El médico tratante de su hermana había podido hacer un espacio en su agenda para citar a Abril y hablar sobre la operación.
—Hola doctor, muchas gracias por recibirme —dice extendiendo su mano para estrecharla.
—Hola qué tal ¿cómo le va? Tome asiento.
—Gracias.
—Bien, me comentó la señorita Erika que quiere saber en detalle sobre las características y el procedimiento del tratamiento ¿Verdad?
—Si doctor. Tengo miedo, ansiedad y la verdad que al no ser médica no puedo comprender y aunque leí algo en internet sobre esa investigación, no logró entender qué es lo que le van a hacer a mi hermana.
—Bueno, déjeme explicarle. Se trata de un tratamiento de electroestimulación medular profunda. Le voy a explicar en términos que pueda entender, pero pueden preguntar si algo no les queda claro. Estoy para responder sus dudas ¿De acuerdo? —dice el doctor y ambas asienten para luego continuar—: bueno, básicamente este tratamiento consiste en implantar un electrodo en la médula espinal. Esto va a hacer que esas señales, esas neuronas que estimulan nuestra actividad motora, pasen por alto las zonas dañadas en la médula espinal y lleguen a los esos músculos indicados para que, de ese modo, Catalina pueda volver a controlar voluntariamente esos músculos paralizados por el accidente.
Abril tenía miedo de que algo pueda fallar y que la lesión empeore.
—¿Es seguro?
—Es un tratamiento que data desde hace pocos años, pero las estadísticas han arrojado buenos resultados. Pacientes han podido llegar a activar los músculos de sus piernas por sí solos, sin estimulación eléctrica. Luego de varios meses de tratamiento.
Eso le daba cierta esperanza.
—¿Y cuánto tiempo puede pasar en que haga su efecto el implante?
—Eso va a depender de cada paciente y sus características. Si bien la lesión de Catalina es grave, el accidente sucedió hace menos de un año. Ella es joven y está sana. Estoy seguro que va a funcionar, aunque no puedo asegurarle si podrá sentir sus piernas al día siguiente, una semana después o incluso un mes más tarde. Todo va a depender de cómo vayan respondiendo los electrodos en la médula espinal—. Hace una pausa y luego concluye—: Confíe en la ciencia. Se trata de una de las clínicas más importantes de toda Latinoamérica y uno de los neurocirujanos que participaran en la operación, es parte de la investigación.
—Encomiendo a Dios y las manos de esos médicos las piernas de mi hermana —dice juntando sus manos.
—Todo va a salir bien.
Luego de salir del Hospital, sintió algo agradable en su estómago. Es que, que su hermana pueda volver a caminar y valerse por sí misma es un sueño.
Hablar con el doctor la dejó tranquila y esperanzada en que todo va a salir bien con la ayuda de Dios, sus padres que velan por ella desde el cielo y los médicos que estarán al frente de la operación.
. . .
Al fin había llegado la noche del sábado y Abril se sentía ansiosa como una niña que obtuvo el juguete que tanto deseó y sus padres le compraron.
Ni bien recibió las coordenadas del lugar donde tenía que ver a Santino, se subió a un taxi y fue directo al encuentro.
Al llegar, él no fue atento. No hubo gestos románticos, sino un susurro en su oreja que hizo que el piso, bajo sus pies, temblara.
Sus palabras no dejaban de repetirse en su cabeza «Hoy serás la protagonista de una maravillosa obra cargada de erotismo y placer, mucho placer, y yo seré más que un espectador». ¿Qué le quiso decir con eso? ¿Tal vez la quería hacer partícipe de una película condicionada? Con ese hombre todo pensamiento no era descabellado.
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© Poséeme:Éxtasis 1 | DISPONIBLE EN FORMATO FÍSICO POR AMAZON|
RomanceSantino Rivas, es un exitoso abogado de 35 años que no ha perdido un sólo caso en toda su carrera. Se caracteriza por ser un hombre vanidoso, frívolo, narcisista, y por sobre todo alexitimico, es decir, que es una persona incapaz de sentir cualquier...