mientras él se aseaba, pero aquello implicaba llegar solo hasta la puerta, es decir, encontrase cara a cara con su tío.

Cuando se asomó consiguió ver al señor Munson apoyado en el mueble de la cocina con una taza, esta vez de café caliente.

-Gracias por dejar que me quede. -Irse sin agradecer sería grosero, sus padres no se gastaron el dinero en su educación para que fuese un idiota.

-Steve, ¿cierto? -Asintió. -Gracias por hacer feliz a Eddie. -Tomó de su café dando por terminada la conversación, al ver que el joven no se movía continuó. -No para de hablar de ti. -Rió, Steve intentó controlar su sonrisa bajando su mirada.

-Somos buenos amigos. -El señor bufó en burla volviendo a tomar café.

-Amigos. -Repitió riendo. -Muy bueno amigos por lo que veo. -Dejó la taza sobre la mesa ora a mirar mejor al joven. -Dime, Steve, ¿tienes a alguien especial en tu vida?

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