Llegué a casa

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Wei Wuxian y Meng Yao se escabulleron sigilosamente entre las sombras de los árboles hasta el límite de CloudResess, vieron al caballo que Nie Huaisang había conseguido, montaron ambos y usando el token de acceso de Lan Wangji cruzaron la barrera, cabalgaron como el viento, rápidos y ligeros sin detenerse por ningún motivo, al llegar al último conjunto de casas del pueblo de Gusu bajaron de la montura y subieron a las espadas.

-Joven maestro, es necesario que esté sereno, su espada no debe percibir su angustia o se saldrá de control- advirtió Meng Yao, Wei Wuxian asintió en silencio

Volaron tan rápido como fue posible durante toda la noche sin descanso, hasta que Meng Yao se dió cuenta como Wei Wuxian iba cada vez más bajo y su espada tambaleaba.

-Joven maestro, el amanecer está cerca, bajemos a descansar, usted ha tenido mucho esfuerzo este día-

-No, quiero llegar a casa ahora-

-Por favor, no discuta conmigo, si cae de la espada no podré llevarlo más por aire, deberé llevarlo por tierra y tomara más tiempo-

Wei Wuxian aceptó a regañadientes. Acamparon en medio del bosque, comieron y bebieron solo un poco, Wei Wuxian menos que ninguno, su usual buen humor ya no estaba ahí, su sonrisa sincera se había extinguido, su semblante provocaba compasión y despedía un halo deprimente. Durmió apenas una hora lleno de angustia y pesadillas, mientras Meng Yao hizo guardia, la siguiente hora Meng Yao durmió pero la guardia de Wei Wuxian estubo inundada en lágrimas, necesitaba llegar a casa pronto, al sentirse así de miserable todo lo que quería era el cariño de su secta. Al mismo tiempo tenía miedo de la reacción que ellos tendrían ¿Cuántas veces le dijeron que no guardara tantas esperanzas? ¿Acaso se reirian de él? ¿Le dirán "te lo dije"? Esto era lo último que quería escuchar. Wei Wuxian apenas y tomó un par de bocados ante la insistencia de Meng Yao. Subieron a las espadas de nuevo y emprendieron vuelo hasta que llegó el punto más caluroso del día donde tuvieron que bajar una vez más. Acampando de nuevo bajo un gran árbol en el bosque para protegerse del calor, Meng Yao trató de que Wei Wuxian bebiera más agua.

-Joven maestro, ha llorado mucho, este calor no ayuda, por favor, no sé resista, tome más agua -

-Dejame en paz, no quiero nada, solo quiero encerrarme en mi habitación hasta que sea un anciano y muera solo-

-No diga eso, usted es inocente, no debería recluirse y menos toda su vida-

Wei Wuxian tomó la botella y bebió unos pocos sorbos. Un par de horas más tarde subieron a las espadas y emprendieron vuelo de nuevo. Su travesía duro más de dos días, pero la última mitad del viaje fue insufrible, las píldoras que Nie Huaisang le dió a Wei Wuxian perdieron el efecto y su cuerpo volvió a doler, sus piernas a temblar y su energía a decaer, sin embargo se negaba a tomar siestas largas.

-Joven maestro, estamos llegando, solo un par de horas más de vuelo-

El pueblo de Yunmeng a penas se divisaba al horizonte, Meng Yao volteó a ver a Wei Wuxian, su espada tambaleaba y su semblante era pésimo.

-Joven maestro ¿Puede oírme? Solo un poco mas-

Apenas dijo esto la fuerza espiritual de Wei Wuxian se apagó por completo y su espada descendió de golpe, el inconsciente Wei Wuxian cayó surcando el vacío, Meng Yao dió la vuelta tan rápido como pudo, unos pocos metros antes de que se golpeara contra las ramas de los árboles del bosque fue atrapado, pero la espada de Meng Yao no era tan poderosa, solo podía soportar el ligero cuerpo de su amo, así que ambos cayeron al suelo lentamente, sin embargo Meng Yao fue herido por algunas ramas de árboles, una enorme herida en su muslo sangraba sin parar, Wei Wuxian a su lado con apenas un poco más de vida que un cadáver, solos en el bosque, nadie a su alrededor que pudiera auxiliarlos. Meng Yao se puso de pie juntando toda su fuerza, envainó su espada y buscó a Suibian cojeando, la envainó también y se la echó a la espalda. Volviendo al lado de Wei Wuxian palmeó sus mejillas y lo llamó

No soy un manga cortadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora