XXII

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Por unos segundos se quedó totalmente paralizado, aterrado de lo que podría o no ocurrir si llevaba a cabo una determinada acción u otra.

Itachi sopesó una decena de probabilidades y entonces, la adrenalina lo condujo. Naruto no dejaba de quejarse del agobiante dolor que lo estaba envolviendo. Por un lado estaban las fuertes punzadas alrededor de la herida, y el aguijonazo insistente en su hombro dislocado. Por otra parte, el dolor psicologico lo estaba consumiendo rápidamente. Estaban ahí atrapados y podría morir desangrado si no recibía asistencia médica pronto.

-Itachi ¿Que haces?- ni bien terminó de preguntar, fue sacudido por otra oleada de espasmos que le arrebararon el habla. Naruto solo atinó a cerrar los ojos y palidecer al sentir el trozo de tela fuertemente anudado en su pierna.

Fuera de la oficina, una detonación más fuerte tuvo lugar, haciendo cimbrar los cristales más próximos y debilitando las vigas superiores de la infraestructura.

-Tenemos que salir de aquí ahora- Itachi no estuvo seguro de que las palabras hubieran salido de su boca, sentía un pánico atroz al imaginar que no lo conseguirían. Por eso no quería detenerse a analizar nada, por ello se volvió hacia la puerta, retrocedió varios pasos para tomar impulso y empleó todas sus energías para arremeter contra la superficie métalica.

Un dolor agudo penetró en sus articulaciones, los ligamentos cedieron y un sonido resquebrajante se antepuso al grito ahogado que murió en su garganta cuando se mordió los labios con fiereza para retenerlo. El denso hilillo de sangre escurrió por su brazo inerte. Los goznes habían cedido ante el impacto al igual que la sección del hueso fracturado.

Naruto empezó a sollozar, había visto la expresión contraída de dolor de Itachi y se sentía responsable por ello.

-Perdon- susurró segundos antes de desvanecerse.

-¡Naruto!
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-Siete minutos- dijo Pain con indiferencia, sus ojos purpureos oscilaron en la mica del cronometro, siguiendo el constante avance de los números.

Konan negó con la cabeza y se retiró el intercomunicador al dar por sentado que este se había averiado. Quizá por un golpe o simple interferencia, pero ahora no podían comunicarse con Sasori ni Deidara. Todos los demas miembros esperaban expectantes a la próxima orden del plan, cada uno situado en su sitio correspondiente. Todos salvo a quienes querían proteger.

-No hay forma de retrasarlo- se adelantó Pain a la obvia pregunta que haría su subordinada. Había cierto tipo de conexión entre Konan y el que les permitía evaluar y anticiparse a las acciones del contrario.

Una amarga sonrisa se delineó en los labios de la fémina, era mas un gesto forzado que cualquier otra cosa. Pain estaba consciente de que ella sabía sobre las nulas posibilidades de que escaparan con vida si la bomba secuencial daba inicio.

Shinra Tensei estaba constituida por un sofisticado mecanismo de interconexiones a larga distancia. La onda expansiva de las detonaciones alcanzaba un radio lo suficientemente extenso para abarcar los edificios en los que habían sido dispuestos los dispositivos anexos. Tan funesta y arrolladora que demolería los mas duros cimientos. Solo era cuestión de tiempo para que fuera activada. Pain pensó mas en una derrota definitiva que en la victoria que había previsto horas antes.
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Lentamente tomó asiento en la alfombrilla, frente al pequeño que miraba alicaído en dirección de la puerta, como si predijera que algo malo estaba pasando. Shisui pensó que Menma era bastante receptivo, pero tendía a guiarse más bien por hábitos, recuerdos. Vivencias pasadas de cuando fue dejado a cargo de Tsunade, resistiedo varias semanas aislado y con la necesidad latente de afecto familiar.

Cicatrices.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora