Munson adoraba el olor a limpio, además de ser agradable le traía buenos recuerdos, de los pocos recuerdos que tenía de su madre ese era uno de ellos, el olor a limpio.
Ahora tenía un nuevo motivo para que le agradase, Steve, ese chico siempre olía como recién salido de la ducha y las veces que lo abrazó o que lo tuvo cerca aprovechó cada segundo para disfrutar de aquel aroma, sabía que si se separaba tendría que volver a aspirar aquella contaminación que había en el aire, y era desagradable.
Antes de darse cuenta de lo mucho que le gustaba Harrington, intentó relacionar lo mucho que disfrutaba estar a su lado y su aroma con su madre, pero no funcionó, porque él quería estampar sus labios contra los de Steve y definitivamente no quería hacer eso con su madre, le daba escalofríos de pensarlo.
Tal vez por eso disfrutaba tanto de estar en la cama de Harrington, era suave, olía bien e incluso podía sentir cerca del cuerpo caliente de su acompañante, aquello era lo que necesitaba y no sabía.
Steve se levantó de un momento a otro, se sentó en la cama y frotó su cara agotado. Sin decirle ninguna palabra entró al baño de la habitación, Munson decidió seguir con los ojos cerrados, era muy temprano y no tenía ganas de hablar con nadie.
-Estás despierto. -Dijo Harrington sonriente cuando salió del baño con una toalla en su cintura, fue a su armario para coger ropa nueva. -Tengo que ir al trabajo.
-Ya lo sé. -Se estiró en la cama y se quedó viendo como el chico colocaba su camiseta con una sonrisa. -¿Porque no me has avisado?
-¿Para que?
-Para tomar una ducha.
-Entra en el baño si quieres, no me importa.
-Me refiero a tomar una ducha contigo. -Sonrió mostrando los dientes, era demasiado temprano para hacer pensar a Harrington, por ello se quedó callado y mordió su lengua ante la idea.
-No me quiero contagiar de las enfermedades que tengas.
-¿Y ayer cuando me metiste la lengua en la garganta no te contagiaste?
-Es distinto. -Bromeó.
-¿Porque? ¿Que crees que pasaría en la ducha Stevie? ¿Acaso piensas en cosas indebidas? -Dio un jadeo y llevó su mano a la frente. -¡Pecador! -Harrington rió colocándose la ropa interior con cuidado bajo la toalla.
-¿No te gustaría?
-¿Hacerlo contigo? -Puso expresión de asco entre risas.
-No, no lo digas así, queda muy frío. -Cuando terminó de colocarse los pantalones se sentó en la cama y se inclinó para acariciar la mejilla de Eddie y dejar un leve beso en sus labios. -Me refiero a pasar más tiempo juntos, ya sabes. -Munson intentó ocultar su sonrisa.
-¿Perdón? No entiendo lo que quieres decir. -Puso aquella mirada que Steve odiaba, aquella mirada burlona acompañada de una sonrisa de superioridad que le hacía dudar entre estampar su cara contra la del chico y besarle o estampar sus puños contra los dientes de Ed.
-Eres un idiota. -Se separó y comenzó a colocarse los zapatos.
-Noooooo. -Levantó el tronco de la cama y rodeó con sus brazos la cintura de Harrington. -Venga, ibas muy bien. -Dio unas carcajadas burlonas.
-¡Ya no! Eres un idiota.
-Vengaaaa. -Munson no se iba a dar por vencido, y si había aprendido algo la noche anterior era que a Harrington le encantaban los besos, él era más de caricias y roces, pero Steve era un romántico desesperado, adoraba los besos, sobretodo en el cuello.
ESTÁS LEYENDO
Sabor menta
FanfictionAU moderno. Steve Harrington trabaja en una heladería en el centro comercial junto a una chica, Robin. La cual es amiga desde años de Jonathan. Will y Steve hacen un trato, un extraño trato.