XIV

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Otro mes más había transcurrido. La rutina en aquella guarida subterránea seguía siendo la misma. Exceptuando algunas cuestiones respecto al nuevo estilo de vida que estaba experimentando, Naruto se sentía un poco mejor. De vez en cuando sufría ansiedad y se sentía atrapado, pero las sensaciones pronto pasaban.

Había visto días atrás los noticieros junto a Kakuzu y Hidan. Eran sujetos raros y solían discutir por cuestiones relacionadas con el dinero y la religión, no estaban de acuerdo en muchas cosas pero la habitación que compartían ambos era de las únicas que contaba con television, otra de las piezas que poseía dicho artefacto era la de Pain. Sin embargo a Naruto no le gustaba irrumpir cuando el actual líder de akatsuki se encontraba en compañía de alguien más. Siendo Konan quien permanecía más tiempo al lado de Pain.

Naruto ya había armado varias conjeturas sobre ello, pero prefería no decirlas en voz alta. Algo que había aprendido las últimas semanas era que, incluso los criminales sanguinarios tienen reglas entre ellos. Normas que debían respetar de cualquier manera, y una de esas era la privacidad. Había momentos para discutir y divertirse, pero también existían instantes en los que cada uno prefería tener su espacio, intimidad para ellos mismos. Y aunque Naruto no quería darle vueltas al asunto, cada vez dudaba más.

Solo en un par de ocasiones al día, Itachi procuraba acercarse para ver a Menma y pasar tiempo con él. Naruto siempre consentía que Itachi lo viera, pero por dentro seguía deseando que el mayor le explicara la razón para haberlo ayudado aun cuando todo estaba en su contra. Desde que se lo había preguntado y hasta esos momentos, Itachi lo esquivaba.

Según los noticiarios, la búsqueda de Itachi no había menguado. De Naruto se sospechaba una posible fuga, y por consiguiente, todo el perímetro de las aerolineas, puertos y terminales de autobuses en la ciudad, estaban siendo cubiertos. Lo que imposibilitaría aun más el escape.

"Entre mas tiempo pase, sera mas difícil actuar. Ellos no van a rendirse hasta encontrarte vivo o muerto, Naruto"

Las palabras de Pain, hicieron eco en su memoria. No obstante, Naruto sacudió enérgicamente la cabeza y se sentó lentamente dentro de la piscina inflable que Kisame había llevado al subterráneo para refrescarse.

-Mira Menma- Naruto dejó de sonreír al notar que el pequeño se aferraba con más fuerza a sus brazos, sin intención alguna de mirar o entrar al agua. Estaba asustado. -No me iré- aunque Naruto sabía que Menma no lo entendería, decidió intentarlo, darle a entender de alguna manera que no lo iba a dejar solo. -Esta tibia ¿ves?- tomó un puñado de agua y la vertió lentamente en la espalda del pequeño. Menma abrió los ojos al habituarse a la temperatura del líquido, vaciló unos instantes al reparar en su entorno. Luego chapoteó un poco de agua con las manos y forcejeó para que Naruto lo soltara.

Pero Naruto no lo hizo, sino que lo sentó en sus piernas y juntó ambas manos para zambullirlas en el agua y sacar otro puño. Al poco rato, Menma se había embelesado totalmente con la nueva actividad, chapoteaban agua con los pies y cuando se mojaba el rostro accidentalmente, volvía a aferrarse del cuerpo de Naruto.

-Quisiera hablar contigo.

Naruto miró inmediatamente a su interlocutor. Itachi estaba de cuclillas junto a él, observando impasible la escena, pretendiendo no mostrarse alterado cuando por dentro se sentía extrañamente ansioso y contradictorio. Después de la muerte de su hermano, sus ojos habían ensombrecido completamente. Asimismo, las ojeras se habían pronunciado todavía mas, dándole un aspecto de perenne cansancio, cuando en realidad era tristeza lo que había consumido una considerable parte de lo que era hace algunos meses.

Dubitativo, Naruto tomó la toalla del costado de la piscina y cubrió a Menma con ella. Entonces recordó las constantes evasivas del Uchiha, aquella ocasión no había querido responder su duda, se había alejado y pretendido que él jamas lo hubo interrogado al respecto. ¿Entonces por qué ahora si quería hablar?

Cicatrices.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora