Steve estaba preparado, el reloj casi marcaban las 11 y eso significaba que Eddie pasaría por la puerta y pediría su habitual helado de menta.
Dio pequeños saltos, agitó sus manos y controló su respiración, el primer contacto definiría si sería capaz de mantener una amistad con aquel chico y sobre todo hacerle interesarse por Byers.
Miró a la puerta esperando, se quedó así minutos, cuando el metalero apareció a través del cristal Harrington desvío la vista e intentó parecer lo más ocupado e indiferente posible.
-Una tarrina de-
-Menta. -Interrumpió Steve levantando las cejas e intentando hacer una sonrisa. -¿verdad? -Volvió ha hablar ante el silencio del chico que solo le miraba aguantando la sonrisa.
-Sip, menta. -Resbaló el billete sobre el mostrador y Harrington se apoyó en este mirando los 2 dólares.
-Vienes aquí todos los días desde que comenzó el verano y pides el mismo helado, ¿No te gustaría probar otro?
Munson también se apoyó en el mostrador, parecía que empezarían una conversación y no le importaba, de todas formas no tenía nada mejor que hacer.
-Me gusta el de menta.
-¿Pero lo tomarás durante todo el verano? -Steve agarró la tarrina y la cuchara para servir helado esperando todavía a la respuesta del otro.
-¿Y que me recomiendas?
-A la gente le gusta el de chocolate con galleta, deberías probarlo. -Eddie bufó.
-No estoy hablando de la gente, hablo de ti, ¿cual es tu favorito? Si trabajas aquí debes haberlos probado todos. -Rió, Harrington pensó unos segundos, no sabía que responder, nunca le habían preguntado sobre su helado favorito, o sobre alguno de sus gustos.
-Vainilla. -Concluyó señalándolo mostrando media sonrisa. -Para mi es el mejor.
-Ahora razónalo. -Steve sonrió por el chico.
-Sabe bien, y huele mejor, como a hogar. -Munson asintió a cada palabra.
-Pues ese. -Dio unos pequeños golpes en el mostrador esperando a su helado. -Pero la tarrina pequeña, por si no me gusta. -Sonrió mostrando sus dientes.
-Aquí tienes. -Le pasó el pedido pero no se fue, seguramente la mirada de sorpresa del contrario fue la que le hizo hablar. -He pedido este helado por que me lo has recomendado, ¿no quieres ver mi reacción? -Sonrió.
-Adelante.
Munson agarró una pequeña cuchara, agarró helado y lo dirigió a su boca. Hizo una mueca de asco muy exagerada y se tiró al suelo todavía con la cuchara en la boca y agarrando su estómago.
Harrington se inclinó sobre el mostrador nervioso, ¿le habría pasado algo de verdad? ¿Lo había matado? Pasó de tener la sangre fría a caliente de ira en cuanto lo vio levantarse y hacer una reverencia a unas chicas que pasaban a su lado.
-¿Qué? -Preguntó con una sonrisa al ver la mirada llena de ira de Steve mientras llevaba otra cucharada de vainilla a su boca.
-Eres un idiota. -Respondió con cara de asco y dándose la vuelta para dejarle entender que se fuera, aquel tipo era un fenómeno, no quería tener ningún tipo de relación con él aunque eso implicara olvidarse de Robin.
-Que gruñón, ¿no eres capaz de tomar una broma Steve Harrington? -Que le llamará por su nombre le hizo mirarle extrañado.
-¿Cómo sabes mi nombre?
Munson paró de comer su helado y entreabrió los labios.
-Eres el rey Steve, del instituto de Hawkins, todos te conocen. -Aclaró. -¿Tú no me conoces a mi?
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Sabor menta
FanfictionAU moderno. Steve Harrington trabaja en una heladería en el centro comercial junto a una chica, Robin. La cual es amiga desde años de Jonathan. Will y Steve hacen un trato, un extraño trato.