XVI

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Los ojos azules miraron escépticos la cama matrimonial del cuarto. Naruto había llevado consigo solamente un pequeño morral con prendas suyas y todo lo necesario para Menma. (Leche y pañales incluidos). Pero lo que el rubio no lograba asimilar en ese momento era la ausencia de una segunda cama, sofá o futón.

Ya había inspeccionado las escasas secciones de la casa y si bien el lugar era acogedor, tambien resultaba asfixiante.

Había sido un suplicio tener que viajar cerca de dos horas en un automovil robado. Naruto se había sentido muy triste al reparar en su futuro. Realmente lo abrumaba la situación, sin embargo contaba con el apoyo de los Akatsuki. Shisui Uchiha tambien se había mostrado muy amable hasta el final. Tampoco quiso deslindarse de ayudarlos en la medida posible. Ademas de haberse encariñado con Menma, Itachi seguía siendo su primo y por ende, le preocupaba su situación.

No obstante, cuando Naruto intentó dialogar con él, no había obtenido mas que evasivas. En el fondo entendía perfectamente que Shisui quisiera proteger de alguna manera a Itachi, pero le dolía no saber en que consistía el juego del Uchiha en pos de querer ayudarle, llegando inclusive a esos extremos. Tampoco se detuvo a pensarlo cuando añadió aquella clausula en el contrato. En primera instancia Naruto no tenía intención alguna de iniciar una relación de ningún tipo, a no ser que se tratara de amistad.

Lo de la clausula lo había hecho solamente para que Itachi mantuviera una distancia prudencial de él. Para que le confesara de una vez cual era el motivo que lo hubo orillado a querer ayudarle desde un comienzo, aun cuando toda su familia estaba en su contra.

De cualquier manera Itachi no respondió a sus dudas. Y Shisui se limitó a aconsejarle que le diera tiempo, que no era una cuestión sencilla y que, si Itachi no se lo decía, muy probablemente se debiera a que el peso de la culpa seguía atosigandolo y el silencio era su manera de lidiar con ello, de martirizarse aun mas por todo el daño que le había hecho a Naruto. Y aunque Naruto se vio obligado a acatar el consejo, seguía sin entenderlo completamente. Si lo que Shisui le había dicho resultaba ser verdad, no tenía sentido que Itachi callara. Solo se hería a si mismo y eso no tenía sentido, no al menos para Naruto.

¿Para qué ocultarle algo tan importante? ¿Para qué cargar con tantas mortificaciones juntas? Por más que Naruto odiara admitirlo, Itachi Uchiha era todo un enigma para el. Lo peor de todo es que...no estaba seguro de querer resolverlo.
***

Naruto suspiró hondamente, evitando a toda costa la mirada del serio Uchiha que se encontraba de pie a su lado, con Menma dormido en brazos y evaluando a consciencia el detalle que tenía tan inquieto a Naruto. Al parecer debían compartir la cama.

Sin objetar nada, Naruto se encaminó hacia la cuneta y se dispuso a acomodar las frescas sábanas para que Itachi recostara dentro al pequeño. Una vez terminada la labor, Naruto conservó un puñado de ropa y la esparció en el suelo, junto a la cama. Ya era de noche, y estaba algo cansado. Lo cierto era que, se sentía muy incomodo de tener que permanecer en la misma habitación que Itachi, y por nada del mundo accedería a dormir a su lado.

Lo había perdonado, pero reconsiderar depositar su confianza en el Uchiha era tema aparte.

-Naruto- susurró Itachi al verlo acomodandose en el suelo. Ni bien dejó a Menma en la cuneta, se acercó al rubio, dibujandose en su semblante una imperceptible mueca de dolo e incertidumbre. Hasta que comprendió lo que estaba pasando. Naruto fingía dormir pese a saber que su actuación era muy pobre. Aunado al hecho de que acababa de recostarse. Solo no quería entablar conversación con él. Estaba algo resentido al enterarse que Itachi le guardaba un secreto importante.

¿Por qué lo ayudaba?, ¿Para qué?

Se trataba de un secreto que solo Shisui conocía. Y si Itachi quería empezar a ganarse su confianza, actuaba erradamente.

Cicatrices.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora